Se acaba la temporada y con
ella los entrenamientos
exigentes.
Mi experiencia de este año
ha sido la de 195 sesiones
de trabajo divididas en 45
ciclos en los que desde una
perspectiva de táctica
global han salido a la luz
los requerimientos físicos
que la competición va
demandando.
Seguro que tu experiencia es
similar.
Sabes que esto supone un
proceso abierto (por el
componente de adaptación que
debe aplicarse en el día a
día) y con altas dosis de
creatividad (la
preparación física es un
arte que le digo en
“broma” a mis jugadores) de
cara a enfrentarse con
máxima exigencia a cada
situación competitiva,
intentando evitar las
lesiones musculares y
combinando cada capacidad
física con aplicaciones
específicas en el terreno de
juego (variable) pensando en
el rival al que nos
enfrentaríamos el domingo.
El fútbol es un deporte de
alta exigencia, de eso no
tengo ninguna duda.
Además, las situaciones de
cada club (clasificación,
objetivos, lesiones, etc.)
hacen que pueda nacer un
plus de intensidad haciendo
que algunos futbolistas
hayan tenido una carga extra
de minutos.
Por todo ello esta
última fase que ahora
se inicia se considera
vital.
La gran fase de recuperación
de verano, que sirve de
puente entre una y otra
temporada, es muy importante
ya que en ella empezamos a
sentar las bases del trabajo
del nuevo curso
recuperándonos del pasado.
Nos ayuda a varios niveles
que van a condicionar su
desarrollo:
ü
A nivel psicológico,
ya que toda competición
genera situaciones de estrés
a lo que se pueden añadir
dosis de ansiedad si los
objetivos no se han cumplido
o el desarrollo de la
competición ha llevado al
equipo a estar en
situaciones no deseadas
durante jornadas.
ü
A nivel físico.
No cabe duda de la exigencia
del fútbol y que ésta hace
que determinados grupos
musculares estén
especialmente cargados y al
límite “de uso”. También a
nivel de articulaciones la
demanda ha sido exigente por
lo que es tiempo de darles
una tregua y prepararlas
para un nuevo curso. En el
caso de futbolistas que
acaban la temporada con
lesión es un momento ideal
para potenciar su
recuperación.
¿Qué toca hacer ahora? Un
nuevo ciclo
Todos los datos y cifras que
manejaremos a continuación
son una propuesta aproximada
que dependerá de la
categoría, nivel, club, fin
de esta temporada, etc.
Además, el grado de
responsabilidad depende de
muchos de esos factores pero
en general entendemos que
tenemos por delante una
serie de semanas de descanso
absoluto.
Muchos clubes de categoría
sénior podrían empezar sus
trabajos de temporada
alrededor del 15 de julio
(lunes, o durante esa
semana) y eso nos deparará
un periodo de 5 semanas de
descanso total
(para los clubes que ya han
terminado las competiciones)
del 27 de mayo al 30 de
junio.
Y desde ahí, entraríamos en
2 semanas antes del inicio
del trabajo en la que se
recomienda un
trabajo personal
(que podría ser de una
semana) de progresivo
acercamiento a la práctica.
Con ello quedarían entre 5-6
semanas de la llamada
pretemporada
antes del primer partido de
una liga que podría empezar,
en estas categorías, a
finales de agosto.
Con ello nos quedarían dos
fases:
Fase 1: |
Descanso total |
Ciclo: |
46 |
Fechas: |
L 27 de Mayo al D 30
Junio
(aproximadamente)
2013. Aproximado
tomando como
referencia un equipo
de la 3ª división
asturiana que no
participe en
liguilla. |
Tipo: |
Gran recuperación
|
Objetivo ciclo: |
ü
Recuperación total a
nivel físico
ü
Recuperación
psicológica tras
competición
ü
Regeneración de los
sistemas musculares
y articulares
ü
En el caso de los
deportistas que
acaban la temporada
con lesión, trabajos
de recuperación
(cura), compensación
y reactivación
generales |
Fase 2: |
Adaptación 1 |
Ciclo: |
1 |
Fechas: |
L 1 al D 14 Julio
(aproximadamente)
2013. Aproximado
dependerá de
calendarios, inicio
de liga, etc. |
Tipo: |
Adaptación
individual
|
Objetivo ciclo: |
ü
Bases del trabajo
futuro
ü
Leves componentes
aeróbicos
ü
Trabajos de fuerza
general básica
ü
Primeros contactos
con balón y otros
materiales de
trabajo (botas,
etc.) |
En esta
segunda fase
(modificable en el tiempo)
creemos que es importante
tener un diseño por parte
del preparador físico
ya que los periodos de
adaptación favorecen la
adquisición de objetivos de
las semanas precompetitivas.
El incluir trabajos con
balón, incluso botas, no es
un tema menor ya que una de
las lesiones más repetidas
en la pretemporada y que en
ocasiones lleva a
futbolistas a estar tiempo
inactivo son las molestas
ampollas, resultado lógico
de un pie “acomodado” a las
características del verano.
Hasta este elemento requiere
una adaptación que podemos
darle con los primeros
trabajos específicos del
año.
En cuanto a la
1ª fase,
en mi modesta opinión, debe
servir para cuidarse y
descansar, dos conceptos que
no siempre van de la mano.

Esta pretemporada en el Real
Avilés
Algunos aspectos a valorar
en estos cuidados de la fase
que nos ocupa:
a.
Control del peso corporal,
en épocas de inactividad hay
deportistas a los que puede
disparárseles este concepto.
Controlarlo y evitar
desviaciones muy acusadas
con un cuidado de la dieta
que debe sostenerse
fundamentalmente en evitar
comidas entre horas, hacer 5
comidas al día, evitar el
alcohol como acompañante
permanente, no abusar de
frituras (patatas, croquetas
y demás) y que las verduras,
ensaladas, pastas, cereales,
agua y frutas sean los
protagonistas de la
alimentación.
Descanso no significa
inactividad, por lo que
propongo personalmente unas
cuestiones relativas a las
actividades que podríamos
realizar.
b.
Evita deportes agresivos, de
contacto o violentos que
pueden provocar lesiones no
deseadas (deportes de lucha
y combate, artes marciales,
de motor…).
Nunca.
c.
Evita los deportes que sean
similares el fútbol en su
desarrollo, por sus
características implicarás a
las mismas regiones
musculares y articulares que
durante la temporada y eso
no sólo frenará el proceso
de recuperación, sino que
caminará en sentido inverso
mermándonos de cara a la
siguiente temporada (fútbol
7, fútbol sala...).
Nunca
d.
Evita los deportes intensos
con exigencia articular
(squash, pádel…).
Sólo de vez en cuando.
e.
Evita competir, las
situaciones de estrés
competitivo las dejamos para
la temporada.
Sólo de vez en cuando.
f.
No hagas deporte en
superficies muy duras
(correr en asfalto…) y no
abuses del básquet,
balonmano… en situaciones de
competición, la exigencia en
el tren inferior es similar
a la del fútbol.
Pocas veces.
g.
SI
a actividades recreativas en
la playa, principalmente
realizadas descalzo: palas,
paseos, actividades en el
agua…
h.
SI
a actividades recreativas
generales, jugadas a una
intensidad no competitiva:
deportes de pala y raqueta,
bicicleta, actividades en la
naturaleza…
i.
SI
a actividades que impliquen
relajación y estiramiento:
stretching, pilates centrado
en la flexibilidad – no en
la fuerza -, masajes,
hidroterapia, spa
En suma, cuidarse para
empezar la nueva temporada
con las máximas ganas de
éxito y preparados para un
nuevo reto, una nueva
exigencia.
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