Un buen Oviedo suma tres puntos vitales en su lucha por el play off. El Getafe B solo creó ocasiones aprovechando errores del conjunto carbayón.

Era necesaria la victoria del Oviedo para romper las sensaciones negativas tras la derrota en la pasada jornada frente al líder, el Tenerife, y el Coliseum Alfonso Pérez era un escenario ideal para invertir este rumbo, y eso fue lo que hizo el conjunto de José Carlos Granero. El Real Oviedo cuajó un buen partido, llevando el peso del mismo desde el primer minuto y consiguiendo una amplia victoria, gracias en gran medida, al triplete de Diego Cervero, que con este hattrick se coloca pichichi del grupo con nada menos que 22 goles.

El conjunto carbayón salió concienciado desde el pitido inicial y pese a no gozar de ocasiones claras en los primeros minutos sí que se encontraba cómodo con el balón y dejándose ver por el área del filial getafense. El equipo local apenas se hacía con el mando del esférico, y no llegaba a la portería de Orlando más que en jugadas a balón parado y sin ningún tipo de peligro. La primera ocasión clara del Real Oviedo la tuvo Manu Busto, que tras una dejada de cabeza de Cervero estrellaba el balón en el travesaño cuando toda la afición oviedista estaba cantando el gol. El propio Manu Busto sería el protagonista de otros dos disparos más desde la frontal en los minutos siguientes, pero se fueron ambos desviados.

Se llegaba así al descanso con un Oviedo mereciendo la victoria y buscando el gol pero sin acierto y sin conceder ocasión alguna al Getafe B, que no se acercó a los dominios de Orlando Quintana.

En la segunda parte sin embargo, fue el conjunto local el que comenzó llevando la iniciativa, impulsado en parte por los dos cambios que su técnico realizó al descanso y gozó de dos ocasiones en los primeros minutos. Lo que cabe destacar es que estas ocasiones no fueron mérito del Getafe B, ya que se aprovecharon de sendos errores claros de la zaga oviedista. En el minuto 49 Íker Alegre cedía el balón para Orlando, pero Javi López, más listo cortó el pase,  y no fue capaz de superar al guardameta oviedista. Tan solo dos minutos después, Baquero erraba en el despeje, y el propio Javi López le arrebataba el balón y disparaba, pero la aparición providencial de Mantovani evitaba males mayores.

El Oviedo se quitó un poco la presión de encima con un disparo lejano de Íker Alegre en el minuto 55, pero fue en el 58 cuando llegó la tranquilidad total. Josep Señé se hacía con un balón en el costado izquierdo y lo dejaba en la frontal para Manu Busto, que sirvió el balón para la subida de Íker Alegre que puso el pase de la muerte para que Cervero la empujara al fondo de las mallas. Gol merecido para el Real Oviedo que siguió intentando cerrar el partido cuanto antes.

Diez minutos después, la presión del Real Oviedo dio sus frutos y Cervero se hizo con un balón en el medio del campo y lo puso perfecto para la carrera de Íker Alegre, que con una velocidad endiablada encaró a Tomeu que le derribó en un claro penalti. Todo el mundo esperaba la expulsión para el portero local, pero el castigo fue de tarjeta amarilla. Esto no fue problema para Diego Cervero que engañó al portero local para poner el segundo en el marcador. Este gol dejaba el partido prácticamente sentenciado, y Xavi Moré entró al campo, para empezar a gozar de minutos y seguir con ese plan específico de recuperación.

Lejos de dejarse llevar, el Real Oviedo siguió llevando el peso del partido, sin ningún tipo de nerviosismo y sin conceder ninguna ocasión al conjunto local que era incapaz de llevar peligro a la portería oviedista.

La sentencia definitiva llegó en el minuto 89. Un balón colgado desde la derecha por David Fernández encontró la cabeza de Cervero anticipándose a su par y picando el remate abajo haciendo imposible la estirada del cancerbero local. Tercero en el marcador del Real Oviedo y en la cuenta particular del delantero oviedista, que supera a Aridane y se coloca pichichi de grupo.

Con esta victoria el Oviedo prácticamente certifica su presencia en el play off y muestra sus cartas para un hipotético ascenso. Una de estas cartas es su delantero Diego Cervero que cuajó un partido excepcional siendo el goleador de los tres tantos azules. El equipo se encontró cómodo con el balón en todo momento, y no concedió ocasiones, más que dos errores puntuales, que fueron solventados por Orlando. La semana que viene el equipo ha de recuperar sensaciones en casa ante el Coruxo e intentará la clasificación matemática para el play off.

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