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Fin de temporada. Nuevo ciclo de trabajo.

Viernes 24 de Mayo de 2013
Carlos S. Calleja @cscalleja
Preparador físico especialista en fútbol.
Licenciado en E. Física (INEF Madrid)
Actualmente en el Candás CF

Se acaba la temporada y con ella los entrenamientos exigentes.

Mi experiencia de este año ha sido la de 195 sesiones de trabajo divididas en 45 ciclos en los que desde una perspectiva de táctica global han salido a la luz los requerimientos físicos que la competición va demandando.

Seguro que tu experiencia es similar.

Sabes que esto supone un proceso abierto (por el componente de adaptación que debe aplicarse en el día a día) y con altas dosis de creatividad (la preparación física es un arte que le digo en “broma” a mis jugadores) de cara a enfrentarse con máxima exigencia a cada situación competitiva, intentando evitar las lesiones musculares y combinando cada capacidad física con aplicaciones específicas en el terreno de juego (variable) pensando en el rival al que nos enfrentaríamos el domingo. 

El fútbol es un deporte de alta exigencia, de eso no tengo ninguna duda. 

Además, las situaciones de cada club (clasificación, objetivos, lesiones, etc.) hacen que pueda nacer un plus de intensidad haciendo que algunos futbolistas hayan tenido una carga extra de minutos. 

Por todo ello esta última fase que ahora se inicia se considera vital. 

La gran fase de recuperación de verano, que sirve de puente entre una y otra temporada, es muy importante ya que en ella empezamos a sentar las bases del trabajo del nuevo curso recuperándonos del pasado.

Nos ayuda a varios niveles que van a condicionar su desarrollo: 

ü     A nivel psicológico, ya que toda competición genera situaciones de estrés a lo que se pueden añadir dosis de ansiedad si los objetivos no se han cumplido o el desarrollo de la competición ha llevado al equipo a estar en situaciones no deseadas durante jornadas.  

ü     A nivel físico. No cabe duda de la exigencia del fútbol y que ésta hace que determinados grupos musculares estén especialmente cargados y al límite “de uso”. También a nivel de articulaciones la demanda ha sido exigente por lo que es tiempo de darles una tregua y prepararlas para un nuevo curso. En el caso de futbolistas que acaban la temporada con lesión es un momento ideal para potenciar su recuperación. 

¿Qué toca hacer ahora? Un nuevo ciclo 

Todos los datos y cifras que manejaremos a continuación son una propuesta aproximada que dependerá de la categoría, nivel, club, fin de esta temporada, etc. Además, el grado de responsabilidad depende de muchos de esos factores pero en general entendemos que tenemos por delante una serie de semanas de descanso absoluto.  

Muchos clubes de categoría sénior podrían empezar sus trabajos de temporada alrededor del 15 de julio (lunes, o durante esa semana) y eso nos deparará un periodo de 5 semanas de descanso total (para los clubes que ya han terminado las competiciones) del 27 de mayo al 30 de junio. 

Y desde ahí, entraríamos en 2 semanas antes del inicio del trabajo en la que se recomienda un trabajo personal (que podría ser de una semana) de progresivo acercamiento a la práctica. 

Con ello quedarían entre 5-6 semanas de la llamada pretemporada antes del primer partido de una liga que podría empezar, en estas categorías, a finales de agosto. 

Con ello nos quedarían dos fases: 

Fase 1:

Descanso total

Ciclo:

46

Fechas:

L 27 de Mayo al D 30 Junio (aproximadamente) 2013. Aproximado tomando como referencia un equipo de la 3ª división asturiana que no participe en liguilla.

Tipo:

Gran recuperación 

Objetivo ciclo:

ü     Recuperación total a nivel físico

ü     Recuperación psicológica tras competición

ü     Regeneración de los sistemas musculares y articulares

ü     En el caso de los deportistas que acaban la temporada con lesión, trabajos de recuperación (cura), compensación y reactivación generales

 

Fase 2:

Adaptación 1

Ciclo:

1

Fechas:

L 1 al D 14 Julio (aproximadamente) 2013. Aproximado dependerá de calendarios, inicio de liga, etc.

Tipo:

Adaptación individual 

Objetivo ciclo:

ü     Bases del trabajo futuro

ü     Leves componentes aeróbicos

ü     Trabajos de fuerza general básica

ü     Primeros contactos con balón y otros materiales de trabajo (botas, etc.)

En esta segunda fase (modificable en el tiempo) creemos que es importante tener un diseño por parte del preparador físico ya que los periodos de adaptación favorecen la adquisición de objetivos de las semanas precompetitivas.

El incluir trabajos con balón, incluso botas, no es un tema menor ya que una de las lesiones más repetidas en la pretemporada y que en ocasiones lleva a futbolistas a estar tiempo inactivo son las molestas ampollas, resultado lógico de un pie “acomodado” a las características del verano.

Hasta este elemento requiere una adaptación que podemos darle con los primeros trabajos específicos del año. 

En cuanto a la 1ª fase, en mi modesta opinión, debe servir para cuidarse y descansar, dos conceptos que no siempre van de la mano. 


Esta pretemporada en el Real Avilés

Algunos aspectos a valorar en estos cuidados de la fase que nos ocupa: 

a.     Control del peso corporal, en épocas de inactividad hay deportistas a los que puede disparárseles este concepto. Controlarlo y evitar desviaciones muy acusadas con un cuidado de la dieta que debe sostenerse fundamentalmente en evitar comidas entre horas, hacer 5 comidas al día, evitar el alcohol como acompañante permanente, no abusar de frituras (patatas, croquetas y demás) y que las verduras, ensaladas, pastas, cereales, agua y frutas sean los protagonistas de la alimentación.

 

Descanso no significa inactividad, por lo que propongo personalmente unas cuestiones relativas a las actividades que podríamos realizar. 

b.     Evita deportes agresivos, de contacto o violentos que pueden provocar lesiones no deseadas (deportes de lucha y combate, artes marciales, de motor…). Nunca.

c.      Evita los deportes que sean similares el fútbol en su desarrollo, por sus características implicarás a las mismas regiones musculares y articulares que durante la temporada y eso no sólo frenará el proceso de recuperación, sino que caminará en sentido inverso mermándonos de cara a la siguiente temporada (fútbol 7, fútbol sala...). Nunca

d.     Evita los deportes intensos con exigencia articular (squash, pádel…). Sólo de vez en cuando.

e.     Evita competir, las situaciones de estrés competitivo las dejamos para la temporada. Sólo de vez en cuando.

f.       No hagas deporte en superficies muy duras (correr en asfalto…) y no abuses del básquet, balonmano… en situaciones de competición, la exigencia en el tren inferior es similar a la del fútbol. Pocas veces.

g.     SI a actividades recreativas en la playa, principalmente realizadas descalzo: palas, paseos, actividades en el agua…

h.     SI a actividades recreativas generales, jugadas a una intensidad no competitiva: deportes de pala y raqueta, bicicleta, actividades en la naturaleza…

i.        SI a actividades que impliquen relajación y estiramiento: stretching, pilates centrado en la flexibilidad – no en la fuerza -, masajes, hidroterapia, spa 

 

En suma, cuidarse para empezar la nueva temporada con las máximas ganas de éxito y preparados para un nuevo reto, una nueva exigencia.
 

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