Los cambios de Pulgar y la polémica arbitral decidieron que los tres puntos viajasen a la capital.

En un enredado choque , que dejó para la continuación todas las incidencias, el Uni se embolsó el premio de la victoria, siendo el protagonista el trencilla por su actuación, que enojó a los locales y se desconectaron pronto , terminando ambos contendientes con diez efectivos. Los negrillos de principio renunciaron a la pelota agazapándose atrás y mostrándose temerosos en su juego, los estudiantiles buscaban con ahínco las diagonales de Otero para desarbolar a su rival e insistían por el flanco derecho bien taponado, no generando peligro

El Lealtad gozó en esta primera fase de dos opciones muy claras, una vez rebasado el cuarto de hora, en un alarde técnico de Piniella que cuando encaró a José con todo a favor se le nubló la vista y a renglón seguido, el cancerbero desbarató una llegada de Villanueva.

Lo mejor estaba por acontecer y después del descanso, la novela nos entretuvo con capítulos cortos, intensos y con desenlaces inesperados.El maestro Pulgar pasó dos páginas al mismo tiempo y la entrada de la dupla JUAN CUEVA-FELIPE fue decisiva. El técnico pidió a su equipo que combinasen con más calma para mover a su oponente, y las modificaciones arriba dieron su fruto, además de retrasar la posición de Jabuto a central para controlar la pelota y sacarla con criterio desde atrás, en esta fase , los locales seguían espesos. En el 47 la primera combinación de los hombres de refresco se tradujó en gol tras arrancar Felipe en posible fuera de juego-circunstancia que desató la ira de los negrillos- por banda derecha y ceder para que JUAN CUEVA con algo de fortuna inaugurase la cuenta´

La gota arbitral que colmó el vaso fue la rigurosa expulsión de Pelayo con roja directa en una disputa aparentemente normal, los de JUAN PRADO, al quedarse con un hombre menos se desestabilizaron y caerían dos nuevos goles: uno de Felipe a pase de JUAN CUEVA en una triangulación literal tres toques y adentro. La cuenta estudiantil la cerró JONY. El partido para los maliayeses estaba sentenciado aunque en un arrebato de orgullo un penalty cometido por JABUTO- que le acarreó la expulsión - permitió mantener viva la llama de la esperanza al convertir MARCOS TRIVÍN, se acortaban distancias y se igualaban el número de efectivos, pero las prisas son malas consejeras y ayer el Lealtad no estaba inspirado.

En definitiva, el encuentro no fue duro a pesar de las excesivas tarjetas y las decisiones arbitrales privaron a los locales de tutear a un Uni que supo hacer su partido.