Funcionó la oferta de Luis Gallego y el
público luanquín acudió
a ver a sus jugadores,
creando un gran ambiente
que hacía presagiar una
buena tarde de fútbol.
El equipo local salió fuerte, lo que espoleó
aún más a la hinchada, y
tuvo la primera ocasión
nada más comenzar el
partido, al rematar
David Álvarez un buen
centro de Titi, pero el
pelirrojo se topó con
Fernando. En el
posterior córner, es
Boris el que remata y
encuentra de nuevo al
meta visitante.
Tras esta salida en tromba, el Marino se
sosiega y comienza a
circular el esférico,
aunque no se le ve tan
cómodo como en otras
ocasiones, y el Coruxo,
tras sacudirse la
presión inicial,
comienza a acercarse al
área defendida por Rafa
Ponzo. Así, el conjunto
gallego goza de dos
buenas jugadas a balón
parado, pero sus remates
son flojos y sin peligro
para los locales.
Y como suele pasar en esto del fútbol,
cuando mejor estaba el
conjunto vigués, llegó
el gol del Marino, obra
de Espolita que remató
una falta sacada por
Guaya. Con el marcador a
favor los marinistas
están más tranquilos y
circulan el balón con
más facilidad.
En el minuto veinticinco Dudi filtra un gran
pase hacia el desmarque
de Jandro, pero
Fernando, muy atento,
llega antes que el
atacante. Solo un minuto
más tarde, un centro de
Titi es rematado por
David Álvarez, que se
vuelve a encontrar con
el meta gallego.
El Coruxo dispuso de una buena ocasión en
las botas de Rafa Mella,
que se revolvió bien en
la frontal y sacó el
disparo, pero este salió
centrado y sin potencia.
Tras estos intensos
minutos, el ritmo del
partido decayó y tuvimos
que esperar hasta el
último minuto de esta
primera parte para
volver a ver una
ocasión. Sería para el
Coruxo, con un disparo
cruzado del ex marinista
Jonathan Reguero, el
chut se va fuera por
poco.
A la vuelta de los vestuarios el Marino
salió intenso y pudo
ampliar su ventaja con
una falta botada por
Guaya, pero el disparo
del canario se va fuera,
cerca del palo derecho
de la meta gallega.
Cinco minutos más tarde,
Titi saca un córner que
remata Dudi en el primer
palo, pero el cabezazo
del centrocampista se va
fuera.
El conjunto vigués avisó con un saque de
falta de Antúnez que
obligó a los
espectadores a contener
la respiración, y ahogó
definitivamente al
respetable al rematar
Jonathan Reguero un
centro desde la derecha
que no atina a despejar
la zaga.
Con el empate en el luminoso, el partido
entra en una fase de
pérdidas de tiempo y
brega en el centro del
campo. Ambos conjuntos
parecían dar por bueno
el empate. Pero en los
minutos finales, el
Coruxo quiso más y buscó
la portería de Rafa
Ponzo por medio de un
saque de falta del
capitán Antúnez.
Finalmente, en el minuto ochenta y siete,
llegó el error que
derrotó al Marino. Un
balón sin aparente
peligro es cedido hacía
Boris, el defensor trata
de regatear al delantero
que lo presiona y el
balón se enreda en sus
pies, dejando el camino
expédito al atacante, el
defensor no tiene más
remedio que cometer
falta, lo que le supone
la segunda amarilla y
consiguiente expulsión.
El encargado de ejecutar
la falta fue Mateo, que
con un golpeo magistral
supera a Ponzo y hiela
al público de Miramar.
El Marino lo intentó
hasta el final, pero no
pudo inquietar al
conjunto gallego, que
respira y ve como se
aleja de los puestos de
descenso.