El equipo de Preciado fue superior a un Racing que se dedicó a defender y buscar la contra.

El Molinón aguardaba un partido de urgencias para ambos equipos, sobremanera para el Sporting de Gijón. Preciado puso de entrada a un once ofensivo, con Nacho Novo de enganche dejando la banda derecha para el jugador con más determinación del equipo, Miguel De las Cuevas. 

Los primeros compases del partido transcurrieron sin ocasiones, con Rivera y André Castro queriéndose hacer con la pelota pero sin excesivo dominio rojiblanco.

El Racing se sentía cómodo sobre el terreno de juego sin apenas intervenir en tareas defensivas.

Por su parte, el Sporting creaba peligro a balón parado en un cabezazo de André Castro con una meritoria parada de Toño. 

Minutos después sería el Racing el encargado de llevar el peligro a la meta defendida por Juan Pablo. Sería una jugada calcada a la que dio lugar al gol del Valencia el sábado pasado, incursión por banda izquierda cuyo centro no encuentra rematador.

Antes de la media hora tuvo lugar la lesión de Acosta, con rotura de menisco que le mantendrá alejado de los terrenos de juego tres meses.

Minutos después era Nacho Novo quien sentía un pinchazo en la parte posterior del bíceps femoral, rotura de fibras y dos semanas en el dique seco; sería Trejo el sustituto. 

Los últimos quince minutos fueron de empuje sportinguista, con un público entregado, y en esto llegó la ocasión del partido: Trejo asiste a De las Cuevas, éste cede atrás para que Ayoze, con todo a favor, mande el balón arriba.  

Así se llegó al descanso con el respetable lamentándose por la oportunidad fallada minutos antes. 

La segunda parte se inició con un Racing más ambicioso, que llegó a poner en aprietos a Juan Pablo. Nahuelpan y Stuani se convertían en un incordio continuo para la zaga rojiblanca, ya que los balones aéreos eran de color verdiblanco.

La segunda mitad transcurrió sin apenas intervenciones de Toño, a pesar del dominio sportinguista que no se tradujo en ocasiones claras de gol.  

La ocasión más clara llegó con un balón al poste de Barral tras un disparo a la media vuelta. Al Sporting le faltaba fluidez, el equipo pecaba en exceso de balones a los centrales Iván y Botía, lo que impacientaba al público.  Faltaba un enlace que diera sentido a las jugadas, y en esto entró Nacho Cases al campo.

El gijonés fue ovacionado y el chaval respondió como mejor sabe, pidiendo la pelota y repartiendo juego, aportando frescura a un equipo que dependía en exceso de la creatividad de Rivera y De las Cuevas. 

No hay duda de que Nacho Cases será fundamental para la recuperación sportinguista como ya lo fue la temporada pasada. André Castro realizó un gran desgaste, no paró de correr pero pecó de una conducción alocada y sin ideas. 

Los minutos finales se tradujeron en un Racing perdiendo tiempo descaradamente y en un Sporting partido en dos, lo que aprovechó el club santanderino para montar varias contras en las que Juan Pablo salvó los muebles con dos estiradas de mérito a disparos de Arana y Munitis. 

Al final empate que sabe a poco, pero que puede servir para una recuperación. El calendario sin embargo no será fácil, pues los próximos rivales serán Barça y Sevilla.

Preocupa y mucho la falta de rematador, con jugadores faltos de confianza y con la puntería desviada.  

Preciado, descontento por el resultado 

Manuel Preciado se mostró decepcionado por el resultado pero orgulloso por sus jugadores: "jugamos de manera correcta, con todo el interés, pero no fue suficiente para ganar; salvo en el acierto, hicimos las cosas bien".

Sentenció con que “si algún equipo quiso ganar, ese fue el Sporting”.