En un partido loco el Sporting se agarra a las escasas opciones de permanencia que le quedan – Los cambios de Clemente, aunque resultaron ser efectivos, provocaron la ira del Molinón.

3						-		2
Real Sporting de Gijón							Levante U.D
Nº	Jugadores	A	R	C	G	P	Nº	Jugadores	A	R	C	G	P
1	Juan Pablo					2	1	Munúa					1
26	Orfila	60		64		1	12	Javi Venta					2
2	Botía	51				0	18	Ballesteros					2
14	Iván Hernández					1	3	David Navarro					1
15	Canella					1	17	Juanfran			84		1
11	Lora	29			73	3	10	Iborra					2
21	Nacho Cases	77				2	4	Farinós					1
24	Trejo				21	3	25	El Zhar			59		1
20	De las Cuevas					2	21	Rubén			77		2
18	Colunga			59		1	23	Valdo				15	2
23	Barral	35		59		2	2	Koné				62	2
BANQUILLO							BANQUILLO
3	André Castro						7	Barkero			77		2
5	Rivera						11	Botelho			59		1
7	Ayoze			59		1	13	Keylor Navas (p.s)
19	Sangoy			59	82	2	14	Xavi Torres
22	Ricardo			64		1	19	Pedro López
25	Cuéllar (p.s)						22	Cabral
33	Gálvez						24	Guezzal			84		s.c
ENTRENADOR							ENTRENADOR
Javier Clemente							Jose Ignacio Martínez
Goles:		0-1: Valdo, min. 15 <> 1-1: Trejo, min. 21 <> 1-2: Koné, min. 62 <>    2-2: Lora, min. 73 <> 3-2: Sangoy, min. 82
Árbitro:		Pérez Lasa, colegio vasco. Asistido por Sobrino Magán y Martínez Segovia ambos del colegio manchego (0).
Incidencias:		Estadio de El Molinón. Fina lluvia en tramos del partido, césped en perfectas condiciones. 15.500 espectadores.

El Sporting se niega a descender, o más bien, su plantilla. Hoy, cuando todo parecía perdido y El Molinón estallaba contra todos los estamentos del club: plantilla, banquillo y palco, los jugadores levantaron un partido con dos golazos desde fuera del área ante los que el uruguayo Munúa no pudo hacer nada.

Antes del partido, por foros y redes sociales, se había convocado que cada sportinguista portara una pancarta quejándose de la gestión del club. Se vieron bastantes pancartas y un buen puñado de bufandas verdes y amarillas con los lemas “Fernández Vete Ya” y “Sporting somos nosotros” en un claro llamamiento a que el Sporting es su afición y no los consejeros ni máximos accionistas que dirigen el club dando palos de ciego, como fue la contratación de un caduco y trasnochado Javier Clemente. Nadie en El Molinón se explica los cambios realizados en el minuto 60 con 1-1 en el marcador y el partido totalmente en tablas. Retiró del campo a Barral y Colunga, dos de los mejores jugadores del Sporting para introducir a unos Ayoze y Sangoy cuyo rendimiento en lo que lleva de temporada es bastante defectuoso. El público protestó los cambios airadamente, y cuando el Levante se adelantó en el marcador en una jugada que se origina en una pérdida del recién incorporado Ayoze en el mediocampo.

El Sporting salió como un vendaval. Antes del minuto 5 De las Cuevas chutó desviado y Barral se topó con el acierto de David Navarro para desviar a córner cuando se cantaba gol. El Sporting seguía dominando, pero el Levante golpeó primero al cuarto de hora demostrando el por qué de su situación clasificatoria. Una jugada por banda derecha entre Javi Venta y El Zhar, en la que Canella estuvo missing, fue centrada por el lateral poleso al segundo palo dónde Valdo remató de cabeza al fondo de la portería. Primera llegada y gol. En Molinón estalló por primera vez y la tomó con Canella, al que se le pitaba muchísimo cada vez que tocaba el balón. Seguro que los mismos que le pitaban son los que piden más jugadores de Mareo en el primer equipo. Pero tardó poco en empatar el Sporting, Trejo recogió un balón ganado entre Nacho Cases y Barral para batir a Munúa de tiro cruzado. Era el minuto 21. De ahí al final del primer tiempo apenas hubo ocasiones, la más clara otro tiro de De las Cuevas lejano que pasó rozando el palo.

En la reanudación el partido estaba igualado y ningún equipo se imponía sobre el otro, Trejo entraba bien por la banda derecha, pero la defensa levantina cerraba muy bien a los delanteros sportinguistas, entonces llegaron los cambios y el Molinón estalló otra vez, pero estalló más cuando Koné tras un saque de banda mal defendido ponía el 1-2. Era el segundo tiro a puerta del Levante en todo el partido. La afición estaba harta y retumbaron varios cánticos, y en la Tribunona mucha gente se giró al palco.

Juan Pablo salvó el 1-3 en una falta lateral con una buena mano y Koné con Juan Pablo batido no pudo anotar en una pifia de tiro que Botía pudo desviar a córner. Ricardo ingresó en el campo y Lora pasó al lateral derecho, el mostoleño hoy fue la raza y la garra del equipo, y fue él en una enorme jugada personal finalizada con un tiro desde fuera del área antes de la media hora del segundo tiempo. Antes del cambio de Ricardo había hecho otra similar, pero en vez de disparar como ahora intentó internarse en el área, yéndose de dos rivales, pero al encarar al tercero fue derribado por Ballesteros en un claro penalti que Pérez Lasa –la mejor noticia es que por fin se retira del arbitraje- no entendió como tal.

En este momento fue cuando se vivieron los momentos más raros en bastante tiempo en El Molinón. Con una confianza casi insultante la gente presentía que este partido se iba a ganar, y no fallaron. Minuto 82, Trejo combina con Sangoy, que controla mal y el balón vuelve al ex del Rayo. En un cúmulo de despropósitos propio de los Monty Python también controla mal, la afición comienza a murmullar. El balón queda suelto y Sangoy se revuelve desde el suelo para soltar un latigazo seco con la zurda, desde la frontal que sube el 3-2. aunque el encargado del videomarcador, mal acostumbrado a las victoria visitantes esta temporada, mantuvo cómo 2-3 durante unos minutos. Locura desatada y de aquí al final del partido, con un Levante fundido físicamente, estuvo más cerca de caer el 4-2 en las contras rojiblancas que el empate a 3. Aunque en el minuto 91 una falta botada por Barkero fue peinada por un jugador visitante al travesaño, con susto incluido para los locales, acabó el partido.

Al final del partido se volvieron a oír cánticos de “Fernández Vete Ya” y de “Clemente Vete Ya”. A pesar de que según el técnico vasco el sábado pasado este equipo no da para más, fue una victoria merecida que mantiene a los jugadores del Sporting, esos que según su técnico no dan para más, con un mínimo halo de esperanza para mantener la categoría. Hoy pareció que hay una conjura en el vestuario de, si se desciende, lo hacerlo con dignidad.

Rivera improvisó como entrenador

Durante la segunda parte, con 1-2 en el marcador sobre todo, mientras Javier Clemente no salía del banquillo a dar ninguna indicación Alberto Rivera sí que lo hacía y ejerciendo de entrenador más que el de Barakaldo. Hasta tenía su propio segundo en la figura de Iván Cuéllar que también daba indicaciones desde el banco.