Ambos equipos llegaban
al partido sabiendo que
se jugaban mucho. Por un
lado, el Unión
necesitaba ganar para
seguir la estela de los
primeros, y por el otro,
el Tuilla llegaba a
Ganzábal buscando otro
triunfo que les metiese
de lleno en la lucha por
la promoción de ascenso.
Sin embargo, sólo un
equipo jugó como lo
requería la situación, y
no fue otro que el
Tuilla, que se encontró
una autopista libre para
marcar sin piedad.
Poco va a comentarse en
esta crónica de las
ocasiones locales, y es
que brillaron por su
ausencia, al igual que
las ganas que se
presuponen a unos
jugadores que están en
un equipo con la
historia del Langreo. El
único acercamiento con
peligro por parte del
Unión llegó al poco de
empezar, con una falta
botada por Nacho Méndez
que Carly remataba alto.
Sin embargo esa ocasión
fue un mero espejismo, y
escasos minutos después
el Tuilla se adelantaba
en el marcador en un
córner lanzado por Juan
Cueva que Ángel
cabeceaba a la red. De
ahí en adelante la
tónica del partido fue
un continuo cúmulo de
errores por parte de los
locales, que estaban a
vuelta de todo y no
supieron reaccionar,
dejando que el Tuilla se
encontrase con un
partido más cómodo de lo
esperado. Jandro comenzó
su cuenta goleadora
particular en el minuto
24, aprovechando un
balón largo a la espalda
de Manu Blanco para
definir fuerte e
imposible para
Guillermo.
Y cuando la cosa ya
pintaba mal para el
Langreo, se puso aún
peor debido a dos
jugadas de infantil de
Carly, que en escasos 10
minutos vio dos
amarillas -ambas
correctas-
que le mandaron a la
caseta dejando en
inferioridad a su
equipo, como ya pasara
en Villaviciosa con este
mismo protagonista.
El segundo tiempo no vio
cambios con respecto a
lo que aconteció en el
primero. Acebal fue el
único que intentó algo,
buscando varias
internadas que no
acabaron en nada,
seguramente por estar
dicho jugador de lateral
–como viene siendo
habitual últimamente-
con el desgaste extra
que eso le supone. El
Tuilla lo bordó
aprovechando las
facilidades que se le
presentaban, y
tácticamente fueron muy
superiores, aunque bien
es cierto que sin llegar
a finalizar muchas
jugadas.
Se dice que a perro
flaco todo son pulgas, y
Chus lo llevó a la
práctica mandando muy desviado un balón
cuando se encontraba sólo delante de
Vilches. Corría el
minuto 55 en esa acción,
y lo peor para los
locales todavía estaba
por llegar. Cuando
llegábamos al minuto 20
de la segunda mitad,
Diego Arias y Víctor
Robles combinaron a la
perfección pegados a la
banda, y el posterior
centro de Robles fue
cabeceado a placer por Jandro sin que ningún
central local hiciese
amago de evitar el
peligro. Con el 0-3 el
ambiente en Ganzábal se
volvió aún más tenso, y
la mayor parte de las
críticas fueron
dirigidas hacia Pablo
Lago y sus dudosas
decisiones tácticas. La
cosa no acabó ahí, ya
que Jandro lograba su
hat-trick en el minuto
74 aprovechando un buen
pase al hueco que le
dejó solo para que, con
mucha clase, batiese a
Guillermo con una
vaselina perfecta. Y la
culminación a la
humillación no se hizo
esperar, ya que 5
minutos después
el recién incorporado
Pelayo mandó el balón a
la red tras recibir un
pase desde la banda
derecha. De ahí al final
caben destacar dos
jugadas visitantes que
casi acaban en gol, una
por parte de Pablo a
centro de Miguel Suárez,
y la otra un balón en
largo al que no llegó
Roces por poco.
El 0-5 condujo a una
sonora pitada por el
triste y rácano
despliegue visto, y
muchas críticas al
entrenador local, cuyo
puesto parece peligrar a
estas horas tras encajar
la mayor derrota como
local de la historia del
Unión Popular de Langreo.
Por su parte, el Tuilla
sigue con su escalada y
ya está muy cerca de la
promoción, puesto que
marca el propio Langreo.