0.-
C.D. Marino: Matías;
Pablo, David Dorta, Ayoze
Placeres, Jaime; Rayco,
Poncho; Aarón (Amado, 46′),
Chema (Noah, 46′), Sandro; y
Balduino (Ramsés, 65′).
1.- Marino de Luanco:
Rafa Ponzo; Omar, Raúl
(Saavedra, 73′), José Ángel,
Moisés; Espolita; Titi
(Robert, 82′), Castaño (Juanma,
67′), Adrián Cruz, Espina; y
Chus Hevia.
Árbitro: José Emilio
Sánchez Aparicio, del comité
catalán. Asistido por Andreu
Boada Hidalgo e Israel
García Membrive. Amonestó a
los locales David Dorta
(44’), Noah (61′) y Jaime
(79′); y a los visitantes
Adrián Cruz (34’), Omar
(48′), Moisés (51′) y
Saavedra (90′).
Gol: 0-1 (27’): Omar
aprovechó un rechace de
Matías, tras un lanzamiento
de falta de Adrián Cruz,
para hacer el primero de lo
visitantes.
Incidencias: Antonio
Domínguez. Mañana agradable
y terreno de juego en
irregulares condiciones.
Floja entrada, con alrededor
de 150 espectadores. El ex
del CD Tenerife Amado debutó
en el Marino.
Un
mejorado Marino no pudo
sumar un solo punto en el
duelo ante el Marino de
Luanco. Un solitario gol de
Omar, tras un rechace
demasiado en corto de
Matías, hizo que el
combinado asturiano se
llevase la victoria. El
conjunto tinerfeño fue mejor
que su rival en la primera
parte, pero no dio con la
portería de Rafa Ponzo. En
la segunda mitad, las
fuerzas se igualaron y los
de José Luis Quirós pasaron
menos apuros para mantener
su mínima renta (0-1).
El equipo local salió con la
intensidad adecuada y una
adelantada línea de presión,
que metía en dificultades al
superado cuadro asturiano.
La primera ocasión fue para
los insulares, con un Aarón
Darias profundizando por la
izquierda y enviando un
balón atrás, después de
quebrar a Ponzo en la
salida, que fue despejado
con dificultades por la zaga
visitante. Solo habían
transcurrido cuatro minutos
y el Marino había pisado el
área rival con peligro.
Luego la tuvo Balduino, y su
potente lanzamiento fue
repelido por el
internacional venezolano
(7’).
El conjunto de José Juan
Almeida buscaba salir por
fuera, con Aarón y Sandro
pisando la línea de cal.
Luego, por el centro, Rayco
ponía el trabajo y Poncho
quería crear peligro con
pases verticales. La cara
era otra. El Marino de
Luanco no perdía la cabeza.
Sabía que tenía que jugar
con la acuciante situación
clasificatoria del cuadro
sureño. Así, el veterano
Castaño dio un pase adelante
y buscó el gol que evitó la
zaga local (17’). Las
fuerzas se habían nivelado.
Chema le ganó un balón a
Raúl y se plantó solo dentro
del área, algo escorado a la
izquierda. Las dudas del
grancanario entre acabar él
la acción o buscar asistir a
un compañero le jugaron una
mala pasada, y finalmente un
zaguero visitante mandó a
córner su pase a tierra de
nadie (22’). Y fue el Marino
de Luanco el que supo sacar
ventaja. Un lanzamiento de
falta rechazado Matías fue
aprovechado por el lateral
Omar para poner en ventaja a
los suyos (27’). El equipo
visitante hizo justo lo que
no había hecho el conjunto
local: aprovechar su
ocasión.
Con todo, el Marino seguía
dando la cara. Balduino
acumuló varias ocasiones con
peligro y luego, Aarón
Darias, otra vez incisivo
por su banda, buscó sin
premio nivelar la contienda.
De cabeza, a la salida de un
córner, José Ángel estuvo
cerca de ampliar la cuenta
visitante (41’). La réplica
la diseñó Aarón quien metió
al corazón del área para que
Balduino, algo forzado,
golpeara directamente fuera.
La primera mitad tocó a su
fin con un disparo de falta
de Adrián Cruz que ahora sí
repelió con acierto Matías
(45’).
Los segundos 45 minutos
comenzaron con la irrupción
en el once del Marino de
Alberto Noah y Amado. El
atacante se situó como
referencia ofensiva y el ex
del Tenerife se ubicó en el
eje del centro del campo.
Sandro pudo hacer la
igualada con un buen golpeo
de falta que Rafa Ponzo,
empleándose a fondo, mandó a
córner (48′). El Marino no
renunciaba a nada. Balduino
lo buscó sin fortuna (59′).
Merecía mejor suerte el
combinado tinerfeño. Ramsés
tuvo sus primeros minutos en
la escuadra sureña.
Pasaban los minutos y las
fuerzas comenzaban a fallar.
También la confianza. Una
vez más, los puntos se
marchaban con destino al
casillero de otro rival. La
mejoría fue evidente y por
ocasiones, el Marino mereció
mejor suerte. Pero esos
merecimientos hay que
plasmarlos en todas las
partes del terreno de juego.
Los progresos defensivos del
conjunto de Almeida, por
cierto huérfano de victorias
desde que inició su aventura
en la Isla, no han sido
suficientes. Ni un punto.
Otra derrota. Demasiadas ya.