Segunda victoria consecutiva
de los de Chiqui de Paz, que
siguen en la segunda plaza,
a un sólo punto del líder.
Juan Díaz volvió a ser
clave.
1.- Getafe C.F. "B":
Alberto; José Ruiz, Postigo
(A), Robin (R 64’), Mauri;
Carles; Samu Saiz (A), Diego
Benito (Toni 74’), Jorge
Félix, Jony (Óscar
Fontdevila 66’); Yacine
(Dani Gómez 59’).
2.- Real Avilés:
Rebollo; Hécto, Boris,
Jorge, Alex Cruzr; Juan Díaz
(A), Borja (A); Geni,
Gerardo (Sergio 88’),
Abraham (A) (Aitor 78’);
Naya (Ito 41’).
Goles: 1-0 m. 6 Jony;
1-1 m. 49 Juan Díaz; 1-2 m.
65 Geni (p.)
Árbitro: Ripoll
Solano. Comité balear. Bien.
Incidencias: Ciudad
Deportiva. 300 espectadores,
con algunos aficionados
avilesinos.
El viento sopló en contra y
cambió el rumbo del filial.
Así se explica las dos
versiones que vivió el
Getafe B de la primera a la
segunda mitad. En una fue
superior, dominó y llegó
venciendo al descanso; en la
otra fue dominado y superado
por un Avilés que hizo valer
su altura en la
clasificación para llevarse
los tres puntos hasta
tierras asturianas.
Le tocó innovar once a
Ferreras por la baja de
Ousmane y optó por blindar
la medular con hombres de
toque. Así, a los ya
habituales Carles y Diego
Benito se incorporó Jorge
Félix. El objetivo no era
otro que anular la zona
ancha del Avilés, poblada
con gente veterana que sabe
lo que es bregar y, además,
con una elevada dosis de
calidad y veteranía. No
obstante, esa apuesta
inicial tomó calibre y
acierto en los primeros
minutos del choque en la
figura de Jony, que
aprovechó un error en el
despeje del meta Rebollo
para hacer el primero de la
mañana en la Ciudad
Deportiva.
Todo parecía felicidad con
el viento a favor. Los
azulones estaban cómodos
sobre el césped de la Ciudad
Deportiva, con una alegría
inusual en ellos, aunque en
los metros finales no
terminaban de culminar sus
acometidas. De hecho,
Rebollo no intervino en la
primera mitad ni una sola
vez más.
La reanudación cambió todo.
El viento que soplaba en
contra se le atragantó al
filial y el choque también.
Cuando apenas habían
transcurrido cuatro minutos
del segundo acto Juan Díaz
envió a la red una falta
para hacer la igualada. No
pintaba nada bien el partido
para los azulones, que
además carecían de posesión
y no transmitían buenas
sensaciones. El Avilés, de
manera inversamente
proporcional. Tras el gol
mostró las condiciones que
se le esperaban de inicio y
mostró todo su arsenal,
siempre dirigidos desde la
medular por un imperial Juan
Díaz que nutría de balones a
Gerardo, un incordio entre
líneas. Tanta superioridad
al final culminó en el
segundo tanto asturiano, que
nació a raíz de un penalti
por manos dentro del área de
Robin, que fue expulsado.
Alberto no pudo hacer nada
por atajar la pena máxima de
Geni, que establecía el 1-2
que el tanteador reflejaría
a la conclusión.
Abajo en el marcador y en
inferioridad el filial no le
dio la espalda al partido.
Al revés. Valiente, como le
caracteriza, fue a por él.
Aunque, como siempre, pudo
más el corazón que la cabeza
y los ataques carecieron de
criterio. Aún así, un
cabezazo de Postigo, un
auténtico mariscal en la
zaga, y un remate al poste
de Toni, pudieron haber
cambiado el sino de un
encuentro que se llevó el
Avilés.