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Los de Granero se pusieron
en dos ocasiones por delante
en el marcador. Los errores
defensivos condenaron a un
Oviedo que cedió su ventaja
en dos ocasiones. Javi
Hernández acabó expulsado
por doble amonestación.
2.-
R.C. Celta de Vigo "B":
Rubén; Marcos Torres, Soto (Thaylor
m. 73), Antón, Maceira; Javi
Rey, Borja Domínguez; Borja
Fdez. (Yelko m. 62), Fernán
(Aitor m. 62), Añón; Borja
Iglesias.
2.-
Real Oviedo: Orlando
Quintana; David Alba, Pardo,
Javi Hdez., Sergio
Rodríguez; Sergio García (Susaeta
m. 53), Salva Rivas, Iván
Rubio, Annunziata (David
Fdez. m. 70); Alain Arroyo
(Eneko m. 75) y Cervero.
Árbitro: Pizarro Gómez,
asistido por Carpio Martín y
Morales Yuste. Comité
madrileño. Amonestó a los
locales Borja Domínguez,
Javi Rey y Maceira, y a los
visitantes Iván Rubio, Alain
Arroyo y Eneko. Expulsó al
oviedista Javi Hernández por
doble amonestación (29' y
70').
Goles:
0-1 m. 6 Alain Arroyo;
1-1 m. 13 Borja Iglesias;
1-2 m. 55 Javi Hdez.; 2-2 m.
83 Aitor.
Incidencias: Barreiro.
Terreno de juego en
perfectas condiciones. Cerca
de 500 espectadores, con
presencia de unos 50
aficionados oviedistas.

Granero introdujo tres
cambios en el once, dos de
ellos por obligación, ante
las lesiones de Pol y Sergio
Díaz, mientras que la
entrada de Iván Rubio por
Héctor Simón se produjo por
decisión técnica.
Comenzó bien el Oviedo,
presionando arriba al filial
vigués y gozando de una
clara ocasión para
adelantarse a los tres
minutos de juego, cuando
Cervero recibía solo un
balón dentro del área,
rematando ante la salida de
Rubén, que salvaba con
acierto su disparo. Una
ocasión muy clara para los
azules, que se quedó en el
olvido con el gol de Alain
Arroyo, el delantero vasco
volvió a ser el más listo de
la clase, y aprovechó una
peinada de Cervero que
protegía un defensa, para
desequilibrarle con un
agarrón y batir a Rubén
desde el área pequeña.
Poco duró la alegría a los
de Granero, que replegaron
líneas y empezaron a relucir
sus lagunas defensivas,
llegando el gol del empate
en el minuto 13, con un pase
a la banda izquierda, donde
Añón recibió solo y centró
para que el ariete vigués,
Borja Iglesias, rematase a
placer desde el punto de
penalti, ante la atenta
mirada de los centrales
carbayones.
El Oviedo tuvo otra buena
ocasión para adelantarse en
el minuto 20, tras una buena
jugada de Iván Rubio por la
izquierda, que terminó
centrando desde la línea de
fondo para Alain Arroyo, que
no acertó a rematar desde la
frontal del área.
El partido estaba abierto y
los dos equipos pudieron
romper la igualada antes del
descanso, pero la ocasión
más clara fue para Iván
Rubio, que remató un córner
botado por Annunziata hacia
la frontal del área,
luciéndose el meta
internacional sub19, Rubén,
que despejaba a córner.
La segunda parte siguió por
los mismos derroteros, con
alternancia en el juego,
adelantándose el Oviedo en
el 55' en un saque de
esquina botado al segundo
palo que toca Alain, Pardo
remata y un defensa saca
bajo palos, cayéndole el
rechace a Javi Hernández,
que cuela el balón en la
red. Los vigueses pasaban
muchos apuros en los saques
de esquina y, el propio Javi
Hdez., pudo anotar el
tercero poco después, con un
cabezazo picado que se
marchó alto. El central
albaceteño volvía a ser
protagonista unos minutos
después, al ver su segunda
amonestación, quedándose los
de Granero con diez
jugadores sobre el campo. El
técnico valenciano reaccionó
ipso facto y dio entrada a
David Fernández en el eje de
la zaga, sustituyendo a un
intermitente Annunziata.
Orlando Quintana evitó el
gol del empate en dos
ocasiones del filial, en
botas de Borja Iglesias y
Thaylor, pero nada pudo
hacer cuando un buen pase al
hueco de Borja Iglesias
dejaba solo a Aitor ante
Orlando, al que batía con un
disparo raso,
El filial celtiña estaba
siendo superior tras la
expulsión, mereciendo el
empate, pero en el tiempo de
descuento, una falta botada
por Eneko, la recibe en el
segundo palo Salva Rivas,
tocando para Cervero que
empujó el balón a la red,
siendo anulado el gol por
fuera de juego del
sevillano.
Al final, un punto que sabe
a poco para los de Granero,
tras ponerse por delante en
dos ocasiones en el
marcador, lamentando
nuevamente los desajustes
defensivos del equipo.
Dos onces sobre el campo
Annunziata y Sergio García
protagonizaron la nota
anecdótica del partido, al
salir del vestuario al
descanso con el once en su
camiseta, cuando a Sergio
García le correspondía el
número 7, que cambió a los
pocos minutos de juego.
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