El Real Oviedo se ejercitó
esta tarde en el Requexón a
puerta cerrada, para limar
detalles defensivos de cara
al partido del domingo.
Aitor Sanz disputa un
balón en el partido de O
Couto la pasada temporada.
"Cuando las cosas funcionan,
es mejor no tocarlas", esa
es la política de José
Carlos Granero, que repetirá
convocatoria y, muy
posiblemente, el mismo once
titular que venció al U.D.
Logroñés en el Carlos
Tartiere.
El primer equipo azul se
ejercitó esta mañana (10.00
h.) en El Requexón y tras el
mismo, Granero, facilitó la
convocatoria, en la que
repiten los 16 convocados
del pasado domingo. El once
se espera que sea el mismo
del domingo, aunque hay
alguna posibilidad de que
entre Sergio García en el
ataque junto a Señé, por el
mal estado del terreno de
juego gallego, Orlando
Quintana; Alba, David,
Pardo, Sergio Rguez.; Erice,
Héctor Simón; Susaeta, Señé,
Eneko y Cervero. En el
banquillo estarían: Pol
(P.S.), Javi Hernández,
Salva Rivas, Annunziata y
Sergio García.
Se quedan fuera de la lista
por decisión técnica Álvaro
Cuello, Iván Rubio y Sergio
Díaz, además del lesionado
Alain Arroyo.
El partido será mañana a las
16.45 h. en el campo de O
Couto -que se encuentra en
mal estado, como la pasada
temporada- y contará con el
arbitraje del madrileño,
Villoria Linacero.
El Rival: C.D. Ourense
El CD Ourense heredó en el
1947 los derechos deportivos
del Orensana, club que
desapareció justo en sus
momentos de mayor brillantez
deportiva, cuando alcanzó la
Segunda División y casi la
máxima categoría. La nueva
entidad pronto fue un
referente deportivo. En la
década de los sesenta
consiguió el ascenso a
Segunda División. Fueron
años de esplendor –cinco
años en la división de
plata- y que no volverían
hasta mediados los setenta.
En todo ese período, el CD
Ourense se encontró con
muchos y fuertes rivales en
las promociones, lo que que
evitó de manera consecutiva
su ascenso. En los ochenta,
se mantuvo viva la llama de
un club poderoso en lo
económico y brillante en lo
deportivo. Sin embargo, no
pasó de Segunda B hasta la
llegada al club del
verdadero motor de la
entidad: Manolo Rois. Un
presidente, que primero en
la sombra, alcanzó el apogeo
con dos ascensos a la
categoría de plata.
Luego dejó el club antes de
pasar a un período oscuro.
Un club lastrado en el
pasado por una tortuosa
conversión en SAD. En cuanto
un especulador entró, vendió
el club al Grupo Bahía, y
después de conseguir dos
ascensos a Segunda División,
la entidad fue cayendo hasta
caer en el famoso concurso
de acreedores. Fueron
tiempos terribles en lo
económico y en lo deportivo.
El CD Ourense terminó
descendiendo hace cinco
años.
Los rojillos tocaron fondo y
partieron de cero. Para
ello, se trabajó mucho el
fútbol base y se recuperó el
espíritu perdido del
ourensanismo. Volvieron
viejos técnicos y se
acompañaron de jóvenes
valores y empresarios
concienciados en la
necesidad de crecer. Sin
deudas, el CD Ourense
remonta el vuelo de la mano
de un grupo encabezado por
su presidente Alejandro
Estévez, recuperando
credibilidad social –son ya
más de dos mil abonados- y
confianza económica.
A nivel deportivo, este
curso el Ourense se presenta
con ilusión. Después de
consolidar la permanencia,
la entidad se plantea quedar
entre los diez primeros
clasificados. Ser un equipo
solvente, competitivo, es el
objetivo de su entrenador
José Luis Migues “Luisito”.
El entrenador santiagués
pilota un proyecto deportivo
ambicioso tras los fichajes
de relumbrón de Iker Alegre,
Javi Hernández o Gustavo
Souto. Futbolísticamente es
un equipo intenso, atrevido
y agresivo. Hasta el momento
no ha disfrutado de un buen
comienzo por culpa de las
lesiones, pero al completo
será un conjunto peligroso.
El campo de O Couto, en unas
condiciones terribles, será
cerrado durante un mes en
octubre. En el último año
han tenido serias
dificultades para poner
realizar un mantenimiento
apropiado, ya que las
instalaciones son de
propiedad autonómica, no
local por lo que la Xunta de
Galicia es la que se tiene
que hacer cargo de las
mismas.
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