Partido
con dos tiempos muy
desiguales donde el
respeto o temor entre
los representante de las
dos canteras hiciera que
se repartieran los
puntos para hacer
justicia a los mérito de
ambos.
En el primer tiempo los
locales cedieron la
posesión del balón con
la esperanza de coger en
algún descuido a la
defensa de Mareo que se
presentaban en el
Requexón con alguna baja
importante. Este mayor
dominio no tuvo su
correspondencia en
ocasiones de gol y los
locales se defendieron
bien con orden y
seguridad.
La segunda parte empezó
con un tempranero
penalti sobre el
peligroso Castro que él
mismo se encargó de
transformar raso a la
derecha de Marcos que
llegó a tocar el balón.
El Sporting no se cerró
y dos minutos más tarde
el ariete ovetense David
pudo empatar si su
remate, con Chechu ya
superado tras una buena
jugada por la derecha de
Juan, no se le fuese al
poste. El mismo
inquietante David vuelve
a quedarse solo ante en
guardameta del Sporting
en el minuto 49 que
salva el empate en un
mano a mano con el
delantero.
Fue
entonces cuando los de
Gijón tuvieron que
protegerse ante la mayor
presión de los locales y
con la defensa más
cerrada los de Hidalgo
no le quedaba más
remedio que acudir al
juego aéreo aspecto
complicado dada la
autoridad de Chechu.
Hasta que el minuto 78
que con un saque de
esquina muy bien lanzado
por Ernesto que ya había
avisado sobrepasa la
salida del portero y
Pelayo remata de cabeza
estableciendo el empate.
De ahí hasta el final,
partido loco con el
Oviedo volcado sobre un
Sporting que trataba de
cogerles al contraataque
y con una jugada final
en la que Marcos salva
para los locales un
punto al desviar a
corner un tiro de Alex
García que se le
presentó solo ya en
tiempo de descuento.
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