Trabajada victoria del Marino frente a la SD Logroñés. Los visitantes realizaron una muy buena parte, pero un gol antes del descanso y un segundo periodo para enmarcar dieron la victoria a los locales.

El Marino recibía la visita de su más inmediato perseguidor en la tabla clasificatoria, la S.D. Logroñés, que entrena el mítico “Tato” Abadía, por lo que se presuponía un partido intenso y peleado.

El conjunto visitante comenzó muy intenso y dispuso de una primera ocasión para adelantarse en el minuto siete, cuando Del Puente mete un gran balón para Rojas, este le gana la espalda a Omar y se planta ante Ponzo, pero con todo a favor la echa fuera. Minutos después un saque de córner botado desde la izquierda del ataque riojano se envenena y a punto está de convertirse en gol olímpico, pero Ponzo reacciona bien y despeja.

El partido era duro y trabajado, con la S.D. Logroñés llevando en peso y buscando llegar a la meta luanquina. El Marino por su parte trataba de recuperar el balón y se lanzaba al ataque en cuanto podía, aunque sin mucha fortuna. En uno de estos ataques, el conjunto asturiano pierde un balón en línea de tres cuartos, el Logroñés sale rápido y Alcántara sorprende entrando por banda izquierda y colocando un buen centro en el punto de penalti donde Rojas remacha al fondo de la red.

Tras el gol, el Marino parece espabilar y comienza a crear ocasiones de gol. La primera llegaría en un disparo de Titi tras una bonita pared con Chus Hevia, pero Mandaluniz envía a córner. Unos minutos después, es Álvaro Muñiz el que prueba fortuna desde la frontal, pero su disparo toca en un defensa y se va a saque de esquina. Precisamente, tras el saque de ese córner los logroñeses montan una contra que termina con un buen disparo de Ayenza, pero Ponzo atrapa el esférico. Un minuto más tarde, tiene que volver a intervenir Ponzo, esta vez para enviar, con dificultades, un disparo de Domínguez a córner.

El partido era un toma y daca de ocasiones, y ahora le tocaba golpear al Marino con una jugada por banda izquierda entre Jandro y Guaya, este último coloca un centro al segundo palo donde Titi toca hacia atrás para Chus Hevia, pero se adelanta el defensa enviando a saque de esquina. En este córner, llegaría el empate para los locales, al cazar Álvaro Muñiz un balón suelto en la frontal y enviarlo al fondo de las mallas.

Con el empate, llegamos al final de una primera parte intensa, en la que quizás el Logroñés fue mejor.

A la vuelta de los vestuarios, el conjunto visitante se ve obligado a realizar un cambio y dar entrada a José Antonio por Jon Moya, que se retiraba aquejado de unas molestias.

El Marino comenzó este periodo muy enchufado y buena  muestra de ello es que la primera ocasión llegó en el primer minuto de juego, al dejar Chus Hevia un buen balón para Espolita, pero el disparo del centrocampista se va a las manos de Mandaluniz.

Los locales dominaban y ponían contra las cuerdas a los riojanos con constantes acercamientos. En una de estas llegadas, los asturianos forzaron córner, el mismo fue botado por Titi y enviado al fondo de la red por Álvaro Muñiz con un testarazo inapelable. El centrocampista había sido duda hasta última hora por unas molestias, pero desde luego se encontraba en condiciones de jugar.

A pesar de ir por delante en el marcador, el Marino seguía intentando batir a Mandaluniz; el siguiente en  probar fortuna fue Jandro, pero su disparo fue atrapado por el meta. Poco después, Chus Hevia controla un balón en la frontal y asiste a David Álvarez, pero el meta llega antes que el mediapunta. En el minuto sesenta y tres llegó el golazo de la tarde y seguramente de la jornada, al colocar Guaya un saque de falta en la mismísima escuadra derecha de la portería logroñesa.

Tras el tercer gol, “Tato” Abadía mueve el banquillo y da entrada a dos atacantes, Olavarrieta y Tamayo, y quita un defensa y un centrocampista, Salazar y Del Puente, para buscar más mordiente arriba. Y a fe que lo logra, puesto que la S.D. Logroñés dispone de dos buenas ocasiones de acortar distancias, primero en las botas de Rojas, y más tarde al desviar Álvaro Muñiz un centro desde la banda izquierda, pero en ambas oportunidades Rafa Ponzo se muestra atento y solventa el peligro.

A partir de este momento, el partido se rompe y el Marino tiene varias ocasiones para anotar el cuarto gol. La primera, al rematar Alejandro una contra montada por el mismo al recuperar un balón cerca de su área. Unos minutos después, es Pablo Hernández el que tiene una clara ocasión, pero su remate de cabeza se va por poco. Llegando al final del partido, pudo acortar distancias Ayenza, pero Ponzo desvía su disparo.

Justa victoria del Marino gracias a una muy buena segunda parte. Los asturianos ponen distancia con sus perseguidores y vuelven a mirar hacia arriba en la clasificación.

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