El filial acaba con la condición de invicto del Cudillero en un partido que acabó con un expulsado en cada equipo.

Si hubiese estadísticas del partido solo servirían para desesperar más a la parroquia local que vio como un joven pero no por ello inexperto Vetusta se llevaba los tres puntos con tanto solo 3 o 4 llegadas a puerta.

No es fácil y por ello tiene su mérito que de una indecisión de la defensa local al saque de un corner cuando transcurría el minuto 9 de partido los ovetenses se adelantasen en el marcador y supieron administrar esta ventaja. 

Los del Requexón con un conocedor de la casa como lo es su entrenador Iván Palacios supieron estirar el campo, proteger su posesión del balón, pelear por el centro, cerrarse y cuando faltó algo de esto ahí estuvo el portero Adrián. Tienen argumentos y a poca exposición lucen. 

El segundo gol de los ovetenses se produjo tras un error de la defensa por la pérdida de balón en la banda a la altura del medio del campo que aprovecha Jairo Cárcaba fresco en cabalgada se va hacia el área sortea al portero y cuando remataba a gol es derribado  por detrás por Manu Blanco lo que supone el penalti y expulsión. Pena máxima transformada por Rua en el minuto 80. 

A los de Arniella le quedaban 10 minutos con 10 hombres para la heroica, labor difícil aunque el Vetusta se quedase a los dos minutos también con 10 jugadores por expulsión de Madeira por una entrada que el árbitro consideró de roja directa.   

Para compensar los intentos locales, éstos recortarían en el minuto 87 con una buena jugada de Saka que interna por la banda izquierda y su pase largo al lado contrario llega Alberto Medio que sobre la misma línea de fondo bate al portero Adrían. 

Final de partido con el árbitro como centro de las críticas 

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