El Lealtad mereció más ante un filial oviedista que consiguió la igualada en el último suspiro con un gol de Borja Granda.

El Lealtad zarandeó durante muchos minutos al líder y cuando ya se acariciaba la victoria, emergió Borja Granda en el último segundo, para salvar los muebles de los azules, que dejaron una imagen mediocre, condicionados por el buen hacer de los locales, que abandonaron el césped contrariados por la parcial actuación del trencilla que lesionó sus intereses.

De inicio, los negrillos estudiaban al rival y pronto se decidieron a tomar las riendas ante un líder que no era tan fiero como lo pintaban, las combinaciones a la espalda de la defensa y las diagonales traían en jaque a la retaguardia oviedista, muy frágil, en estos primeros compases , aunque el meta Adrián abortaba todas las andanadas de los de Juan Prado. Superada la primera media hora llegaría la jugada polémica que crisparía los ánimos de la parroquia local al invalidar un tanto a Robi- de manera injusta a todas luces-en un acrobático remate que interpretó el árbitro como juego peligroso, aunque en ningún momento su par hizo ademán de disputar el balón y no corría riesgos su integridad. Los de Iván Palacios sólo originaban inquietud a balón parado.

En la reanudación, los maliayeses muy concienciados seguían con la misma tónica, ante un inoperante oponente, sin ideas, que únicamente arriesgó cuando se vio por debajo en el marcador. Los villaviciosinos fueron capaces de hacer lo más difícil que era adelantarse merced a un enrabietado Robi que aprovechó gustoso un corner botado por Yosu para batir a Adrián. A partir de ahí, el filial con el permiso de los negrillos , llevaría la iniciativa y daría entrada a su arsenal ofensivo que apenas intervinieron, el mediocampo local se exprimía para mantener la ventaja y contener las acometidas . Con el partido agonizando una falta discutida fue golpeada por Belarmino y un atento Borja Granda robó la cartera a todos para igualar la contienda.

En suma, al Lealtad el empate le sabe a poco, es cierto que por ocasiones mereció más, y se vio perjudicado por la labor arbitral, ante unos visitantes que haciendo lo justo se apropiaron de un excesivo botín.