Un encuentro sin historia, con un tiempo para cada equipo y un conformismo resultadista que restó intensidad y aliciente al choque. 

Comenzó mejor el San Martín que con orden y concentración y sumando la poca profundidad e ideas de los polesos se hizo con el control del juego los primeros 45 minutos en los que el Siero no realizó ningún disparo entre los 3 palos y solo una buena jugada entre Raúl y Rodri inquietó la meta de Jesús. No así el San Martín quien ya en el minuto 10 llamó a la puerta de Borja, que hoy sustituía a Roberto, con un disparo de Alberto al travesaño. No sería la única aproximación de los azules que intentó en varias ocasiones abrir el marcador con centros desde la banda que no acertaron a rematar ni Alberto ni Cuesta. Sólo al final el mejor hombre de los rojiblancos, Rober, se animó e internó por su banda hasta línea de fondo aunque su centro se fue alto. Así llegamos al descanso, sin goles y con una grada crítica con su equipo. 

Vázquez alentó a los suyos en el vestuario y el Siero cambió de actitud en la segunda mitad dejando claro desde el principio que la historia sería bien distinta. A pesar de la mejoría no sería hasta el 59 cuando Rodri dispondría de una buena ocasión de inaugurar el electrónico. Tres minutos después Jesús realizaría, seguramente, la parada de la semana con una mano excepcional a remate de Palacios. Otra vez Palacios en el 75 desperdiciaría la mejor ocasión del partido enviando el esférico inexplicablemente a saque de banda en un mano a mano con Jesús. Y no sería la última ya que de nuevo Jesús desbarataría un buen disparo de Rober cuyo rechace enviaría Palacios al palo. Y con un empate, incluso en disparos a la madera se cerró un encuentro que deja a ambos equipos sin conocer la derrota y alarga la racha del San Martín sin encajar ningún gol.  

Queda la sensación de que a pesar de la buena racha de resultados de ambos tendrán que ofrecer mucho mas para continuar copando la parte alta de la clasificación.