El Tenerife
goleó en los minutos finales
al Marino de Luanco, cuando
los de Quirós adelantaron
líneas para buscar el
empate.
4.- C.D. Tenerife:
Aragoneses; Javi Moyano,
Bruno, Tarantino, Raúl
Llorente; David Medina
(Yeray, 46’), Íñigo Ros;
Suso, Luismi Loro, Chechu
(Nico, 80’); y Aridane (Guillem
Martí, 62’).
0.- Marino de Luanco:
Rafa Ponzo; Omar, José
Ángel, Saavedra, Guaya;
Castaño (Espolita, 64’);
Robert, Adrián Cruz (Diego,
61’), Pablo Hernández, Álex
Arias; y Juanma (Jonathan,
73’).
Árbitros: Aarón
Suberbiola Zuñiga, del
comité vasco. Asistido por
Julen García Villarreal y
Asier Pérez de Mendiola
González. Amonestó a los
locales Tarantino (50’); y a
los visitantes Álex Arias
(54’).
Goles: 1-0 (42’):
Chechu metió un balón de gol
que Suso convirtió en el
primero de la mañana. 2-0
(77’): Yeray robó y tocó
para Guillem Martí, quien
observó el desmarque de
Luismi Loro, que amplió la
ventaja de los suyos. 3-0
(80’): Yeray asistió en
profundidad a Suso, quien
por bajo hizo el tercero.
4-0 (93’): Nico metió un
buen balón a Guillem Martí,
que cerró la cuenta de los
suyos.
Incidencias:
Heliodoro Rodríguez López.
Mañana agradable y césped en
óptimas condiciones. Más de
un cuarto de entrada, con
8.070 espectadores.
El Tenerife lanzó un nuevo
mensaje, muy claro, a sus
rivales. Ante el sexto
clasificado, Marino de
Luanco, el combinado de
Álvaro Cervera se dio un
festín, sobre todo en una
brillante segunda parte.
Suso, en dos ocasiones,
Luismi Loro y Guillem Martí
refrendaron la victoria
(4-0) de un líder que
acumula una nueva jornada, y
ya van 13, sin conocer la
derrota.
La respuesta inicial de los
insulares fue la acertada.
El equipo blanquiazul se
hizo con el dominio de la
pelota y buscó salir casi
siempre por la banda
derecha. Ahí, Javi Moyano y
el bigoleador crearon una
buena sociedad. Por ahí
buscaba el conjunto local
montar sus acciones
ofensivas. El zaguero lo
intentó incluso con varios
lanzamientos lejanos (8’ y
19’). Mientras, el del
Hearts se encargó de
fabricar una ocasión,
bastante clara, que Luismi
Loro, dentro del área y de
zurda, no pudo mandar entre
los tres palos (14’).
El Marino de Luanco no
existía en ataque y con un
centro del campo poblado
hasta con cinco futbolistas
trataba de eliminar
cualquier atisbo de creación
entre los tinerfeñistas. Sin
un gol en los primeros
minutos que sirviera para
abrir la lata asturiana,
tocaba armarse de paciencia.
También los aficionados,
quienes tímidamente, con
algunos silbidos, mostraron
su reprobación al fútbol de
los locales. La exigencia es
máxima. Con todo, el
Tenerife seguía es una línea
positiva y era el único que
apostaba de forma clara por
buscar todos los puntos en
juego.
Suso cambió de nuevo de
marcha y localizó a Chechu.
El ex del Girona golpeó con
potencia, pero no pudo
dirigir el lanzamiento
(31’). Viendo el transcurrir
del encuentro, para un
hincha era mejor ser
blanquiazul que del cuadro
asturiano, porque era el
Tenerife el que ponía toda
la carne en el asador. Sin
perder la cabeza, y por
momentos con dificultades en
la línea de creación, pero
siempre con la vocación de
mirar arriba. De esta manera
se desplegó rápido en
ataque, con Aridane
corriendo por el costado
zurdo y metiendo un pase con
el exterior del pie derecho
que fue interceptado por un
zaguero local cuando Suso,
casi en boca de gol, se
disponía a hacer el primero
de la mañana.
Era cuestión de perseverar.
Ningún equipo te da
facilidades y en el Estadio,
el sexto clasificado iba a
vender muy cara la derrota
(que finalmente se produjo).
Chechu tiró de galones y en
una perfecta maniobra se
escapó de su par y metió un
pase abajo, al segundo palo,
que Suso depositó en el
fondo de la meta visitante
(42’). El uno a cero era una
realidad. El de Taco,
después de no parar de
intentarlo desde que se
inició la Liga, dio con la
portería rival. Alegría y
susto al final de los
primeros 45 minutos. Robert
se coló entre los centrales
y remató por bajo. El balón
se marchó a centímetros del
poste derecho de un
encolerizado Aragoneses.
Tarantino le tuvo que pedir
calma a su compañero.
La
segunda mitad se inició con
el cambio (decisivo) de
Yeray por David Medina.
También con una doble
oportunidad para los
locales. Chechu remató abajo
y Rafa Ponzo repelió como
pudo el esférico. Luego, de
cabeza, Raúl Llorente buscó
el segundo palo y ahí, el
exblanquiazul volvió a
desbaratar el peligro (47’).
El conjunto de José Luis
Quirós dio un paso adelante.
Pero fue el Tenerife el que
tuvo cerca la sentencia.
Chechu observó el desmarque
de Guillem Martí y le dio un
balón en profundidad. El ex
de Ried lo tenía todo a su
favor, pero no fue capaz de
ganarle la batalla
individual a Ponzo (68’).
Ocasión como ésa son las que
no puede desperdiciar si en
algún momento trata de
discutirle el puesto en el
once a Aridane.
El balear se sacó la espina
minutos después. Yeray peleó
un balón que ganó y sirvió
para su compañero. Cabeza
arriba y centro al corazón
del área para que Luismi
Loro, llegando desde atrás,
pusiera la directa rumbo a
una nueva victoria (77’). El
Tenerife se desmelenó y tres
minutos después, Yeray
localizó a Suso rompiendo
por el centro. Otro gol del
tinerfeño. Alegría y
celebración por todo lo
alto, en especial para su
pequeña. Guillem Martí pudo
ampliar todavía la cuenta,
tras la enésima subida al
ataque de Javi Moyano. Buscó
un golpeo de primeras que le
marchó alto. Tuvo
recompensa. En la última
jugada del partido, Nico le
dio un pase y en esta
ocasión, el atacante local
no erró (93’). Final de
fiesta perfecto para el
líder del Grupo I de la
Segunda División B.