El Sporting cae derrotado en un vergonzante encuentro en el que el meta local no tuvo que intervenir en ninguna ocasión. El gol local en un córner mató el partido en los mejores instantes del Sporting sobre el césped berciano.

Ayer, día 20 de Abril, se consumó el fiasco. Ustedes leerán y oirán mensajes provenientes de jugadores y de entrenador diciendo que mientras las matemáticas no digan lo contrario hay que pelear. Es de imaginar que con esas palabras que serán las más oídas esta semana no se refieran al partido disputado ayer en El Toralín en el que el Sporting cayó derrotado de forma vergonzante jugándose lo que se jugaba sin inquietar, salvo en un tiro al palo, al portero local.

El partido, bajo un sol de justicia, y con más de 3.500 espectadores rojiblancos en unas sobresaturadas gradas del Toralín, comenzó con la sorpresa de la caída de Canella de la convocatoria por unas molestias, alineando a Borja de lateral izquierdo. El canterano no tuvo su mejor día ni en defensa ni en ataque, demostrando que el puesto de lateral no es el idóneo para él. Destacar que, salvo en pequeños incidentes muy concretos y focalizados, en las gradas del Toralín afición local y visitante convivieron mezcladas en total armonía, quejándose ambas de que la directiva local vendió más entradas de las permitidas.

La primera parte fue bastante pobre por parte de ambos equipos. Ambos conjuntos mostraron mucho respeto y no se generaron más que dos ocasiones de gol, una por bando. Un remate de cabeza de Mayor que Cuéllar despeja con acierto en una buena parada y la réplica justo a continuación del Sporting en un centro de Jara, que Bilic remata pero no puede dirigir a portería yéndose fuera.

En el segundo tiempo el partido se abrió y fruto de ello fue como a los 22 segundos, Bilic tuvo la mejor ocasión del encuentro en un chut al palo a la media vuelta tras recibir de espaldas. Acto seguido Jara chutaría desviado mostrando que el Sporting se lanzaría a por el partido, pero fue un espejismo de apenas diez minutos. Se reclamó un penalti, que pareció bastante claro, por manos de Carpio en una acción de Sangoy, el colegiado entendió –a la vista de sus gestos- que el balón que toca con el brazo el defensa berciano es de forma involuntaria. A partir del cuarto de hora el partido se igualó de nuevo y enfilaba de forma clara a un empate a cero o una victoria por la mínima. Yuri avisó con un disparo alto para la Deportiva, que a diferencia del Sporting, acertaría en una jugada de estrategia bien ejecutada por ellos y mal defendida por el Sporting que acabaría con el gol, al postre definitivo, del central Alan Baró.

La Deportiva se echó atrás a la busca de una contra y de anular al Sporting. Los cambios de Sandoval no ayudaron al equipo y el bagaje ofensivo durante más de 20 minutos fue un pobre disparo alto de Carmona. Fue el partido del Toralín un partido que se llevó quién tuvo efectividad; los locales anotaron la suya mientras que la del Sporting da en el poste y hace que la temporada toque a su fina falta de siete partidos.

Tras esta derrota se puede afirmar que José Ramón Sandoval debe empezar hoy mismo su proyecto para la temporada 2013-2014. Tiene cuatro meses para iniciar el proyecto que tanto deseaba en Mareo. Que acierte; y que más temprano que tarde el Sporting vuelva al lugar que le corresponde, la Primera División.