El Oviedo vuelve a meterse de lleno en la lucha por el play off, algo que parecía perdido tras la derrota de la pasada semana en el campo del colista. Los resultados negativos de sus rivales -Lugo, Tenerife y Albacete-, que perdieron sus respectivos compromisos, y la victoria oviedista, resucita a un equipo que estaba en la UVI.

Pacheta cambio el enfoque del partido, ya en la convocatoria se podía entrever cómo marcharía el partido, buscando mayor intensidad dando entrada a Martins en la punta de ataque en detrimento de Manu Busto, apagado en las últimas jornadas. Álvaro Cuello volvía al lateral izquierdo en detrimento y Aitor al centro del campo tras cumplir sanción.

El Castilla se jugaba el campeonato, una victoria les permitía olvidarse del resultado del Lugo, pero al final fue la derrota lucense la que les proclamó campeones a falta de tres jornadas. El filial sigue los pasos del Mirandés, siendo los dos únicos campeones matemáticamente.

Se notó que la necesidad ahogaba y el Oviedo salió a por todas desde el pitido inicial, como si de los minutos finales de un partido se tratase, embotellando al Castilla en su campo, con la defensa en la línea divisoria y Martins y Óscar Martínez presionando la salida de balón en el área contrario.

En el minuto 11 una mano clamorosa de Mendes no era señalada por el colegiado navarro ante el asombro del municipal ovetense.

Sin ocasiones de gol claras, a pesar de los acercamientos, en el minuto 33, un error defensivo visitante propicia que Óscar Martínez se plante ante Jesús y con una bonita vaselina abra el marcador con este tanto que a la postre sería definitivo.

El Castilla no conseguía continuidad en el juego por la fuerte presión azul, pero se aprovechaba de la adelantada defensa oviedista para crear peligro que no se tradujo en trabajo para Lledó. Pudo ampliar distancias Pelayo en el 39' con un disparo al segundo palo muy escorado que se estrelló en el poste izquierdo de la meta madrileña.

En el minuto 44 Óscar Martínez es derribado en el área en el intento de rematar un centro de Martins y tiene que ser sustituido por Manu Busto, abandonando el campo en camilla con una distensión en el isquiotibial que le hará perderse seguro el partido contra el Tenerife.

La primera parte acababa con los jugadores del filial rodeando al colegiado, formándose una pequeña tangana con algún jugador del Oviedo de por medio.

En la reanudación, el Oviedo siguió asfixiando la salida de balón al Castilla y llevando el partido a sus intereses con interrupciones que rompían el ritmo de juego.

En el minuto 60 un centro desde la derecha lo cabeceó Morata a escasos centímetros del poste derecho de la meta de Lledó.

La lesión de Owona obligó a Pacheta a dar entrada a Pascual en el lateral derecho, que salió pasado de revoluciones y pudo ser expulsado en un posible derribo a Morata tras una cesión infructuosa a Lledó.

El Castilla apretó en los últimos minutos, aunque sin excesivos apuros para Lledó.

Al final los dos equipos satisfechos, el Oviedo por la victoria que le acerca de nuevo a la cuarta plaza y el Castilla por la derrota del Lugo que le sirve para proclamarse campeón de grupo.

 

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