El Marino despide un buen
2013, con la permanencia, el
título de Copa Federación
Autonómica y una buena
primera vuelta pese a los
recortes económicos.
Luanco
es un lugar apacible que,
salvo los meses de verano,
vive en una calma controlada
que articula el día a día.
El club luanquín no es una
excepción, y bajo la batuta
de Luis Gallego y Quirós, el
conjunto marinista juega su
liga con tranquilidad.
El año 2013 empezó bien para
el conjunto gozoniego,
colocados en una tranquila
novena posición a nueve
puntos del puesto de
promoción de descenso. Desde
las alturas, los de Quirós
vivían con tranquilidad el
avance de las jornadas, y si
bien es cierto que tuvieron
una racha de cuatro partidos
sin ganar, los puntos
conseguidos en la primera
vuelta, y la aplicación de
la llamada “media inglesa”,
ganar en casa y sacar lo que
se pueda fuera, fue
suficiente para terminar en
una más que meritoria
undécima plaza con
cuarentaisiete puntos en su
haber.
Uno de los jugadores más
destacados fue Álex Arias,
el versátil mediapunta, fue
motor de los luanquinos
durante toda la temporada, y
mucha culpa de la buena
clasificación la tiene él. A
la buena temporada del
avilesino, se sumaron la de
Omar y Saavedra en defensa,
el veterano Castaño en el
centro del campo, y el
trabajo incansable de Chus
Hevia en la punta de ataque.
Hacer olvidar a Álex Arias,
difícil tarea
La actual temporada
comenzaba con una mala
noticia para los intereses
marinistas, Álex Arias,
auténtico motor del equipo,
ponía rumbo a su ciudad
natal para fichar por el
Real Avilés, y dejaba un
hueco en Luanco que parecía
difícil de cubrir.
El
Marino, fiel a la filosofía
de Luis Gallego y Quirós, se
movía en un mercado paralelo
de jugadores de escaso
renombre y jóvenes promesas.
Así, a lo largo del verano,
fueron llegando jugadores
como Dani Rivas, Oleg, Pablo
Suárez, Dudi, David Álvarez,
Paramio y quizás los más
conocidos Alejandro, Jandro
y Boris. El extremo ovetense
fue el fichaje que más
ilusiono a las parroquia
marinista, y su buen hacer
en lo que va de liga, ha
justificado el porqué de esa
ilusión.
Estos fichajes se sumaban al
núcleo duro del conjunto
gozoniego que conforman
jugadores como Rafa Ponzo,
Saavedra, Guaya, Espolita o
Chus Hevia.
La idea, dada la fragilidad
del grupo, es quedar en
mitad de tabla sin pasa
excesivos apuros y por el
momento; a pesar de un par
de baches de resultados,
auspiciados sobre todo por
la falta de acierto de cara
a gol, parecen ir por buen
camino, actualmente se
sitúan novenos,
paradójicamente igual que el
año pasado a estas alturas,
con veinticuatro puntos en
su casillero.
Para lograrlos Quirós ha
utilizado la táctica de
siempre; partidos muy
difíciles para los rivales
en Miramar, y lucha
constante en los partidos
domicilio. El campo luanquín
siempre es un fortín difícil
de asaltar y en él han
sufrido equipos como el Real
Oviedo, aunque vista su
hierática temporada tampoco
es de extrañar, Ourense,
Racing de Santander, Racing
de Ferrol o Real Avilés,
todos ellos equipos de la
parte alta de la tabla.
Copa Federación
Mención aparte necesita la
actuación en la Copa
Federación. El Marino quedó
encuadrado en la fase
regional en el grupo C,
junto a Luarca y Vetusta.
Los de Quirós ganaron sus
cuatro partidos con un total
de diez goles a favor y solo
dos en contra. En
semifinales se enfrentaron
al Langreo, al que vencieron
por tres a cero en Miramar y
empataron a ceros en
Ganzabal.
La Final Regional deparó un
duelo entre vecinos, al
enfrentarse el Marino al
Real Avilés, el escenario
fue el campo de Mareo, y el
resultado uno a cero a favor
de los luanquinos, tanto
logrado por David Álvarez.
Tras proclamarse campeones
de esta fase, se
clasificaron para la
nacional, donde el bombo les
deparó un enfrentamiento con
el Racing de Ferrol, viejo
conocido al que ya se habían
enfrentado en liga. Un buen
resultado, empate a uno,
logrado en A Malata y una
contundente victoria en
Miramar, dos a cero con
goles de Alejandro y Pevida,
les dio el pase a la
siguiente ronda, donde deben
enfrentarse a otro viejo
conocido, el Ourense.