Un Marino consciente de lo que se jugaba sacó provecho a un solitario gol de Robert ante un Sporting ‘B’ inocente en ataque, con problemas de lesiones y que acusó la ausencia de Guerrero.

El derbi asturiano entre dos equipos al borde de la salvación supuso la permanencia casi garantizada para los gozoniegos y dejar la ansiedad en Mareo, puesto que los gijoneses llevan varias semanas a las puertas del objetivo y no acaban de conseguirlo. Si bien es cierto que el partido no fue gran espectáculo futbolístico, si que dio la sensación de que los visitantes estuvieron mejor puestos en el terreno de juego y manejaron la situación en todo momento ante un Sporting ‘B’ que lo acabó intentando con más corazón que cabeza pero sin crear grandes situaciones de gol, ya que la ausencia de su goleador, Guerrero, y las lesiones de jugadores muy importantes -Sergio, Bustos a los que hoy se sumó Moisés y Adama- han mermando sensiblemente el potencial de un equipo que en este momento está cogido con pinzas.

El partido comenzó abierto, con continuidad en el juego y sin apenas parones. En el min. 5 llegó una de las dos ocasiones claras de las que dispusieron los locales y que de transformarse hubiera podido supone un cambio en el rumbo del encuentro. Fue en un grandísimo centro de Alex Menéndez que Serrano solo al borde del área chica peino con muy poca fe saliendo el balón rozando el poste cuando lo lógico era que hubiera acabado en la red. El Marino empezó progresivamente a asomarse a las inmediaciones del área de Dennis – sobre todo por su banda derecha donde Titi y Diego que hizo un gran desgaste caían constantemente - . Así,  Adrián Cruz con un fuerte disparo desde la frontal daba el primer aviso en el min.16  que no sería el último susto para los de Abelardo con diferentes centros laterales, todos ellos bien cortados por Moisés – precisamente en una providencial acción del sevillano en el min.29 tirándose al suelo tuvo que ser atendido y aunque pudo llegar al descanso, quedó tocado y Alain tuvo que sustituirle para comenzar la segunda mitad -. La última acción de peligro en el primer tiempo también tuvo acento visitante, cuando en el min. 35 Titi puso un fenomenal centro desde la derecha a la cabeza de Alex Arias que remató forzado perdiéndose el balón por muy poco.

En la primera acción atacante del segundo tiempo llegó el tanto que a la poste daría los tres puntos al Marino – min. 48 de partido – en una internada de Robert por la izquierda que encara a Sergio Menéndez, que le da espacio y recula, donde el extremo se abre perfectamente hace adentro y de fuerte tiro al palo corto bate a Dennis. Reaccionó de inmediato Abelardo con la entrada de Alex García para dar mas mordiente al ataque sustituyendo a Guillermo – hoy el juvenil paso desapercibido – pasando Pablo Pérez a la banda derecha, Adama a la izquierda y Serrano al enganche.

Tuvo el empate el filial en el min. 58 con un nuevo centro de Alex Menéndez que Pablo Pérez anticipa en plancha al primer palo y con Rafa Ponzo batido, Guaya evita el tanto. A partir de ese momento, los locales se lanzaron más descaradamente al ataque pero con pocas ideas, con un fútbol confuso y desordenado. Para acabar con las desgracias sportinguistas, otro de sus hombres importantes como Adama tuvo que dejar sitio a Pablo Lede en el min. 67 por molestias físicas, y nada más entrar dejó un balón a Barrera que se incorporaba de segunda línea y Saavedra providencial se tiro al suelo para abortar la acción. José Luis Quirós realizó los 3 cambios entre el min. 70 y el 80, manejando el Marino perfectamente las envestidas deslavazadas locales y pasando poco a poco los minutos hasta morirse el partido.

Así pues los de Luanco dan un paso de gigante – sino ya definitivo- hacía la salvación, mientras que los chicos de Abelardo necesitarán puntuar al menos el próximo Domingo ante el Avilés sino quieren tener que jugársela el último día ante el Oviedo fura de casa que es lo que se trata de evitar. Para ello habrá que tratar de recuperar efectivos -parece vital que Guerrero pueda volver al filial porque es la única baza ofensiva fiable del equipo- y poner más intensidad y concentración que en el día de hoy.

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