De inicio, el Navia salió más bullicioso e impetuoso sin inquietar demasiado ante un Lealtad que le costó adaptarse en los primeros compases pasando posteriormente a llevar la posesión sin profundidad, en un primer tiempo trabado, con poca claridad y sin oportunidades.

La segunda parte, al menos, deparó un puñado de ocasiones que otorgaron incertidumbre. Los locales manejaban más la pelota, empeñándose en entrar por el centro, situación en la que el Navia se encontraba cómodo. A pesar de la insistencia, cuando los negrillos cambiaron el criterio y se decantaron por los flancos aparecieron espacios para inquietar a Aitor. Los de Pedro Luis ordenados no perdían la cara al partido e incluso llegaron a apurar a un Porrón que se estiró con agilidad para desbaratar el susto visitante.

En definitiva, El Lealtad cosecha su segundo empate consecutivo sin goles, y en el Navia renace la esperanza de permanencia al obtener 5 de los últimos nueve puntos.