Repasamos los datos más curiosos que depara la primera
vuelta en Tercera División.
Del
balance que, en su primera vuelta, nos deja el
grupo asturiano de Tercera División, se extrae
la curiosa y gran diversidad que la
clasificación fue deparando al paso de cada mes.
Llama la atención cómo cada parcial fue
produciendo su particular líder, tanto en lo
positivo como en lo negativo. Tan peculiar
resulta esta distribución en los cinco primeros
meses de competición, que nos ofrece el máximo
posible de protagonistas (10), 5 que la ansiaban
y 5 que trataban de evitarla.
Comenzando por la parte noble, los 5 meses
naturales de competición arrojan como los
mejores al Real Avilés, en agosto; Sporting B,
en septiembre; Tuilla, en octubre; Langreo, en
noviembre; y Marino Luanco, en diciembre.
En agosto, mes que abarcó los dos
primeros partidos, fueron tres los equipos que
vencieron en ambos –Real Avilés,
Covadonga y L’Entregu– pero los avilesinos lo
encabezan por mejor balance goleador. Líder del
primer acto de la Liga, el Real Avilés sólo
resultó ser líder de plazo en el primer mes de
competición, que, además, es el que menos
partidos incluye.
El Sporting "B"
sumó pleno de victorias en Mareo.
Septiembre
fue un mes perfecto para el Sporting B,
que ganó todos sus partidos (ante Urraca,
Lenense, Colunga y Llanera), con la generosa
aportación goleadora (5) de Claudio Medina.
En octubre, el turno fue para el
Tuilla. Parecía que el equipo de Chuchi
Collado podía completarlo con pleno de
victorias, pero, a falta de 20 minutos para
finalizar el mes, un penalti transformado por
Yeray Díaz, del Tineo, le impidió pasar del
empate.
Números casi calcados a los del Tuilla fueron
firmados por el Langreo en noviembre.
Su único lunar se produjo quizá cuando menos se
esperaba, porque el conjunto de Hernán Pérez se
ha mostrado muy fuerte en Ganzábal y allí fue
donde tropezó (1-1) con el Condal. También es
verdad que los langreanos sufrieron en las dos
salidas de ese mes, con victorias muy ajustadas
y tardías en Ceares (0-1) y Posada de Llanes
(2-3).
En
diciembre, el Marino Luanco, pese
a no iniciar el mes con victoria (1-1, ante
Sporting B), acabó siendo el más eficaz, merced
a la goleada al Tineo (6-1) y la victoria en El
Entrego (0-2).
Un
detalle acrecienta la diversidad en la zona de
riesgo. Es curioso que el colista de la primera
vuelta, Urraca, nunca tuviera la consideración
del peor de mes, aunque tampoco sea consuelo
para una plantilla que aparenta tener más nivel
del que dice su clasificación.
En
agosto, el Lenense tuvo un funesto
reencuentro con la categoría. Un parcial de 0-8,
ante Real Avilés y Real Oviedo B, le lastró de
tal manera que nunca fue capaz de superar el
puesto 14º.
Septiembre
fue, para el novato Llanera, un mes
horribilis. Incapacitado para marcar,
claudicaba, siempre por más de un gol de
diferencia, frente al Covadonga, Sporting B,
Oviedo B y Llanes. Los hombres de Pablo Detori
protagonizarían después una reacción
espectacular.
Quien más sufrió en octubre fue el
Atlético Lugones, que sólo pudo sumar un
punto el día que recibió al Llanes (2-2). Si
bien tuvo el empate en la mano cuando visitó el
Suárez Puerta, se tambaleó con dos golpes
durísimos en Pontón de Vaqueros (5-0) y Mareo
(6-0).
Derrota tras derrota, el Siero lo pasó
muy mal en noviembre. Y pudo ser peor,
porque al menos pudo cerrarlo con un empate
(2-2) ante el Urraca, que marcó en El Bayu la
mitad de sus 4 exiguos goles en los
desplazamientos.
En
diciembre, el L’Entregu afrontó
una despedida de año para olvidar. Ni un solo
gol fue capaz de anotar en los enfrentamientos
con Llanes, Marino Luanco y Sporting B. En
Mareo, además, sufrió el resultado más
contundente de la primera vuelta, un 7-0 que
también sufrió el Ceares en el Pepe Ortiz.
Camino de los 1.000
Claudio Medina
protege un balón ante Nacho Fernández del
Covadonga
En
el apartado goleador, los meses de septiembre y
octubre, los más prolíficos, fueron los únicos
en los que se superó la media de 3 goles por
partido. Aquí, el protagonismo se lo lleva el
Sporting B, capaz de mantener, precisamente,
ese promedio. En la primera vuelta, el equipo de
José Alberto López, que dispone de tres
jugadores (Claudio Medina, 13; Pablo Fernández,
10; y Rubén Sánchez, 10) con dos dígitos, es el
cuarto máximo goleador de todas las categorías
seniors nacionales (483 equipos). Con sus 57
goles, al filial rojiblanco sólo le superan tres
equipos, todos representantes del grupo riojano
(SD Logroñés, Calahorra y Haro).
El Tuilla de la
2010-11 celebrando un gol ante el Langreo en El
Candín.
Si
el grupo asturiano logra mantener su
considerable ritmo realizador, superará al final
el millar de goles, cifra que lleva media docena
de años sin superar. La última temporada que fue
rebasada fue 2010-2011, con 1.049 dianas. Por
entonces, en la aportación goleadora nadie tosía
al Tuilla, tanto en lo colectivo (83) como en lo
individual, pues el plantel que presidía Luis
Alberto Arbesú y entrenaba Ricardo Bango
disponía de los dos principales artilleros de
aquel campeonato (Borja Prieto, 27; y Josín Naya,
24). Recordemos que, aun así, el Tuilla accedía
a la Promoción de Ascenso como cuarto
clasificado.
Si los ataques acrecientan su eficacia y las
defensas porfían en la involuntariedad de sus
errores, en esta temporada incluso podría
batirse el récord absoluto que permanece desde
1985-1986. Aquel lejano ejercicio, último que no
fue estrictamente asturiano, concluía con 1.054
goles, 29 aportados por el avilesino Juan Carlos
González, ariete del Langreo y uno de los más
acreditados goleadores de la historia del fútbol
asturiano.
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Polo |
Villa |
Omar Cibeira |
Dani López |