Desde muy pronto nos
preocupamos de incluir en
nuestros entrenos con
chavales trabajos de fuerza,
no sólo para mejorar el
rendimiento sino como
herramienta para prevención
de lesiones musculares.
Pero, a menudo, olvidamos la
necesidad de incluir
ejercicios de prevención
para otras grandes
protagonistas:
las articulaciones.
Con la propioceptividad
fortaleceremos las
articulaciones de nuestros
futbolistas reduciendo el
riesgo de lesiones
(esguinces…) en gestos poco
traumáticos y todo a través
de ejercicios muy sencillos
y fáciles de aplicar en
nuestros entrenos.
Pero
¿qué es la propioceptividad?
Sin entrar en explicaciones
complejas diremos que es un
proceso fisiológico por el
cual estimulamos las
terminaciones nerviosas
articulares (propioceptores)
para mejorar las
contracciones reflejas de
los elementos musculares que
tenemos en una articulación
para que cuando se produzca
un desequilibrio o
movimiento indeseado se
produzca una potente
contracción refleja y
disminuya el riesgo de
lesión.
¿Sobre qué articulaciones lo
trabajaremos?
Todas las articulaciones
pueden ser trabajadas así
pero para nuestro deporte la
cadena cinética del tren
inferior (cadera, rodillas y
tobillos) será la
protagonista. Es sencillo
incidir más en una
articulación o en otra: si
queremos incidir en rodilla
trabajaremos con ésta
levemente flexionada. Si
queremos que trabaje más el
tobillo mantendremos la
rodilla extendida. La cadera
será co protagonista en
ambos casos.
¿En qué momento del
entrenamiento trabajarla?
Cualquier momento es bueno
siempre después de calentar.
¿Cómo trabajarla? Propuesta
sencilla.
A continuación te proponemos
unas variables para que
puedas diseñar una sencilla mini
sesión
de propioceptividad dentro
del entrenamiento. En
general debes recordar que
la estimulación de los
propioceptores se produce en
situaciones de inestabilidad
o desequilibrio, por eso es
ahí donde vamos a incidir,
pero ¿cómo provocar ese
desequilibrio?
A. Desequilibrios puros.
Estáticos en un punto. Sólo
apoyados por una pierna.
Realizamos:
-
Gestos de golpeo sin
balón - anteriores y
posteriores -
-
Pases con balón con la
mano con compañero a
unos dos metros
-
Saques de banda en
equilibrio
-
Golpeos, diferentes
superficies, con un
balón por un compañero
que no trabaja
-
Golpeos trabajando ambos
de la pareja (tipo
tenis)
-
Remates de cabeza sin
salto
¿Cómo
aumentar la dificultad
de los desequilibrios?
a) Haciendo los
ejercicios anteriores con
los ojos cerrados
b) Con otro compañero
que nos desestabilice (puede
estar en desequilibrio o no)
c) Combinando ojos
cerrados e inestabilidad de
compañero
Importante:
No provoques sólo
desequilibrios adelante -
atrás. Los envíos de
balones,
pases, desequilibrios
provocados... deben incidir
también de manera oblicua o
lateral para proteger la
articulación por todos sus
lados.
B. Saltos.
Ejercicios con un salto y
una caída en la cual nos
detenemos unos segundos
(entre 1 y 3 sería
suficiente) en la posición
final. Realizamos:
-
Saltos sin balón (saltar
con 2 pies y caer con
uno, saltar con uno y
caer con 2 y demás
variables.
-
Saltos con balón en el
aire hacemos un golpeo a
media altura a las manos
del compañero que me lo
envía (éste estático)
-
Saltos con remate de
cabeza en el punto más
alto
-
Saltos sobre objetos
diversos: vallas, picas
en el suelo, escalera...
C. Con inestabilidad del
terreno.
Situaciones con terreno o
base inestable. Evitar
ejercicios de carrera,
combino trabajos de
equilibrio o saltos. Podemos
usar: arena de playa, césped
o el útil bosu o similar -
plataforma inestable de
trabajo -. Aplicamos los
ejercicios ya explicados de
desequilibrios y saltos.
Podría haber más pero con
estos ingredientes podemos
construir una buena receta a
incluir en los entrenos y
que ayude a prevenir algunas
de las más frecuentes
lesiones en el fútbol, las
articulares.