Si la semana pasada
hablábamos de cómo poder
incluir en el
entrenamiento trabajos
en los que mejorar
factores que afectan más
a las cualidades
motrices del jugador
(coordinación,
equilibrio, etc.) en
ésta incidiremos en el
trabajo físico para la
mejora en el salto
(dirigido principalmente
al remate de cabeza pero
extrapolable a otros
gestos técnicos o
situaciones
futbolísticas)
Uno de los métodos de
trabajo más utilizados
para esta mejora es la
pliometría, a
la cual dedicaremos las
siguientes líneas
La base de la
pliometría se
fundamenta en la
fuerza reactiva,
en un reflejo
muscular (miotático)
a través del
cual un músculo
previamente
estirado (fase
excéntrica)
genera una
fuerza mucho
mayor y más
rápida que si el
trabajo se
realiza desde
"parado". La
velocidad se
fundamente en
que esta última
contracción
muscular viene
"directamente"
de la médula y
no del sistema
nervioso central
como en el
movimiento
normal. |
 |
Este tipo de contracción
es muy frecuente en la
mayoría de los gestos
deportivos y, por ello,
su especificidad hace
del entrenamiento algo
muy recomendable.
Este trabajo
pliométrico, acuñado en
1966 por Zatziorsky
en la extinta URSS,
depende por tanto del
estiramiento previo y
del reflejo de
contracción concéntrica
en sentido inverso que
es directamente
proporcional al
estiramiento. Es decir,
más fuerza concéntrica
cuanto más fuerza de
estiramiento haya (no es
lo mismo caer desde un
plinto que simplemente
extender el músculo
desde de pie) y más
velocidad en ese paso
excéntrica -
concéntrica, aquí está
la clave.
Fases previas antes de
incluir trabajos de
pliometría en el fútbol
Podemos coincidir con la
literatura especializada
en que hay que tener en
cuenta 3 trabajos
previos antes de iniciar
trabajos de fuerza en
nuestros futbolistas:
1º Calidad.
Lo veíamos en una
entrada anterior y
entendemos por ello el trabajo
técnico específico.
Los ejercicios pliométricos,
por exigentes e
intensos, deben llevar
paralelo un buen trabajo
de técnica, éste
pretenderá:
·
Evitar descompensaciones
en la columna vertebral
(fortalecimiento "core"
y buena técnica)
·
Evitar asimetrías en el
tren inferior (trabajo
compensado en cada
repetición e igualdad
derecha - izquierda)
·
Procurar que músculos se
impliquen
innecesariamente (ej.
valorando separación de
punteras en los pies
para dosificar la
implicación aductor -
abductor/glúteo)
 |
en la
posición
b) aumenta la
efectividad
del trabajo
pliométrico |
2º Flexibilidad.
Con la implicación del
estiramiento previo
debemos tener un buen
trabajo de flexibilidad
previo en el tren
inferior.
3º Fuerza.
Los inicios a través de
la fuerza general y los
posteriores trabajos de
fuerza máxima antes del
trabajo pliométrico son
la progresión más
recomendada. Y es que
además de esa
programación inter anual
(cada año de formación
en la escuela) debe
haber otra intra anual,
es decir, la
planificación de la
temporada. Los trabajos
de fuerza necesitan de
una progresión en los
futbolistas para
provocar una adaptación
muscular progresiva y no
dañina.
La pliometría, por su
agresividad en las
cargas, es recomendada
para incluir en los
programas de
entrenamiento a partir
de edad de juvenil.
En las escuelas de
fútbol
pueden incluirse otro
tipo de trabajos
variados de saltos desde
edades pre benjamín, por
ello, no debemos
conformarnos con
hacer, los
jugadores/as deben saber
hacer.
Es fundamental
un trabajo coordinado
desde los técnicos con
el asesoramiento del
preparador físico en el
desarrollo en las
diferentes edades de la
escuela.
PROPUESTAS PERSONAL DE
APLICACIÓN DE LA
PLIOMETRÍA AL FÚTBOL
Vistas las generalidades
del trabajo pliométrico
propongo un trabajo
específico aplicado al
fútbol por niveles. La
utilidad de este trabajo
se fundamenta en la
posibilidad de construir
múltiples ejercicios con
la simple combinación de
los elementos
planteados.
Cada preparador –
entrenador planteará sus
ejercicios a los cuales
pueden incluírsele
niveles no sólo de carga
sino moviéndonos de los
más analítico a lo más
global.
La elaboración de tareas
surgirá de una
combinación de los
elementos de la tabla
posterior, alternando
con una correcta
programación los
objetivos propuestos.
Por ejemplo:
En un pasillo de trabajo
colocamos cuatro aros
seguidos, al final un
balón y a 4 metros hay
un compañero con un
balón en la mano.
Realizar cuatro saltos
(pie en cada aro)
incidiendo en que sean
en altura, al acabar
hacer un pase al
compañero con el balón +
salida de velocidad de 3
metros + parada y salto
a cabeza con otro balón
que envía compañero.
Este sencillo ejercicio
combina, de la tabla,
los elementos: 1a – 2b –
3a – 4b – 5b y d – 6 b
Con ello, y tras una
planificación adecuada
combinando todas las
variables, nos
aseguramos un desarrollo
global, compensado y
coordinado.
Empezamos por el nivel
1, más básico, que
iremos ampliando en
sucesivas entradas.
