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Resistencia y fútbol. Ideas generales.

Jueves 8 de Mayo de 2013
Carlos S. Calleja @cscalleja
Preparador físico especialista en fútbol.
Licenciado en E. Física (INEF Madrid)
Actualmente en el Candás CF

Dedicamos el artículo de esta semana a hablar, de manera breve y general, de la resistencia en el fútbol y cómo será su trabajo en los entrenamientos.

Son numerosas las publicaciones a este respecto pero queremos evitar, como siempre, el exceso de letra para centrarnos de una manera sencilla y directa en nuestro trabajo en el campo. 

Queremos partir de dos bases: 

Saber lo que ocurre en un partido es fundamental para a partir de ahí estructurar nuestros entrenamientos no sólo a nivel de cargas, intensidades, etc. sino también a través de propuestas tácticas a través de las cuales diseñamos las tareas específicamente pensadas para nuestros jugadores.

En este enfoque es vital la acción combinada de todo el cuerpo técnico así como la participación y el conocimiento futbolístico del preparador físico. 

2º Derivado de lo anterior, y aunque pueda sonar redundante, es obvio que todo lo que pueda desarrollarse a través de acciones específicas con balón será prioritario.

Eso no debe cegarnos en nuestro trabajo. Es decir, si quiero incidir y mejorar la velocidad pura de un jugador lo más indicado, en mi opinión, son trabajos de velocidad corta (hablo de deportistas ya sénior o juvenil) añadiendo cargas extras y/o en supra velocidad… y todo ello sin balón. Complementos a sesiones a las que luego puedo aplicar “transferencias” al juego específico. 

¿Cuánto correr? Volumen. Bases... 

Numerosos estudios nos hablan de que un futbolista profesional sénior puede desplazarse, de media, entre 11 y 13 kilómetros por partido. En el último partido de Liga de Campeones, donde entre las estadísticas de los jugadores sustituidos venían los metros recorridos, todos se movían por esas cifras.

 

A esto sólo añadir dos matices anecdóticos: esto no siempre ha sido así, es decir, hace años el número de metros era menor (se habla de entre 4 y 6 kilómetros en los años 50 y 60 - Gonzalo Prieto, EF Deportes "Análisis de la carga externa en el fútbol"). Y el mismo estudio anterior habla de que los centrocampistas y gente de banda realizan más metros que defensas y delanteros. 

Pero iremos más allá y un estudio de análisis de futbolistas centroeuropeo de 2002 nos habla de que la mayor parte de esos 12 kilómetros, más de 3'4, los hacemos caminando, lo que supone algo más de 30'. Un poquito menos, unos 3'2 los hacemos en carrera suave (más de 25'). Casi 15', unos 2'5 km., los hacemos en carrera continua. 10', unos 1'7 km., los hacemos en carrera intensa. 0'7 km., menos de 90'', los hacemos en carrera fuerte. 0'4 en carrera máxima y 0'2 en desplazamientos en otras direcciones (atrás, lateral...). El resto hasta los 90' de juego estamos parados. (Se entiende que cifras medias de estudio de numerosos futbolistas).

Zubillaga A (2006), tomado de rafabenitez.com, que utiliza en nuestro país alta tecnología para valorar estos datos, afirma que los jugadores de media recorren unos 11196 metros, de los cuales el 77,2% los realizan en marcha, el 17,5% en carrera y el 5,3% a sprint, sumando un 22,8% los esfuerzos a alta intensidad. 

Todo ello debe ser un referente que debemos valorar y tener presente a la hora de plantear nuestros trabajos de resistencia en lo relativo al “cuánto” 

¿Cómo correr? Intensidad. Bases... 

No sólo debemos centrarnos sólo en los metros para planificar nuestros entrenos. La intensidad es una variable absolutamente necesaria y la frecuencia cardíaca el método más accesible y fiable para considerarla. 

Debemos entender que en función del cuánto y del cómo lograré objetivos. Mezclando estos dos factores proponemos (insistiendo que es una propuesta personal de quien os escribe y que se basa tanto en los estudios – no uniformes en pautas con ciertas variables – como en la experiencia personal): 

Trabajos de intensidad baja en los que nos movemos entre el 40 y el 70% de nuestra FCd. máxima. En estas intensidades podemos trabajar diversas duraciones, de 20’ ó 30' o superiores. Serán trabajos en los que buscamos principalmente regeneración (además de propios del calentamiento…) o en algunos casos la adaptación (tras periodo de inactividad, por ejemplo) 

Trabajos de capacidad aeróbica, nos movemos entre 70 y 85% de la máxima, fundamentan la base del trabajo como vimos en las cifras anteriores. Planteamos ejercicios de entre 6’ y 30’ aproximadamente. 

Trabajos de potencia aeróbica, entre el 85 y 95%, trabajos exigentes de 3’ a 6’. Son especialmente interesantes para fases de intensidad mantenida, aportando recursos físicos altamente necesarios. 

Trabajos anaeróbicos, sin presencia de oxígeno. Son básicos en el fútbol. Oscilarían entre los 30’’ y 3’si lo que buscamos un trabajo de tolerancia al lactato.

Como sabemos el láctico es el “recurso” que el organismo genera para combatir esa ausencia de O2. Pero su presencia provoca situaciones inestables, sin entrar en detalles, a las que debemos acostumbrar al futbolista. 

Y, por último, los trabajos próximos ya a la velocidad. Vitales. Menores a 30’’ en los que la fuente energética son los recursos propios del músculo ATP, fosfatos… con inicial formación de lactato (alácticos e inicios de formación). 

Y sólo una reflexión más, fijémonos en el fútbol la dirección de esos movimientos de nuestros futbolistas. Es decir, de esos trabajos explosivos pensemos cuántos son en línea recta y cuántos, por el contrario, llevan parejos una rectificación de la trayectoria, un cambio de dirección, etc.

El trabajo en paradas, arrancadas, cambios de dirección, etc. entiendo que es vital dentro de la planificación de nuestros trabajos de velocidad corta y explosiva.

Añadido a ello, es cierto que estos trabajos son los que convierten al fútbol (entre otros) en un deporte agresivo físicamente e intenso –siempre lo es más que correr en línea recta-, por ello la potenciación muscular y articular como fuente de prevención (ya hablamos de ello en las entradas de fuerza) se convierte en fundamental. 

 

Los trabajos con balón 

El fútbol es un deporte de exigencias mixtas como vimos, es decir, durante el juego se suceden diferentes trabajos de resistencia. Por eso nosotros recomendamos incluir como ya comentamos, el máximo número de propuestas a través de los juegos con balón. Desde este enfoque podemos diferenciar, entre otros:  

a) Juegos globales, aquellos que jugamos en la realidad del juego 11x11 o con muy leves variantes 

b) Juegos tácticos en los que fragmentamos en propuestas sistemáticas las situaciones que se dan en un partido (contraataques, ataques estáticos, desequilibrios tácticos, inferioridades…)

Ver entrada anterior aquí sobre este tipo de juegos globales tácticos. 

c) Pequeños juegos específicos, en espacios normalmente reducidos, desde juegos de posesión a rondo… 

d) Trabajos analíticos son los que, aunque tengan balón, presentan trabajos aislados de resistencia. Ej. Carrera con balón, pasillos con pautas... etc.
 

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