Metodología práctica y fútbol ¿cómo enseñar?

 

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Jueves 21 de Marzo de 2013
Carlos S. Calleja @cscalleja

Preparador físico especialista en fútbol. 
Licenciado en E. Física (INEF Madrid)
Actualmente en el Candás CF

Me gustaría hacer un paréntesis en las entradas referidas a la fuerza (en las semanas anteriores hemos hablado de esta capacidad física básica para las edades de pre-benjamines, benjamines, alevines e infantiles y en las siguientes semanas hablaremos de cadetes y juveniles) para hablar de algo fundamental, que todos los técnicos tenemos en cuenta a la hora de plantear tareas pero que merece una reflexión más sosegada. 

Estamos hablando del cómo presentamos la tarea al jugador/a para que su asimilación (sea aprendizaje o una asimilación física) sea más eficaz y eficiente. Estamos hablando de la metodología

No se pretende dar instrucciones sobre esta disciplina pero entendemos que, analizando algunos de sus elementos, no sólo vamos a mejorar a la hora de plantear ejercicios sino que, en ocasiones, también a la hora de elaborarlos. Por ello, junto con las cuestiones que definen este trabajo ofreceremos posibilidades de ejercicios y de modos para construirlo que, esperemos, puedan ser de utilidad tanto en edades de formación como a nivel senior. 

Dentro de la metodología didáctica un término muy usado y con “trayectoria” es el de estrategia. No debemos confundirla con el concepto futbolístico que incluye las decisiones que adoptamos previas a la competición. En metodología llamamos estrategia a la forma o modo de presentar la tarea al jugador, es decir, si queremos enseñar un gesto técnico (ej. remate de cabeza) la estrategia responderá a la pregunta ¿cómo se lo planteo al jugador en formación para que lo asimile? 

A grandes rasgos hay dos maneras de hacerlo: 

a)   GLOBAL: Presentamos la tarea total desde un primer momento, tal y como queremos que la aprenda. Desde esa perspectiva realizaremos el trabajo de asimilación

b)   ANALÍTICA: Dividimos la tarea en partes para enseñarla. Por ejemplo, primero le enseñamos a rematar en el suelo, como sería el gesto, luego a hacer el salto, luego a rematar con salto, etc.

Pero debemos profundizar más… 

El camino hasta el trabajo global 

La vieja escuela, la vieja enseñanza (la primera ley educativa importante surge en España en 1857 y busca combatir los altos niveles de analfabetismo nacional superiores a más de la mitad de la población) que duró en España hasta hace relativamente poco buscaba de una manera directa la enseñanza por cualquier medio (“la letra con sangre entra”).  

También en la Educación Física y las enseñanzas deportivas estos trabajos muy estructurados y, en muchos casos, carentes de situaciones de juego se impusieron desde los orígenes de la enseñanza. Métodos “espartanos” que ya observamos en los sistemas analíticos norte europeos y, por supuesto, en la vieja gimnasia española. 

ALUMNOS REALIZANDO GIMNASIA EN EL PATIO EN UNA ESCUELA DE MEDIADOS DEL SIGLO XX
Foto:
elblogmordisco 

En el fútbol su preparación física específica es relativamente joven. En sus orígenes deriva directamente de las disciplinas individuales, principalmente del atletismo, convirtiéndose en una realidad paralela al trabajo deportivo.

Son trabajos en donde se imponen los playeros, las carreras, el monte o cualquier otra búsqueda de rendimiento son balón. 

Como todo principio de acción surge paralelo uno de reacción y contra estas estructuras fijas, duras y hasta aburridas de los orígenes nace un movimiento absolutamente contrario donde puede ponerse en duda hasta la propia necesidad de una capacidad condicional del jugador, se pone en duda la importancia de la preparación física.

Los planteamientos son absolutamente globales y sólo giran sobre situaciones de juego o de planteamientos tácticos.  

Como en casi todas las cosas, entendemos que la templanza es el valor clave en el enfoque.

La realidad es que la preparación física en el fútbol tiene un papel vital ya que las condiciones a las que se somete el organismo durante un esfuerzo intermitente de más de 90 minutos donde puede realizar entre 8 y 12 (al menos) kilómetros de carrera con una suma de necesidades músculo articulares en una superficie de juego irregular y con los requerimientos de un adversario, una disciplina estratégica y una suma de decisiones tácticas en una competición de entre 38 y 52 partidos cada 4 ó 7 días hace que quien escribe, entienda que no podamos obviar la parte relativa a la condición física. 

Desde este enfoque lo que sí es evidente es que tanto los trabajos integrados, la periodización táctica, la elaboración de ejercicios tácticos, etc. son múltiples búsquedas de un trabajo que pretende ser más directo, eficaz y “económico” en la relación tiempo empleado, beneficios específicos acumulados. Pero no los únicos… 

I.       Metodología global 

Un planteamiento global no siempre es realizar el ejercicio (sea un gesto, una dinámica de partido, etc.) completo sin otras pautas.

Se pueden incluir variables que nos pueden ayudar a realizar ejercicios con nuestros equipos. 

1.    Trabajo global puro. El trabajo a realizar debe ser igual a la situación competitiva tanto en normas, espacios, etc.  

2.    Trabajo global con modificación de la situación real. Evidentemente podemos limar esta rigidez de la situación anterior con ciertas modificaciones que atenúen la estrategia global pero que den respuesta a nuestras demandas específicas, por ejemplo: 

En cuanto a los jugadores

Ø    Variar número de jugadores de uno o los dos equipos

Ø    Incluir pivotes

Ø    Eliminar la acción del portero

 

En cuanto al objetivo

Ø  Trabajar sin objetivo (posesión)

Ø  Sólo con un objetivo para los dos equipos

Ø  Un equipo sólo con objetivo el otro no

Ø  Modificar el tipo de objetivo (gol si se pisa en una zona, si se pasa a un jugador, si el portero la para, etc.)

 

En cuanto al espacio

Ø  Real

Ø  Modificado (más o menos que el real)

Ø  Diferentes zonas válidas (y otras no)

 

En cuanto al material, por complejidad mayor o menor podríamos modificar, por ejemplo:

Ø  El tamaño del balón

Ø  El de la portería

Ø  Incluir otros materiales que modifiquen o condiciones acciones de juego (entre estos conos un toque solamente) 

3.    Trabajo global con polarización de la atención. Partiendo desde el trabajo global incluimos pautas, reglas o modificaciones leves que hacen que haya una parte del trabajo que adquiera prioridad de atención. 

EN UN EJERCICIO: Sería destacar una de las partes sobre el resto bien porque simplemente hagamos hincapié en la práctica (ej. en un salto de cabeza con remate decirle a los jugadores que se fijen si el balón golpeado sale frontal) o bien dando pautas de éxito al trabajo (ej. en el ejercicio anterior añadir un objetivo en la pared, como una marca, sólo si el balón sale frontal se daría en la marca) 

EN SITUACIONES DE PARTIDO: Modificar las reglas o pautas de juego para que focalicemos la atención sobre algo (ej. el pase) que nos interese trabajar. Veamos sencillos ejemplos (ponemos al inicio el aspecto técnico táctico sobre el que queremos incidir): 

·        Trabajo de pase normal. El conocido juego de los 10 pases – variable sobre la posesión -: Partido, gol normal, pero si damos 10 pases también es gol.

·        Trabajo de pase interior en finalización. Partido, el gol es combinar con un jugador que esté dentro del área o en una zona habilitada dentro de ésta (sin porteros).

·        Trabajo de pase interior en finalización 2. Partido, el gol es combinar con un jugador que esté dentro del área o en una zona habilitada dentro de ésta pero también valen los goles normales (con porteros).

·        Goles dobles (técnicas variables). Realizar situaciones de partido normalizadas pero el gol vale doble si viene de un centro lateral (si quiero trabajar esta acción), remate (por lo mismo), etc.

·        Modificación de reglas para trabajo de balón parado. En esta situación lo que hacemos es realizar un partido normal pero si queremos mejorar, por ejemplo, los saques de banda, cada vez que haya una infracción 8sea falta, córner o fuera lateral) de se saca desde banda (vale para toda acción a balón parado)

I.       Metodología analítica 

El trabajo analítico conlleva un tratamiento aislado de un elemento técnico, táctico o estratégico, separarlo de su hábitat natural (el juego de fútbol) y enseñarlo, conocerlo, practicarlo.

Aunque repudiada en las nuevas tendencias de entrenamiento no podemos de dejar de valorar fríamente sus beneficios absolutamente necesarios.  

Varios son los momentos que nos puede resultar interesante: 

a)   En los primeros momentos de un aprendizaje. Cuando el futbolista se somete a una primera aproximación a algo no siempre podemos siempre platearle la tarea de una manera global, a veces nos exige explicar y secuenciar bien las partes para que su comprensión sea clara. Ej. una nueva jugada de estrategia

b)   Como parte de una enseñanza técnica con una estrategia mixta. En Educación deportiva es muy frecuente el uso de una estrategia mixta global-analítica- global. Lo que hacemos es primero de todo presentarle al alumno la tarea en su globalidad (ej. en un equipo de pre benjamines, les ponemos por grupos y decimos, pasaros el balón como queráis a ver cuál es la manera que creéis que es mejor) y desde ahí vamos haciendo correcciones específicas con un tratamiento analítico (incluso podemos cambiar el agrupamiento a parejas) para ir corrigiendo. La dificultad técnica es un parámetro que hace recurrir a este tipo de estrategias analíticas. Las edades de formación difícilmente subsistirán sin un trabajo analítico en algún momento de la etapa. 

c)    Otro momento donde la estrategia analítica puede ser un elemento recurrente (y que vemos hasta en los más firmes defensores del trabajo global, léase el entrenador José Mourinho) es en los trabajos físicos específicos.

En ocasiones el trabajo de una capacidad debe hacerse aislado para permitir un control e incidencia en las cargas: los ejercicios de calentamiento, los trabajos de coordinación, cualquier acción de saltos, multisaltos o pliometría, las salidas explosivas cortas, etc. son claros ejemplos vistos diariamente en los equipos que necesitan de una estrategia analítica (aunque luego se “camuflen” con un rondo posterior como parte del juego, una posesión o un tiro a gol). 

d)   La seguridad, si se diese el caso, es otro elemento que exige un control analítico de la tarea. ¿Se imaginan platearle de una manera global, de modo “prueba a ver cómo se hace”, a un niño una voltereta hacia delante? 

e)   Y en la línea anterior, frecuente en la enseñanza deportiva (más allá del fútbol), se encuentra la incidencia disciplinaria, es decir, que por motivos de comportamiento, etc. en un momento determinado me interesa tener un mayor control y firmeza sobre el grupo. 

En suma que las estrategias metodológicas analíticas son un recurso que debemos tener en cuenta en el fútbol, como un color de la paleta que podremos usar más o menos pero que no debemos desterrar. No hay modelos metodológicos buenos o malos per se, sino que lo serán en base al objetivo a lograr, el grupo, el momento, la tarea, etc. 

Personalmente en nuestros trabajos diarios optamos en gran medida por trabajos globales, integrados, juegos tácticos globales, etc. pero en ellos hacemos un control de cargas, de aplicaciones condicionales y, en suma, de preparación física, técnica, táctica y estratégica que va mucho más allá del “jueguen al fútbol” sin corrección y control alguno, error en el que no debemos caer, mucho menos educativo que cualquier estrategia comentada.

El trabajo global libre debe surgir para visualizar en el campo propuestas previamente trabajadas, comentadas y procesadas por el futbolista. 

Cómo trabajar desde una perspectiva analítica 

Las estrategias analíticas buscan presentar al futbolista un aprendizaje o ejercicio de mejora de manera parcial, sesgada y alejado del juego de fútbol para, con ello, poder focalizar nuestra atención en esos trabajos. Nos referiremos principalmente a trabajos de aprendizaje aunque no debemos obviar los específicos de preparación física, por ejemplo. 

En base a cómo presentemos la tarea diferenciamos: 

Analítica pura 

La tarea se descompone en partes comenzamos por la más importante. Así, progresivamente, se van practicando, aisladamente, todos sus componentes hasta proceder a la unión final de los mismos.

Partes: A-B-C 

Fases:

A (porque es considerada la más importante)

B (segunda en importancia)

C (...) 

Síntesis final: A+B+C 

Ejemplos futbolísticos: Salto cabeza: parte A contacto con balón, parte B gesto en el punto más alto, parte C salto 

Analítica secuencial

La tarea se descompone en partes o elementos igual que el anterior pero la sucesión de los aprendizajes no se basa en su complejidad o importancia sino en el orden en el que se suceden. 

Partes: A-B-C 

Síntesis final: A+B+C 

Ejemplo futbolístico anterior: Salto cabeza: parte A salto, parte B gesto en el punto más alto, parte C contacto con balón 

Analítico progresivo 

La tarea se descompone en partes. Al igual que en el anterior vamos haciendo las partes según se suceden en el gesto pero no hacemos una, luego otra y luego otra y al final las unimos. Aquí hacemos la primera, cuando esté clara hacemos esa más la siguiente, a su vez al resultado le añadimos la siguiente parte de la tarea, y así hasta que se complete. 

Partes: A-B-C-D 

Fases

A

A+B

A+B+C

Ejemplo futbolístico anterior: Salto cabeza: parte A carrera y salto, luego trabajamos carrera + salto +parte B gesto en el punto más alto, y finalmente carrera + salto + gesto en el punto más alto + parte C contacto con balón 

Estrategia en la práctica mixta 

Como cierre y ya explicada, consiste en combinar ambas estrategias, tratando de sacar lo positivo de cada una.

Comenzará siempre con un ejercicio global, después vendrá una parte analítica para finalizar con la estrategia global. 

 
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