Prometía que iba a ser un encuentro de gala. Más de un millar de espectadores se daban cita en el Pepe Ortiz para ver un duelo por la permanencia. Dada la cercanía entre las dos localidades, Gijón y León, varios cientos de seguidores de la Cultural acudieron en masa armados de bufandas, banderas y tambores con el único fin de convertirse en el jugador número 12 de los blanquillos. Entre todos ellos, se encontraba el alcalde de León, Francisco Fernández, popularmente conocido como Paquito, quien volvió a dar la cara por la entidad, aunque se notó en falta al asturiano José Luis Tamargo. El representante de futbolista, interesado en hacerse con las riendas del equipo leonés, pese a que prometió que estaría en la grada, no pudo asistir al partido.
Si para la Cultural era un choque de vital importancia de cara a su salvación como entidad, para el filial era un enfrentamiento importantísimo para salir del pozo. De todas maneras, el filial estaba sumamente tocado. Varios de sus integrantes jugaron infiltrados, como Juan Muñiz, el cual no estuvo al nivel que suele acostumbrar. Otros como Lorente, Juan Mera o Guillermo Méndez, venían de estar tocados, por lo que tuvieron que ponerle más corazón que en otras ocasiones.
El partido comenzó animado. Tanto la Cultural como el Sporting B sabían lo que tenían en juego. La tensión era latente sobre el rectángulo de juego. Los equipos le ponían ganas, pero ni uno ni otro eran capaces de generar ocasiones de gol, siendo el conjunto de Alberto Monteagudo el que cogió el timón del encuentro cuando se cumplieron los primeros 30 minutos. Es ahí cuando el técnico del conjunto leonés ve las carencias de los asturianos. Pablo no podía hacer nada con Vergara, quien entraba a sus anchas por la banda derecha de los rojiblancos, generando continuas inquietudes, hasta que en una de esas llegó la ocasión más clara de los visitantes en el primer tiempo. Se cumplía el minuto 37 cuando Mena, en el uno contra uno con el portero, estrelló el balón en el cuerpo de Dani Laviana. Los peligros seguían siendo obra del tándem Vergara-Mena, y Vidales era consciente de ello: la manera de solucionarlo era introducir el primer cambio. Era el minuto 39 de juego, cuando un Pablo desbordado cedía su puesto a Álex Menéndez, quien se situaría como lateral zurdo, mientras que Carracedo, ya acostumbrado a jugar por la derecha, tuvo que cambiar de banda.
En el segundo periodo, la Cultural seguía siendo el equipo que dominaba el partido. A las internadas de Vergara y Mena, se sumaban ahora las de Rubén Rivera, pero sin apenas peligro. Casi siempre eran frenadas, y la respuesta se convertía en leves contragolpes que casi siempre concluían en el centro del campo, lugar en el que los leoneses volvían a robar el esférico. El Sporting B estaba parco en ideas y sumamente lento en ataque, por lo que había que darle un par de marchas más al juego si no se quería empatar ante un equipo que era incapaz de tirar bien entre los tres palos. Llegaba el cambio que se necesitaba. Álex Serrano dejaba su puesto a Guillermo Méndez para darle velocidad al juego ofensivo gijonés. Prueba de ello fue que en el 65 llegaría la ocasión más clara para los rojiblancos y en botas del más rápido en ataque. Guillermo Méndez se plantaba ante Diego Calzado y en el uno contra uno, finalmente el portero desviaba el esférico. Esta fue la ocasión más clara que tuvieron los de Vidales.
LA CULTURAL SEGUÍA PERDONANDO HASTA QUE ACERTÓ
La Cultural se crecía. Lo intentaban por activa y por pasiva,
incluso el ex jugador del Avilés y actual capitán de los leoneses,
Santi Santos, lo intentó desde dentro del área pero todos
los balones se iban siempre varios metros por encima del
larguero. El Sporting B estaba encerrado en su campo con escasas
internadas en el campo rival, pero rápidamente el esférico volvía a
la posesión del equipo que dirige Alberto Monteagudo, hasta que en
una de esas el cuadro visitante acertó. Falta a favor de la Cultural
bien centrado al área donde Santi Santos, esta vez más tranquilo,
introducía raso entre los tres palos cuando corría el minuto 86 de
juego. Gol de la Cultural y jarro de agua fría para los jugadores
del Sporting B que veían que se les escapaba un punto y bajaban un
puesto más en la tabla. El filial gijonés lo intentó con el tiempo
cumplido pero sin fortuna. Cruz, desde fuera del área, mandó el
esférico por la línea de fondo casi rozando el palo derecho que
defendía Calzado.
Con esta derrota, el Sporting B continuará una semana más en puestos
de descenso a Tercera División y se el complica más la permanencia.
A su vez suma su quinta jornada consecutiva sin celebrar un gol,
algo necesario si se desea continuar un año más en la categoría de
bronce.