Entretenido partido el
vivido en la tarde de hoy en La Veigona que
terminó diluyéndose poco a poco para
terminar agonizando con la victoria local
por 2 goles a 1.
Las primeras ocasiones las tuvo el Luarca en
las botas de Arroyabe y Rodri pero sus tiros
lejanos se fueron lejos de la portería rival
y apenas inquietaron a Ricardo. Ese dominio
se tradujo en el primer gol. Un fallo
defensivo permitió que Manu Sosa se hiciera
con el balón al borde del área pequeña que
con un disparo raso y seco batió a Ricardo
que no pudo hacer nada. 2 minutos después,
el mismo Manu Sosa convirtió un pase desde
la izquierda de Pichón para poner el
tranquilizador 2-0 en el marcador.
El Candás buscó tímidamente la reacción con
acciones por la banda izquierda con un
incisivo Jorge pero todas sus internadas
terminaban estériles y sin apenas peligro.
Mientras tanto el Luarca seguía amo y señor
del centro del campo con un inspirado Pablo
Díaz, auténtico motor del equipo del
occidente.
Con 2-0 se llegó al descanso.
Javier Gómez dio entrada en la 2ª parte a
Morán y a Saúl en un intento de recortar
distancias y tratar de llevarse algo
positivo de La Veigona pero no pudo ser. El
gol candasín fue obra de Jorge después de
aprovecharse de hasta 4 rebotes a tiros
primero de Saúl que rechazó Guillermo y
después de Marcos Iglesias que repelió la
madera.
El 2-1 puso "vidilla" al partido ya que
quedaban 15 minutos y Gómez daba entrada a
Kaki poniendo toda la artillería que tenía
en el banquillo. No fue suficiente y fue
incluso el Luarca quien pudo marcar el 3º en
sendas
internadas de Marcos y de Efrén.
El Luarca finalmente que terminó pidiendo la
hora consigue su 3ª victoria de la temporada
lo que le coloca en una cómoda posición en
la tabla, no así el Candás que vuelve a
sembrar alguna que otra duda después de
ganar en casa al UP Langreo. En cuanto a
jugadores, buenísima impresión la que causa
el catalán Manu Sosa que en todas las
acciones que interviene crea peligro ante la
portería rival
Al final del partido, los entrenadores eran
la cara y la cruz. Mientras Pablo Lago
disfrutaba del triunfo, Javi Gómez se
mostraba tremendamente contrariado ante lo
vivido en el terreno de juego.