Los cántabros encauzaron pronto el partido con una primera media hora sobresaliente, ante un Oviedo que no compareció hasta la entrada de Alain Arroyo al descanso. El Racing coge el testigo del liderato.

Partido con sabor a Primera División, con diez mil espectadores y dos equipos con aspiraciones de regresar al fútbol profesional.

Granero formó con el once y esquema esperado, dando entrada a los jugadores que rotaron el miércoles como Javi Hernández, Héctor Simón, Susaeta, Annuziata y Cervero.

Desde el pitido inicial, el Racing mostró que no era como el resto de equipos que habían acudido al Tartiere. Los de Paco Fernández tomaron el timón del partido y encerraron en su campo a un Oviedo que no conseguía sacudirse de la presión y en la primera ocasión racinguista llegó el gol. En el minuto 8, Koné centró desde la izquierda al primer palo y Lafuente, anticipándose a la marca de David Fernández y cabeceando el balón a la red. No recularon los santanderinos, que gozaron de una nueva ocasión clara tres minutos después, cuando Nieto se coló hasta la línea de fondo dentro del área, dando el pase atrás para Javi Soria, que remató en dos ocasiones sin éxito, bien cubierto por la defensa azul.

El Oviedo encajó el segundo tanto a la salida de un córner botado por Rubén Durán, que cabeceó Andreu casi en el área pequeña, ante la mirada de Orlando Quintana, fijado bajo los palos. Cabe destacar que el gol llegó con los once hombres del Oviedo en el área, defendiendo el saque de esquina, como suele ser habitual. Ver primera foto.

Con el 0-2, continuó el asedio racinguista, que se encontró con una nueva ocasión en el minuto 17, cuando Nieto, se colaba en el área hasta la línea de fondo, dando el pase atrás para Rubén Durán, que remató fuera.

Durante la primera media hora, el dominio racinguista fue total, contando con claras ocasiones para golear a un Oviedo sometido a la presión de los hombres de Paco, que no dejaban sacar el balón jugado a los azules, dando una lección en toda regla al Oviedo.

El importante desgaste físico de los cántabros, y el marcador a su favor, hizo que bajasen el pistón en los minutos finales del primer tiempo, aunque el Oviedo no fue capaz de rematar entre los tres palos más allá de un disparo alto de Javi Hernández a la salida de un córner botado por Eneko en el minuto 29.

Granero buscó soluciones y dio entrada a Sergio García y Alain Arroyo, en detrimento de un inédito Susaeta, que apenas participó en el juego y de un Annunziata que demuestra ser buen jugador con el balón en los pies, pero carente de verticalidad, que es lo que necesitaba el equipo.

Los azules salieron decididos en busca del empate, ante un Racing que demostró tener un Plan B, dejando ahora la iniciativa al Oviedo y aguantando en su campo ordenados, con las líneas muy juntas, en busca de una contra que noquease a los carbayones.

La entrada de Sergio García y Alain mejoró a los de Granero, y en el minuto 51, Eneko conseguía un remate que se marchaba alto desde la frontal del área, aunque la mejora evidente llegó con el cambio de sistema, cuando Alain Arroyo pasó a la punta de ataque con Cervero, llegando entonces el penalti de Iñaki sobre el nueve oviedista, tras un derribo en el área en la disputa de un balón aéreo. Cervero lanzó la pena máxima abajo a la izquierda, consiguiendo su séptimo gol en liga. El Tartiere rugió con el gol y soñó con la remontada, pero unos minutos más tarde, el capitán y goleador azul, era expulsado por un manotazo en la cara al racinguista Oriol. A partir de ahí, el Racing trató de aprovechar su superioridad para sentenciar el partido y  volvió a abrirse en busca del gol, que llegó en el minuto 81 tras recibir Nieto un buen cambio de juego de Lafuente, que finalizó con un disparo cruzado que golpeó en el lateral de la red por dentro y salió de la portería, creando un momento de incertidumbre en el Carlos Tartiere, ante las dudas del colegiado, que señalaba saque de puerta, pero que, sabiamente, rectificaba para señalar el gol... aunque no detuvo el juego para remendar la rotura de la red, que su asistente López Fernández había supervisado en dos ocasiones esta tarde.

Con el 1-3 y diez jugadores, la remontada del Oviedo se antojaba más que complicada, pero en el minuto 93, Alain Arroyo remaquillaba el marcador, tras una falta botada por Héctor Simón al segundo palo, donde tocó David para el delantero, que empujaba el balón a la red. Un minuto después, el colegiado señalaba el final del partido, con una sonora pitada del público para los azules, que sumaron su cuarta derrota tras 12 partidos, en los que encajaron 15 goles, unas cifras que se parecen poco a las de un equipo que quiere quedar campeón y ascender, a pesar del tercer puesto en la clasificación.

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