Los azules se clasificaron matemáticamente para la Fase de Ascenso a Segunda a pesar de no poder pasar del empate sin goles ante un Coruxo que no se jugaba nada. El pinchazo hace que los de Granero pierdan la tercera plaza en favor del Caudal.

Habitualmente las vistas del Coruxo al Nuevo Carlos Tartiere solían venir acompañadas de victorias con buenos recuerdos para el conjunto azul. Sin embargo, en esta ocasión los gallegos lograron volver con botín del estadio carbayón, por primera vez en su historia, tras aguantar un empate que deja una sensación más agria que dulce en la parroquia carbayona ya que, aunque el empate supone la clasificación matemática para el ansiado play-off,  la imagen del equipo ha vuelto a dejar dudas de cara a su posible rendimiento en las eliminatorias decisivas de la Fase de ascenso.

No obstante no salió mal el Real Oviedo. No había pasado ni un minuto de juego cuando el equipo de Granero botaba su primer córner en el partido. A lo largo del encuentro serían numerosos los saques de esquina ejecutados por el conjunto azul sin suerte en el remate, muchos de ellos llegaban, incluso, sin problemas a las manos del meta  Fernando. Manu Busto en la primera parte, y Xavi Moré en la segunda desaprovecharon una y otra vez este tipo de lanzamientos a balón parado.

Curiosamente, ambos jugadores tendrían en sus botas las dos mejores ocasiones del partido. La del cántabro llegaba en el minuto 17, tras un balón peinado por Cervero que dejaba al media punta mano a mano ante Fernando, su remate raso obligaba al portero vigués a realizar una gran intervención mandando de nuevo el balón a córner.

El Oviedo tenía el control del partido ante un Coruxo que lograba minimizar las llegadas azules con un buen trabajo defensivo. El equipo de Granero volcaba gran parte de sus ataques hacía el único extremo que figuraba en el once, un Iker Alegre que se mostró rápido e incisivo durante la primera parte, pero demasiado fallón a la hora de dar el último pase.  El Coruxo se encontraba cómodo cerrándose por dentro y dejando la banda para las estériles llegadas del gijonés.

La otra opción que tenía el conjunto azul de generar peligro eran los saques de esquina y de falta de un Manu Busto que tampoco estuvo certero de cara a gol. Mientras tanto, Diego Cervero se quedaba totalmente desasistido por sus compañeros. A diferencia de partidos anteriores, el pichichi del equipo no participó en exceso en el juego ofensivo y tan solo gozó de una ocasión para marcar gol.

El resto de la primera parte transcurrió sin mayor novedad. Tras el paso por los vestuarios, Xavi Moré sustituyó a Manu Busto. Granero trataba de aprovechar las bandas para abrir a un Coruxo que se defendía por dentro. Iker Alegre pasó a la izquierda y Señé ocupó la posición que dejaba el cántabro en la media punta. Fue precisamente este último el que generó la jugada polémica del partido, un remate suyo fue cortado en el área con la mano por Yago Yao, pero el colegiado no quiso decretar la pena máxima cuando apenas se llevaban transcurridos ocho minutos del segundo periodo.

La conexión entre el jugador catalán y Xavi Moré dio otro aire al Oviedo.  También ayudó una sustitución en las filas del Coruxo. Se retiraba el lateral izquierdo Aitor Pastoriza, que tenía amarilla, y entraba en su lugar David Abenza, desplazando a Costas a la posición de lateral zurdo. Dos fallos garrafales de este último estuvieron a punto de suponer un gol en contra para su equipo.

Primero fue en una apertura a la banda derecha de Josep Señé, Costas falló en el despeje dejando todo el carril para Xavi Moré. El pucelano se internó en el área pero no pudo definir en el mano a mano ante un Fernando que fue valiente en su salida, desbaratando la ocasión de gol. Poco después otro fallo de Costas en un corte habilitaba de nuevo a Moré que, esta vez, centraba para que fuese Cervero el que cabecease el balón por encima del larguero.

La producción ofensiva del Coruxo era prácticamente nula y el Oviedo empezaba a aproximarse al gol. Fue entonces cuando llegó la expulsión de Mantovani por doble amarilla. El argentino recibía su segunda amonestación en el partido por una entrada sobre Samuel en la que el árbitro consideró que el central azul se había empleado con excesiva dureza.

Granero reaccionó retrasando a Aitor Sanz a la posición de central y dando entrada a Héctor Simón por Cerrajería. Antes de la expulsión, Fran Sol había sustituido a Iker Alegre para que Señé volviese a jugar pegado a la banda derecha. Pero los acontecimientos hicieron que el catalán pasase al centro del campo y el delantero actuase pegado a la banda izquierda, con Cervero como única referencia en el ataque.

Pero con la inferioridad numérica el Real Oviedo perdió mordiente ofensiva y no fue capaz de generar más ocasiones ante un Coruxo que daba por bueno el empate. Incluso pudieron los gallegos llevarse un mayor premio sobre la bocina, pero el remate lejano de Abenza fue atrapado por Orlando Quintana.

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