La presión social, los malos resultados recientes y la conformidad de la propia plantilla fue clave en el cese del técnico vasco. Hoy se conocerá al sustituto.
Antonio Rivas, Toño Velázquez, Ramiro Solís, Ismael Díaz Galán, Lobo Carrasco, Raúl González, Pichi Lucas, José Manuel Martínez, Pacheta y Félix Sarriugarte, son los diez entrenadores que han pasado en los últimos diez años por el Real Oviedo, sin contar a Fermín Álvarez, que fue entrenador interino durante varias semanas. Entrenadores de todos los colores, resultadistas, amantes del "buen fútbol", charlatanes, introvertidos... Sólo Raúl González y Pacheta fueron capaces de iniciar y acabar una temporada completa en el Real Oviedo en la última década.
En la noche de ayer, el Consejo de Administración se reunía tras el partido con Félix Sarriugarte y le comunicaba el cese, reuniéndose posteriormente con Velázquez y Fermín para que tomasen las riendas del equipo en los próximos días -hasta la contratación de un nuevo entrenador- y posteriormente con los capitanes del equipo -que dieron informe positivo al cese del técnico-.
La presión social en las últimas semanas -ayer, más de de la mitad del estadio pidió la dimisión de Sarriugarte-, el conocido descontento de un sector de la plantilla con el técnico vasco, los malos resultados en el último mes y la imagen titubeante del equipo fueron las claves del cese para el Consejo de Administración, que pasadas las 22 h. de la noche de ayer comunicaba la decisión "unánime del Consejo de cesar al entrenador, aunque es un hecho que particularmente lamento" aseguraba Toni Fidalgo, que recordaba que "el entrenador junto con este consejo, se encontró en julio con el pedrero que era este club y lamentablemente tenemos que cesarlo cuando estamos dentro de los puestos de play off. Siendo sincero, no pensábamos que esta situación iba a pasar, ni que el Oviedo iba a estar 18-20 jornadas en los puestos de play off. Este hecho va en contra de mi manera de ser, pero llevo muchos años en el fútbol y sé que la situación era irreversible, el ambiente era desaconsejable para estos últimos partidos y para los hipotéticos de play off".
Toni Fidalgo despidió la comunicación haciendo un "llamamiento clarísimo a los aficionados, yo sé que hay una urgencia tremenda, pero este año es un buen año y tenemos que mantener la calma, porque sin tranquilidad el objetivo será mucho más difícil. Hemos hecho algo singular, con lo que yo no estoy de acuerdo, que es cesar a un entrenador que está a seis puntos del primero, pero las circunstancias son las que son, y pido que en lo sucesivo estemos todos unidos con el nuevo entrenador y con la plantilla que nos ha demostrado un compromiso absoluto". El presidente reconoció tener en cartera varios técnicos como posible sustitutos "es mi obligación y desde hace ya tiempo lo tenemos previsto, pero hay que encontrar en las próximas horas el perfil más adecuado y que encaje también con el perfil económico del club".
Ahora, el Consejo deberá alcanzar un acuerdo para la rescisión del contrato con Félix Sarriugarte, que en las fechas previas a la Ampliación de Capital, acordó con el Consejo incluir en su contrato una cláusula que le garantizaba una sustanciosa indemnización en caso de cese si el equipo se encontraba entre los cuatro primeros clasificados. El técnico vasco recogió sus pertenencias de El Requexón esta mañana antes del entrenamiento del equipo, volviendo a Bilbao sin despedirse de los jugadores, lo que da muestra de la escasa comunicación existente con la plantilla.
Muy posiblemente en la tarde de hoy se conocerá al nuevo entrenador. A las 19.00 h. se reunirá el Consejo de Administración en el Carlos Tartiere.
Los pros y contras de Sarriugarte
El 17 de julio se incorporaba Félix Sarriugarte al Real Oviedo, un día después de que el equipo arrancase la pretemporada y varios días después de que lo hicieran otros equipos de la categoría. Tan sólo ocho de los quince jugadores que se ejercitaron el primer día continúan en la plantilla actual, tras la rescisión de varios contratos.
Con poco tiempo y muchas limitaciones económicas para confeccionar la plantilla, Sarriugarte y el representante Agustín Anglada, se pusieron manos a la obra para incorporar jugadores e ir dibujando el plantel oviedista de esta temporada. El presupuesto destinado a la primera plantilla, cercano al millón de euros, estaba consumido en un 65% -aproximadamente-, lo que dejaba tan sólo 350.000 € disponibles -aproximadamente- con los que se firmaron a once jugadores, sin incluir a Cervero que fue fichado por el Consejo anterior.
A pesar del escaso tiempo para conjuntar la plantilla, el equipo comenzó con bien pie en Liga y en Copa, con dos victorias consecutivas, unidas a la de la 1ª Ronda de Copa del Rey ante el Fuenlabrada, que devolvieron el optimismo al oviedismo. 24/28 jornadas en play off avalaban el trabajo de Sarriugarte, siendo desde la jornada 12 de forma consecutiva hasta ahora.
El técnico dispuso de la confianza del Consejo para realizar los cambios oportunos en el mercado invernal, manejando un presupuesto adicional cercano a los 150.000 € que permitieron la llegada de Orlando Quintana, Héctor Simón, Fran Sol y Pepe Díaz, todos ellos procedentes de Segunda División, aunque realmente sólo Pepe Díaz ha tenido participación regular en el equipo desde su llegada en enero.
El Oviedo de Sarriugarte se mostró desde pretemporada como un equipo bien posicionado defensivamente y que trataba de llevar la iniciativa de los partidos con un juego elaborado. El pésimo estado del Carlos Tartiere se convirtió en un inconveniente añadido para el técnico.
Las contras:
- Con el paso de las jornadas el equipo se mostraba sólido como local, aunque venciendo los partidos con mucho sufrimiento, e irregular a domicilio, con derrotas duras y mala imagen en Mieres, Gijón, Alcalá y Marino (Tenerife) que restaron crédito al equipo.
- Su carácter introvertido, sus declaraciones conservadoras ante los medios, unido a los malos resultados y mala imagen del equipo en los dos últimos meses, se convirtieron en su principal enemigo ante un amplio sector de la afición, que pedía su dimisión.
- La gestión del vestuario tampoco fue la mejor por parte del técnico vasco, la falta de comunicación con los jugadores, con los que mantenía un trato excesivamente distante, trajo la pérdida de confianza de la mayor parte de los jugadores en su método.
- El bajo nivel del grupo, con equipos de inferior presupuesto a la par que el Real Oviedo como el Coruxo, Fuenlabrada, Caudal... crearon una comparación negativa para los resultados de su equipo.
La destitución llega en un momento avanzado de la temporada, con el equipo bien clasificado y con opciones de pelear por la primera plaza -seis puntos de desventaja y a la espera de que el Tenerife acuda al Tartiere-. El equipo no afrontaba con garantías el tramo final de liga y el técnico era responsable en cierta medida de esto, aunque no el único, los jugadores disminuyeron su rendimiento en la segunda vuelta, con partidos clave como los anteriormente citados: Gijón, Alcalá y Tenerife, donde se comenzó a gestar el cese del entrenador. La deteriorada relación con los jugadores queda ratificada tras la marcha de Sarriugarte esta mañana sin querer despedirse de la plantilla.