El mercado de fichajes se encuentra en pleno apogeo, con el Sporting inmerso en varios frentes.

Tras hacer balance una vez acabada la liga, toca mirar al frente y planificar la próxima temporada. Sin tiempo que perder, los equipos se han puesto manos a la obra. Gran actividad en las secretarías técnicas, rumores en la prensa deportiva, teléfonos que no paran de sonar... Todos los clubes buscan reforzar su plantilla y el Sporting no iba a ser menos. Vayamos por partes analizando cada línea.

La portería parece que no sufrirá variación alguna con Pichu Cuéllar y Juan Pablo como guardianes, ganándose este último el teórico puesto de titular tras actuaciones memorables como la del Bernabéu.

La parcela defensiva parece una de las más afectadas en cuanto a cambio de nombres. A la baja de Sastre podrían unirse José Ángel y Botía, ambos rumbo a Barcelona. Las negociaciones por el de Roces continuarán durante los próximos días, con un posible desembolso de 4 millones y la cesión de algún jugador del filial blaugrana.

El caso de Botía trae de cabeza a los dirigentes rojiblancos, ya que el Barça cuenta con una opción de recompra por 1,8 millones que expira el 15 de Junio; desde Mareo se confía en que no se ejecute dicha opción, aunque las noticias procedentes de la prensa catalana no invitan al optimismo.

El Sporting ha reforzado el carril derecho con el lateral internacional sub20 uruguayo Damián Suárez procedente del Defensor, su coste 800.000 dólares. Además tantea la posibilidad de incorporar otro central, el deseado sería Jordi Figueras, actualmente cedido por el Rubin Kazan al Valladolid, pero las altas pretensiones económicas por su traspaso dificultan las negociaciones. 

Para el centro del campo suena con fuerza el nombre de Ricardo León, jugador de 27 años del Tenerife, con quien el club tiene un acuerdo cerrado. Parece inminente su llegada, ya que supuestamente el jugador obtendrá la carta de libertad a cambio de perdonar varias mensualidades al conjunto chicharrero, recientemente descendido a la división de bronce.

Algo más complicado es el caso de André Castro. El joven portugués dejó una impresión magnífica la pasada temporada y está pendiente de la decisión que tome el Oporto, ya que tanto el club portugués como el jugador han dejado claro que la próxima campaña la iniciará en el Oporto o en el Sporting de Gijón en condición de cedido.

Tras la marcha de Diego Castro al Getafe, la incorporación de un extremo es una prioridad para el club gijonés, ya que únicamente cuenta con Ayoze para la banda izquierda. El elegido es Emiliano Armenteros, jugador cedido por el Sevilla al Rayo Vallecano la pasada temporada. El jugador ha manifestado su voluntad de jugar en Gijón pero se muestra optimista en agradar al cuerpo técnico sevillista, cosa que parece complicada a tenor de nombres como Jesús Navas, Capel, Perotti, Alfaro y Coke entre otros.  

En cuanto al ataque, el club da por hecha la salida de Mate Bilic, el cual manifestó su deseo de gozar de minutos para poder disputar la Eurocopa con Croacia.

Ante esta baja, la nómina de delanteros es corta: Barral, Sangoy y Nacho Novo.

Se ha descartado la posibilidad de que aterrizara en Asturias el delantero del Tenerife Nino, ya que su desorbitada ficha y la competencia de otros clubes por ficharle echan al traste las aspiraciones rojiblancas.

Otros nombres que se barajan son los del vallisoletano Javi Guerra y el barcelonista Jonathan Soriano. Ambos son objetivos ciertamente complicados ya que el vallisoletano supondría un desembolso de 2 millones, mientras que al “pichichi” de segunda le salen “novias” incluso en el extranjero.