Empate y cierre de temporada

El Sporting empata a ceros en el último encuentro de la temporada en el Molinón frente al Recreativo. La manifestación previa al encuentro reunió a más de 2.000 sportinguistas disconformes con el Consejo de Administración.

Partido espeso el que se pudo ver hoy en el Estadio del Molinón, algo que suele pasar cuando los dos contendientes no tienen nada en juego y afrontan el partido pensando en la temporada que viene. Durante el encuentro el Sporting fue quién llevó el peso del partido, pero las ocasiones brillaron por su ausencia. En todo el primer tiempo únicamente Álex Menéndez con un disparo puso a prueba a Alejandro que atajó con acierto. El resto sopor, ante no más de 5.000-6.000 espectadores como se pueden apreciar en diversas fotografías.

Tras en el descanso en el que se intentó ofrecer un espectáculo de cetrería con halcones adiestrados –que tuvieron que ser recogidos de las gradas unas tres veces- el segundo tiempo fue más de lo mismo. El Recre se afanaba en ahogar la salida de balón rojiblanca y recuperar en cambio contrario. De hecho así llegó su mejor ocasión –y prácticamente única en todo el encuentro- en un balón que recupera Borja Granero para ceder a Ferrón que no pudo con Cuéllar. Respondió Carmona con un lanzamiento de libre directo muy bien dirigido que se topó con una gran intervención de Alejandro bajo palos.

En los últimos 20 minutos el Sporting se lanzó arriba espoleado por los ofensivos de cambios de Sandoval para intentar ganar el encuentro. Trejo, David Rodríguez, Guerrero y Sangoy –muy activo desde que saltó al campo- lo intentaron sin fortuna en un encuentro que, sin tiempo añadido por el colegiado, finalizó como empezó.

Partido de despedidas

Trejo, David Rodríguez y Bilic fueron despedidos con aplausos por el poco público asistente ya que seguramente el de hoy haya sido su último partido en El Molinón con la camiseta sportinguista.

Manifestación pre-partido: Un ejemplo de civismo

La manifestación convocada por las asociaciones Tu Fe Nunca Decaiga, Unión de Peñas Sportinguistas y la peña sportinguista UltraBoys para hora y medio antes del encuentro transcurrió en todo su recorrido con un civismo ejemplar por los más de 2.000 asistentes a la misma –algunas fuentes citaban 3.000 personas y otras incluso menos de 1000-. La manifestación partió a las 16:45 del cruce de las Avenidas de Castilla y Torcuato Fernández Miranda. Encabezada por una bandera gigante del Sporting portada por cuatro personas y una pancarta “Escuchad a la afición” la marcha se dirigió por toda la Avenida Torcuato Fernández Miranda y tras unos 25 minutos de marcha llegó a su destino frente a la puerta de autoridades del Molinón, dónde se unió más gente.

Pablo Fernández, presidente de Tu Fe Nunca Decaiga, comentó en directo en la Radio del Principado de Asturias que en la manifestación y concentración eran más de 2000 personas hartas. Hartas de la situación actual, que piden cambios. Consideró como una de las partes implicadas en la organización que ‹‹fue un éxito››, tanto en la respuesta de la gente como en la cobertura que se hizo de la misma.

El fuerte dispositivo policial no redujo los cánticos y consignas contra el Consejo de Administración –que fue abucheado desde la Tribuna Oeste cuando accedió al palco antes del inicio del choque- se sucedieron desde la llegada del grueso de la manifestación a la puerta de autoridades. Sin ningún incidente que lamentar –salvo un manifestante que tuvo que ser evacuado en ambulancia por un desfallecimiento-, ni ninguna carga policial la concentración transcurrió por más de una hora hasta que varios asistentes optaron por acceder al estadio o ir abandonando progresivamente los aledaños del estadio gijonés.

La afición está decepcionada y la admirada paz social en el Sporting de antaño, es un vago recuerdo; el remar todos juntos ya no existe. No se debería mirar tanto al número de asistentes a la manifestación de hoy, sino dónde estaban hoy los 16.000 socios que no asistieron al partido. Hoy El Molinón presentaba un desolador panorama. Esas mismas gradas, llenas hace pocos meses, y la multitud de manifestantes debería hacer reaccionar al máximo accionista que es quién ahora mismo puede provocar un cambio. El Sporting va a la deriva y con un futuro incierto y nada esperanzador; el Consejo de Administración se agarra al clavo ardiendo de una política condenada al fracaso y a la más absoluta ruina económica y deportiva con fichajes de medio pelo mientras se vende a los mejores jugadores para solucionar desfases económicos de los que, después, nadie se hace responsable; entrenadores vendehúmos pero sin humo para vender. Mientras, otros núcleos como la Federación de Peñas o los veteranos del club que no median palabra alguna posicionándose con su silencio del lado del Consejo de Administración presidido por Manuel Vega-Arango Alvaré. El mismo Manuel Vega-Arango que en la última Junta de Accionistas del Sporting afirmó categóricamente: ‹‹Me iré cuando la afición me lo pida››. Cada uno es rehén de sus palabras.

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