El partido dejó a la afición un gusto al fútbol norteño de antaño, con lucha, entrega y disputa de cada balón como si fuera el último. Y es que los de Rueda tenían ganas de empezar a voltear la mala imagen de las últimas semanas y los visitantes querían sacar réditos de un equipo en horas bajas.

Pero el fútbol tiene estas cosas y hace que cada partido sea distinto, y por ello esta tarde el Llanes fue quien lo intentó todo y buscó la portería de visitante sobre todo con la velocidad y la inspiración de Jorgín que se convirtió en una autentica pesadilla para la defensa de cuatro que había planteado Nené. Por su parte el Langreo sólo inquietó al meta Adrián con lanzamientos lejanos de Lombán y de Alonso.

Por su parte el Llanes buscó insistentemente ganar el encuentro y dispuso de varias ocasiones en la cabeza de Pantín, en sendos disparos de Fran y Chus que saldrían fuera por milímetros y las más claras cuándo el partido tocaba a su fin en un disparo desde la frontal de Jorgín que obligó Guillermo a realizar una gran intervención y en el último suspiro un buen remate de Pantín que se estrelló en un defensa cuando ya se cantaba el gol.