Corría el año 1.971 cuando el director William Friedkin,
conocido por su dirección en
la película de “El
exorcista”, estrenó un
thriller policiaco sobre el
narcotráfico. A pesar de que
el reparto de la cinta lo
encabezaban dos colosos del
cine como Gene Hackman y Roy
Scheider la crítica cinéfila
fue bastante cruel con la
cinta. Criticaban la visión
del director sobre el
problema del narcotráfico,
engrandeciéndolo, dándole
más importancia de la que
tenía en la sociedad real.
Años después la realidad
daría la razón al veterano
director, siendo el
narcotráfico uno de los
principales problemas para
la sociedad estadounidense
según las encuestas.
Sin entrar en muchos
detalles la cinta versaba de
la llegada de los
cargamentos de droga
procedentes de Francia a
Nueva York que dos
inspectores de narcóticos se
afanaban en impedir y cazar
a sus responsables para
llevarles ante la justicia.
A eso se llamó en la
película, la conexión
francesa o “French
Connection”.
El ‘malo’ de la cinta, por
cierto, era el actor español
Fernando Rey.
Ayer en Lugo el Sporting consiguió su primera victoria a
domicilio de la temporada.
Lo hizo en un campo difícil
y lo hizo con una apuesta
muy arriesgada. José Ramón
Sandoval alineó un esquema
inédito con tres defensas
centrales, dos carrileros,
un trivote en el medio del
campo formado por canteranos
y los dos arietes serbios en
punta. El trivote
Sergio-Cases-Barrera era una
vieja petición de la parte
de la afición sportinguista
que quiere que los
canteranos rojiblancos sean
protagonistas en el equipo.
La delantera también fue
inédita. Era la primera vez
que Sandoval alineaba juntos
de inicio a Stefan
Šćepović y Dejan Lekic
juntos. El estado de forma
de ambos incitaba a ello y
Sandoval se atrevió a
hacerlo en el Anxo Carro.
Y la apuesta le salió bien y
el runrún existente con sus
decisiones se ha aplacado,
ha ganado crédito. El medio
del campo no desentonó, de
hecho, a falta de control de
balón durante muchas fases
del encuentro, se entregó en
cuerpo y alma a la presión y
al desgaste. Se sacrificaron
por el bien común del
equipo, eso que los
detractores de Mareo dicen
que no tienen los canteranos
rojiblancos. Los delanteros,
qué decir, un gol y una
asistencia cada uno. Basta
pasarse por foros de
internet y los medios
regionales para ver como
todo son parabienes al
entrenador madrileño por la
firme decisión de alinear
ese trivote y los dos
delanteros.
Dejan Lekic tardó en coger
la forma, llegó con el
mercado de verano casi
concluso y necesitó varias
semanas para ponerse a tono
físico; lo ha conseguido y
lleva cuatro goles en las
últimas cuatro jornadas. De
Stefan Šćepović sus once
goles, que le aúpan a lo
alto de la clasificación de
goleadores empatado con el
alavesista Viguera, hablan
por sí solos. Ahora mismo
ambos delanteros están en un
momento dulce. Suman quince
goles entre ambos en las
mismas jornadas de Liga y
entre ambos se complementan
de maravilla como quedó
demostrado ayer y en los
minutos que disputaron
juntos frente al Sabadell en
El Molinón. Juntos forman la
conexión serbia; la “Serbian
Connection”.
Gran dilema para Sandoval;
que está ante alinear a
ambos delanteros y tener que
renunciar a su sistema, como
hizo ayer en Lugo con éxito,
y dejar a uno en el
banquillo. Hay un refrán que
dice que “si algo
funciona, no lo toques”,
pero la decisión será del
míster rojiblanco. De
alinearles junto en la punta
del ataque sportinguista las
defensas que se enfrenten al
Sporting, serán como Gene
Hackman y Roy Scheider.
Tendrán que tratar de
inutilizar como sea la
“Serbian Connection”
para no caer derrotados.
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