Mal partido, otra vez, del Sporting fuera de casa. Colunga marca un golazo en el descuento y hace que el golaverage esté ganado por gijoneses, pero el Granada se va a 7 puntos del Sporting.

Algunas veces cuando uno ve los partidos del Sporting fuera de El Molinón se imagina cuál va a ser el guión del mismo. Ocurre desde hace 3 años con contadísimas excepciones, el Sporting fuera de casa es un equipo inerte, inofensivo, sin alma. Lo que el aficionado nunca se espera es que algunas actuaciones fueras de casa, dignas del ridículo más espantoso puedan empeorarse. Este partido era lo que se conoce como “final” y partido de 6 puntos por los 3 que sumas y los 3 que no suma el rival, y afortunadamente no fue de siete porque Colunga salvo el goal-average, pero sí son 7 puntos los que el conjunto nazarí saca ahora al Sporting.

Clemente dio otra vuelta de tuerca a su planteamiento, ante la baja de Gregory colocó a Orfila de central, Lora entró como lateral –mal partido del madrileño- y mantuvo a Gálvez en el mediocampo. Una vuelta de tuerca que Abel Resino contrarrestó con un trivote más defensivo que habitualmente con Mikel Rico y Moisés Hurtado como pivotes y Martins algo más adelantado enlazando con los 3 de arriba muy adelantados. El resultado fue que el Granada salió en el minuto 1 como claro dominador y en el minuto 3 un cañonazo de Martins desde un lateral del área entró en la portería gracias a que el balón pasó por dónde tenían que estar Trejo y Mendy haciendo de barrera, pero misteriosamente se abrieron. Si el partido era complicado, ahora ya empezaba a vislumbrarse imposible.

Colunga intentó replicar con un lanzamiento cruzado, pero la realidad era que el Granada se comía con patatas al Sporting y el 2-0 parecía cuestión de tiempo como mascullábamos en la zona visitante de Los Cármenes los aficionados sportinguistas, muchos de los cuáles nos metimos más 1.800 km. de viaje para asistir a tal esperpento. Y llegó, en una rápida pared entre Benítez y Siqueira, con pantalla de Uche, se fue al garete todo el entramado defensivo de marcajes al hombre que dispone Clemente, Siqueira se plantó solo delante del Juan Pablo, batiéndole, mientras los jugadores del Sporting chocaban entre sí desconcertados.

El Granada no había hecho méritos para ir 2-0, pero la apatía y los regalos visitantes eran muy golosos para desaprovecharlos. Así se llegó al descanso.

En la segunda parte el Granada dio dos pasos atrás y a buscar las contras. Clemente debió ver la luz en que cualquier opción pasaba por jugar al fútbol y metió a Nacho Cases. Fue entrar el de La Arena y el Sporting dominar el partido como quería, Trejo y Colunga a pases suyos no pudieron materializar en gol. El Granada era peligrosísimo en las contras, Benítez envió una falta al larguero y Martins intentó una vaselina sobre Juan Pablo que atajó el leonés en dos tiempos. Los minutos pasaban y el trío arbitral quiso hacerse protagonista del partido. Pérez Lasa y su ya famosa actitud chulesca y de menosprecio al futbolista y los líneas y su ceguera anulando un gol, que tenía todas las luces de ser legal, a Ighalo y señalando varios fueras de juego inexistentes en ambos lados del campo. En el descuento, que solo fueron 3 minutos cuando hubo 6 cambios y el portero del Granada estuvo 3 minutos siendo atendido, Colunga de vaselina marcó un golazo y se provocó la mundial. Martins que estaba en el banquillo fue expulsado y el estadio estalló en cánticos contra Colunga, Clemente y el Sporting en general, destacando el “A Segunda, a segunda”. Todo parte de una falta clara, a Mikel Rico que propicia que Nacho Cases meta un grandísimo balón a Colunga para anotar el 2-1. Un 2-1, a ver si en Granada todavía no se tienen que arrepentir de ese gol de Colunga que da el golaverage ganado al Sporting.