A pesar de jugar una hora con uno más, el Sporting no puede con un Murcia que aprovechó las enormes facilidades defensivas dadas por el Sporting.

El Sporting cae derrotado por su defensa. Por su defensa y por su fragilidad mental. Se podía augurar un inicio complicado de temporada en el Sporting –aunque quizá no un varapalo tan fuerte-. Pasar de la mentalidad de luchar por una permanencia que requiere unos 12-13 partidos ganados por temporada a luchar por un ascenso, en el que se requieren al menos el doble de victorias y competir al ciento por ciento en todos los encuentros, es complicado. Además el equipo, cuyo bloque se mantiene en un 80% del equipo, tiene que asimilar un nuevo concepto de juego. La duda que revolotea en el ambiente es si hay jugadores. Con Carmelo y De las Cuevas que ni están ni se les espera y una defensa que hoy fue, y no es un chiste, de risa, regalando los goles y mostrando una inseguridad y fragilidad inexplicables.

No todo fue negativo. El equipo crea ocasiones de gol –tarde o temprano entrarán- y se vieron brotes verdes con Carmona –apunta muy buenas maneras- y a Juan Muñiz –al que todo el mundo le ha colgado el sambenito de jugador blando y apático- en los que el juego mejoró mucho, pero en un equipo con un desbarajuste táctico enorme propiciado por los cambios de Manolo Sánchez Murias. No estuvo acertado el preparador gijonés que desarmó completamente un equipo ya cogido con alfileres.

El partido comenzó con el Sporting como un huracán y adelantándose muy pronto en el minuto 6. Un saque de esquina botado por Carmelo –autor de las dos asistencias hoy- que remachaba Bilic a la red. Buena jugada de estrategia, con un Trejo –lo poco destacable del Sporting- generó un espacio que Bilic aprovechó a la perfección. Pero este equipo tiene dos gravísimos problemas que subsanar y es su sistema defensivo y un problema de fragilidad mental galopante. No pasó ni otros 6 minutos cuando Nico Martínez –que se retiraría aparentemente lesionado antes del descanso- se va de toda la defensa rojiblanca, excesivamente blanda y sube el empate antes del cuarto de hora.

El Murcia siguió con su guión de replegarse y buscar la contra. La fragilidad defensiva local le daba pie a ello y Cristian pudo adelantar a los murcianos en el minuto 20 pero no acertó. Aun así, al Sporting se le ponía el partido de cara, Óscar Sánchez derribaba a Bilic cuando se iba solo ante Javi Jiménez y era expulsado. El empate se mantuvo hasta el descanso.

En la reanudación el Murcia se fue en el marcador. Dos goles de Matilla y Kike con sendos fallos defensivos de consideración propiciaron que el Murcia se encontrase con un jugador menos, pero con una ventaja de dos goles que no desaprovechó. Eso y el cambio de Manolo en el descanso, Gregory fue retirado para que entrase Guerrero en un síntoma de ir a por el partido sin remisión. Peor no pudo salirle la apuesta al técnico.

Sin nada más que perder Juan Muñíz y Carmona entraron al campo y el Sporting mejoró algo. Con una defensa de 3 hombres formada por Iván Hernández, Ricardo y Canella el Sporting se lanzó al ataque. De las Cuevas pudo anotar, pero su indecisión sobre enviar el balón a un Carmelo –que fue increpado por encararse con un sector del campo- o chutar le hizo perder la oportunidad. Se olía el gol, pero el tiempo pasaba y se necesitaban dos, ya que con uno no bastaba. En el minuto 82 una buena jugada de Carmona y Carmelo le dejaron el gol en bandeja a Juan Muñíz, que redujo las distancias en el marcador y abría un hilillo de esperanza de empatar el partido. Pero la realidad fue que de ahí en adelante nada, las lamentables pérdidas de tiempo –no se jugaron ni tres minutos de 11 que restaban desde el tanto de Muñiz- con el consentimiento arbitral, durmieron el partido hasta su conclusión.