Según las
estadísticas nuestro fútbol anda
escaso de goles (excepto la liga
particular abierta entre Madrid y
Barcelona). No se nos da bien eso de
introducir el balón en las redes
contrarias. Y lo que es peor, el
futuro no augura cambios
espectaculares en este sentido.
Sin goles no hay fútbol, se mire por
donde se mire este deporte o
espectáculo. Al menos sin goles de
forma continuada, por que ya sabemos
que el empate a cero goles puede
darse como resultado normal, como
otro cualquiera, pero de ahí a la
carencia alarmante de goles como
norma generalizada de nuestro fútbol
va un abismo.
Puede ser que los sistemas empleados
no sean los adecuados o puede ser
que los futbolistas de hoy día
jueguen más activos que nunca en la
defensa de su propia portería que en
tiempos pasados, hasta puede ser que
los intereses de unos y de otros
están mas atentos al juego defensivo
que al ofensivo y que sea el miedo a
perder mas fuerte, que el riesgo
asumido para ganar. En este caso nos
encontraríamos con un problema de
mentalidad futbolística muy difícil
de desarraigar, porque contempla
toda una valoración o filosofía del
fútbol, que estima en mas el empate,
que la victoria o dicho de otra
manera, que valga mas no salir
derrotado como sea. Y que se
acumulen los hombres y la
plantificación de la plantilla
alrededor de estos criterios, NO
PERDER, y no alrededor de otros que
serian GANAR.
Si el empate a cero supusiera un
juego de nivel sobresaliente nadie
tendría nada que objetar contra ese
resultado. Seria uno más, pero el
cero-cerismo es un "veneno", si se
fija como actitud que preside el
desarrollo de los partidos, porque
da la sensación de jugar a no jugar,
como querer ganar de "boquilla" pero
sin efectividad, como cumplir un
expediente de victoria sabiendo que
el logro del empate es la meta
ansiada. Es mentirse y mentir a un
publico que paga por ver que un
equipo intenta ganar con todas sus
fuerzas. El resultado, en este caso
es lo de menos, ya que nadie
acusaría de perezoso o de
irresponsable a ningún jugador, que
pusiera lo mejor de sí mismo para
obtener algo positivo.
Ante la escasez de goles, una
primera pregunta es urgente,
pregunta que va directamente
dirigida a cada profesional sea
jugador o técnico.
¿Como se prepara la actitud que
preside el comportamiento en el
juego, de cada uno?
¿Se adecua al criterio de ganar los
medios para conseguirlo?