El Lenense ve la luz en El Requexón

Sábado 23 de Noviembre de 2013
Herminio García-Riaño
Fotos: Ángel C.
El Requexón (Oviedo)

Los de Ramón Collado remontaron el gol de Belar con un doblete de Rubén Valdés, coincidiendo la remontada con el encendido de la iluminación artificial.

El dicho de “a entrenador nuevo, victoria segura” no funcionó para la nueva andadura de Iván Ania al frente del Real Oviedo B. El nuevo técnico del banquillo azul, que hoy dejó su puesto en el mismo a Mario Prieto por sanción, vio como el Vetusta se dejaba los tres puntos en la recta final del encuentro, tras el gol inicial de Belar, mediada la segunda parte. Y es que enfrente estaban los batalladores discípulos de Ramón Collado, de una SD Lenense que hasta ahora, no había tenido mucha suerte en sus desplazamientos, pero que luchó y bregó hasta el final, llevándose el premio y remontando -dato curioso- justo tras encenderse los focos del Requexón.

Mejoró su imagen el filial del Real Oviedo, y ahí la mano de Iván Ania parece estar ya funcionando, pese a la derrota. El Vetusta ganó -con respecto a las jornadas anteriores- en agresividad, profundidad, presión y velocidad, pero sigue adoleciendo de un remate final sin pegada; le sigue faltando “instinto” en ese último metro en el que toca decidirse. El trabajo a destajo de Coutado, coordinado con Héctor para dinamizar el juego de ataque del equipo, no tenía continuidad en esos metros finales; y mientras tanto los del Sotón aguantaban firmes atrás, lanzando peligrosos contragolpes con Cristian, Emilio y un sobresaliente Rubén Valdés, hoy la pesadilla de Chapi y el autor de los dos goles de su equipo.

El Vetusta salió ambicioso, rápido, buscando las entradas por banda de Iván y Juan Steven y las internadas en profundidad de Héctor. Aún en el minuto 6, una jugada de las clásicas de Héctor, dejando atrás a varios rivales en su avance, terminó con un pase medido al juvenil Pablo Ortea, quien casi solo en el área rival desaprovechó la oportunidad. Por el Lenense, Cristian lo intentaba por el centro mientras en la banda izquierda del ataque visitante asistíamos a un disputado e interesante duelo entre Rubén Valdés y Chapi.

Las ocasiones llegaban mal y con cuentagotas, pero era el Lenense quien llegaba al área rival con más frescura, si bien el mayor peligro de los del Sotón llegaba a balón parado, principalmente en saques de esquina. Por parte local, la finalización de las buenas jugadas trenzadas desde atrás por Adrián Llano y prolongadas por Héctor y Coutado, se plasmaba en tiros bastante lejanos que el meta visitante -Adrián Torre, viejo conocido del Requexón- no tenía problemas en atajar.

La segunda parte ofreció en su comienzo más de lo mismo, un continuo “toma y daca” en el centro del campo con esporádicas internadas por parte y parte, resueltas con tiros flojos y previsibles por parte local, y con el punto de mira desviado por parte visitante. Y si por el Vetusta, Coutado se erigía en motor del equipo asistiendo a un incansable -pero desafortunado- Juan Steven, o a Omar tras sustituir éste al debutante Pablo Ortea -en la foto derecha-; en las filas de los de Ramón Collado, Guille y Rubén Valdés ponían en jaque a la defensa azul, bien asistidos desde atrás por Pablo y el capitán, Alex Díaz. Y así siguieron las cosas hasta que en el último tercio del encuentro, llegó la salsa de los goles.

Corría el minuto 24. Dos minutos antes había entrado en el Vetusta Belar sustituyendo a Héctor. Jugada de ataque del vetusta con varios rechaces en la frontal y dentro del área. Unos segundos de asedio a la meta de Adrián en los que se cantaba el gol, culminaron cuando la pelota llegó a las botas del recién ingresado Belar, quien no se lo pensó, y desde dentro del área “fusiló” la meta del Lenense. El gol sin embargo no amilanó al Lenense, que lejos de bajar la guardia buscó el empate con los refuerzos ofensivos de May y Abilio. Y llegaron los mejores minutos de los del Sotón.

En el minuto 36 del segundo tiempo se encendió la iluminación artificial del Requexón, y con ello tal parece que los hombres de Ramón Collado “vieron la luz”. Solo un minuto después, en un corner botado a la izquierda del meta local (juvenil) Nacho, el balón fue rematado a gol por Rubén Valdés en un certero cabezazo. Y ya en la recta final, Ramón Collado enseñó su “pizarra”: Minuto 87, falta favorable al Lenense en la frontal; en lugar de tirar directo a puerta, el balón pasa en globo por encima de la barrera y llega a los pies de Rubén Valdés, que libre de marca encara a Nacho. El portero lo derriba, y el penalty claro lo transforma el propio Rubén.

Y ya no quedaba tiempo para prácticamente nada más. De ahí al final del partido apenas hubo tiempo ni ocasiones, con un Vetusta tocado y hundido en su moral, y un Lenense que había obtenido el premio máximo a su buen orden táctico y a su brega continua. Iván Ania tendrá que esperar para estrenar su historial de victorias como nuevo técnico del filial azul.

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