Circulaba por el Requexón  al descanso un dato estadístico demoledor para el TSK Roces: 34 goles encajados a balón parado esta temporada, de un total de 48. Demasiadas concesiones en defensa, sin duda. Y el problema del TSK se agudizó y quedó patente en el partido ante el Real Oviedo, cuando a los 17 minutos de juego el equipo carbayón ya mandaba por un contundente 2-0, goles ambos a balón parado, en sendos saques de córner prácticamente “fotocopiados”. Demasiado lastre para un conjunto, el TSK, que acusó en exceso el marcador.

La primera parte fue prácticamente un monólogo de los de Herrera en cuanto a posesión de balón y mando en el juego. No tanto en ocasiones, ya que el Real Oviedo iba a irse al descanso no con dos sino con tres goles de ventaja, fruto eso sí de prácticamente todas las ocasiones en las que el R.Oviedo creó peligro. Al equipo oviedista no le hacía falta más.

Ya en el minuto  5, una jugada de ataque por banda derecha del capitán azul Héctor (brillante, como de costumbre) terminó en córner.  Sacado por Ernesto, el balón llegó a Angel quien, con una facilidad pasmosa y sin oposición, cabeceaba hacia atrás consiguiendo el primer gol del partido. El TSK no reaccionaba, mostrándose nervioso atrás, espeso en sus intentos de crear juego en el centro del campo, y prácticamente inoperante arriba pese al buen trabajo de Carlos y (especialmente) su capitán, Iván. Podemos destacar una jugada en el minuto 12 en la que Paramio fue agarrado en el área carbayona, pero el colegiado no atendió a ese posible penalty al decretar falta previa del TSK en la frontal.

Pero solo 5 minutos después, un nuevo corner favorable al R.Oviedo fue peinado por Angel hacia atrás en primera instancia, apareciendo Héctor para cabecear a gol. Minuto 17, 2-0, los dos goles a balón parado, los dos goles logrados con una facilidad que en el seno del TSK harían bien en intentar atajar.

Los de Roces intentaron reivindicarse y superar estos dos mazazos, y camino de la media hora de juego varias jugadas salidas de las botas de Borja, Paramio y Carlos llegaron a inquietar la meta defendida por Adán. Pero sería una vez más el capitán del Real Oviedo, Héctor, quien aprovechando un despiste colectivo en defensa del TSK se plantó solo ante Jorge, logrando un 3-0 que ya se antojaba demasiado cuesta arriba para los discípulos de Andrés. Corr4ía el minuto 29 de juego, y parecía claro que el partido no se le iba a escapar al Oviedo.

La segunda parte trajo un mayor dominio inicial del TSK, coincidiendo por otra parte con un más que habitual “bajón” del primer juvenil carbayón, algo que ya va pasando en otras ocasiones. Los de Roces tomaron el mando del partido buscando una remontada “épica”, y ya en el minuto 5 tras la reanudación una rápida jugada de ataque del TSK llevó el balón a pies de su capitán Iván quien, en una posición  muy posiblemente de fuera de juego no señalado, se plantó solo ante Adán logrando poner el “1” en su marcador (Lo de poner el “1” es solo una imagen retórica, ya que en un Requexón cada vez más abandonado, no parece funcionar ni el marcador, y no es precisamente electrónico)

El gol de Iván pareció dar alas al TSK mientras el R.Oviedo entraba en una fase de desconcierto y de imprecisiones en el juego que hizo albergar esperanzas de remontada a los visitantes. Dos minutos después del 3-1, un ataque de los de Roces por banda izquierda terminó en un tiro de Allyson desde la esquina del área, que salió fuera por poco. El técnico del TSK apostó por darle más mordiente al equipo con la entrada de Hugo por Jorge M. poco antes del ecuador de la segunda parte, pero en las filas carbayonas la entrada de Belar  por Diego unos minutos antes empezaba a dar sus frutos en forma de más fluidez en el ataque azul.

La recta final del partido trajo mucha brega en el centro por el control, intentos por ambos bandos de acercarse al área rival pero con muy poca efectividad, y ocasiones con cuentagotas, como la que tuvo en sus botas -de nuevo- Iván al entrar con rapidez en el área oviedista por la izquierda, siendo su tiro a puerta fuerte y seco desviado a corner con apuros.

En resumen, poco tuvo que hacer el Real Oviedo para deshacerse sin apenas agobios de un TSK Roces al que los problemas en la zaga, sobre todo a la hora de defender jugadas a balón parado, están pasando una factura excesivamente alta en una competición tan exigente como la División de Honor juvenil.

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