Las
bajas obligaban a Félix
Sarriugarte a formar un once
inédito y más por las
ausencias de los dos
medioscentros titulares,
Cerrajería y Aitor Sanz, lo
que motivaba el debut como
titular en el centro del
campo de Iván Rubio
acompañando a Héctor Simón,
un centro del campo con un
perfil completamente
diferente al habitual.
Cervero, Pepe Díaz, Manu
Busto y Orlando Quintana
también causaron baja por
lesión, mientras que Owona
fue el único descarte por
decisión técnica.
En frente
el colista, el C.D. Marino
recién ascendido, que sumaba
cinco derrotas consecutivas,
con sólo dos victorias y
cuatro empates, curiosamente
uno de ellos en el Carlos
Tartiere (0-0).
Sarriugarte formó con la
alineación esperada y el
equipo salió con intensidad,
buscando el área contraria,
disfrutando de varias
aproximaciones en los
primeros minutos, la más
clara de Íker Alegre en el
minuto 6. El Marino fue
tomando su sitio en el
terreno de juego y, bien
plantado defensivamente,
buscaba a la contra sus
oportunidades. El primer
disparo entre los tres palos
de los tinerfeños acabó en
gol, un error de despeje de
Dani Barrio, que se quedó
demasiado corto, lo recogió
Balduino a 30-35 m. para
batir por alto a un
adelantado Dani Barrio, que
sigue mostrando
incertidumbre y nerviosismo
en la portería azul,
ensombreciendo su gran
comienzo de temporada.
El Oviedo
buscaba insistentemente a
Xavi Moré -hoy capitán-, que
no encontraba apoyos, ni
rematadores para sus centros
desde la banda derecha. Tan
sólo reseñar un remate de
Casares y otro de Fran Sol,
que resolvió sin demasiados
problemas Alberto.
En el
minuto 35 llegaba la jugada
desgraciada para el Oviedo,
con un inocente penalti de
Baquero, que llegaba tarde
con una entrada a ras de
suelo sobre Balduino y que
el colegiado no dudaba en
señalar. El delantero local
anotaba la pena máxima con
un disparo por el centro a
media altura, engañando a
Dani Barrio. De ahí al final
lo intentó el Oviedo, aunque
sin ideas, ni remate sobre
la portería del colista,
ante un Marino bien plantado
defensivamente.
Se
llegaba al descanso con 2-0,
en una primera parte de
ligero dominio del Real
Oviedo, que se encontró con
dos goles en dos acciones
desafortunadas, aunque sin
mordiente alguna en el
ataque, más allá de las
intervenciones de Xavi Moré.
Sarriugarte movió ficha y
dio entrada al desterrado
Señé -que volvía a disfrutar
de minutos más de dos meses
después- en el centro del
campo en detrimento del
amonestado Baquero, pasando
Iván Rubio al lateral
derecho y David Fernández al
eje de la zaga junto a
Mantovani.
El
partido se puso de cara en
el primer minuto de juego
con un golazo de Héctor
Simón. Tras el saque inicial
se abrió el balón a la
derecha para Xavi Moré, que
centró al área y el rechace
le cayó a Héctor Simón,
quien desde unos 30 metros,
y escorado a la derecha, con
una perfecta volea, batió
por alto a Alberto.
El Oviedo
no encontraba patrón de
juego, con un Fran Sol como
referencia ofensiva poco
acertado. Íker Alegre, que
pasó inadvertido en la
primera mitad, se entonó en
la segunda y fue el jugador
más participativo junto a
Xavi Moré.
Pudo
empatar el Oviedo en el
minuto 61 un disparo de Señé
desde la frontal se marchó
rozando el poste derecho de
Alberto, la réplica la puso
Balduino en el 65' tras
revolverse en el área y
sacarse un disparo a cinco
metros de la portería, que
rechazó bien Dani Barrio en
el primer palo.
Jandro
entró en lugar de Iván Rubio
en el lateral derecho, una
posición desconocida para el
canterano oviedista, cuando
el cambio natural quizá
hubiera sido la entrada de
Cantero en la izquierda y
pasar a Álvaro a la derecha.
Las
imprecisiones en los dos
equipos evitaban que hubiera
un dominador claro, aunque
por el marcador desfavorable
para los carbayones, fueron
éstos quienes buscaban con
más hincapié la portería de
Alberto, llegando la jugada
clave en el minuto 71,
cuando el colegiado
extremeño, Ceballos Silva,
señalaba una caída de Íker
Alegre en el área como
penalti, cuando David Dorta,
robaba el balón claramente
sin derribar al extremo
gijonés. Xavi Moré,
encargado de los penaltis en
ausencia de Cervero, lo
lanzaba abajo a su
izquierda, estrellándose el
esférico en el poste y
paseándose por la línea de
gol sin que nadie lo
introdujese en la portería
tinerfeña.
La
segunda parte estaba
resultando igualada en
cuanto a juego, pero con las
mejores aproximaciones para
los ovetenses. Jairo Cárcaba
entró sustituyendo a Casares
-poco participativo y
acertado en la mañana de
hoy-, colocándose en el
ataque junto a Fran Sol. El
Oviedo comenzó a colgar
balones a Cárcaba sin éxito,
dando imagen de no tener
ideas para crear
oportunidades para conseguir
el empate. Cuando todo
parecía perdido, en el
minuto 93, Xavi Moré dispara
desde 35-40 metros escorado
en la derecha y el balón
golpea en el larguero,
cayéndole el rechace a Íker
Alegre, desviando su remate
a bocajarro, Alberto.
Sin
tiempo para más, el Oviedo
cayó en el campo del
colista, que sumó su tercera
victoria de la temporada
-las anteriores fueron ante
el penúltimo (Alcalá) y
antepenúltimo clasificado
(Rayo "B")- tras un partido
igualado, con ligero dominio
carbayón, que pese a no
encontrar profundidad en
ataque, dispuso de ocasiones
para al menos arañar un
empate ante un Marino que
materializó dos goles en sus
tres disparos a puerta.
Derrota
que deja al Oviedo en
tercera posición, tras el
empate del Tenerife en
Zamora (1-1) y la victoria
del Leganés frente al Getafe
"B" (1-0), y a 8 puntos del
liderato, en uno de los
peores momentos de la
temporada de los de
Sarriugarte, con un sólo
punto sumado en las tres
últimas jornadas.
El equipo
volverá al trabajo mañana
lunes a las 10.30 h. en El
Requexón, para comenzar a
preparar el partido del
domingo a las 18.30 h. en el
Carlos Tartiere frente al
Rayo Vallecano "B".