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1ª parte: Raúl González, cum laude en 2ªB

Jueves 9 de Junio de 2011
Guillermo B.
Repasamos su trayectoria, la actualidad futbolística y su futuro personal para la próxima temporada.
 
Nombre: Julio Raúl
Apellidos: González Pérez
Fecha y lugar de nacimiento:
23-10-1952 – Avilés
Entrenador: Título Nacional - Nivel 3

Trayectoria como entrenador:
 
Equipo Temporada
C.D. Ensidesa 1981-83
Real Avilés Industrial 1983-84
Zamora C.F. 1985-87
Real Avilés Industrial 1987-89
Selección Guinea Ecuatorial 1989-90
Villarreal C.F. 1989-90
S.D. Ponferradina 1990-91
Real Avilés Industrial 1993-94
Real Avilés Industrial 1997-98
Caudal Deportivo 1999-01
Pontevedra C.F. 2001-02
A.D. Alcorcón 2002-05
Zamora C.F. 2005-06
A.D. Alcorcón 2006-07
Burgos C.F. 2007-08
Real Oviedo 2008-09

En la mañana del lunes nos sentábamos con Raúl González en el Hotel Palacio de Ferrera de Avilés, con él tratamos su trayectoria como profesional del fútbol, donde acredita más de 20 años en 2ªB. A sus 58 años, está a punto de cumplir 30 como entrenador profesional, a pesar de haber comenzado a entrenar con sólo 19 años en las categorías inferiores del Ensidesa, y con sólo 29 años al primer equipo del Ensidesa. Un persona honesta, profesional y que vive por y para el fútbol.

Después de 11 años consecutivos entrenando, esta temporada pasada no lo hiciste… ¿No llegaron ofertas, no te convencieron…?

Es complicado decir que no te convencieron porque estando como estamos los entrenadores de fútbol profesionales, que nos hemos movido en categorías intermedias como la 2ªB -en el caso mío son 20 temporadas en 2ªB- es difícil encontrar en el mercado algo que te interese. Hoy por hoy hay que entrar en un equipo que a lo mejor no reúna todas las condiciones que tú deseas, pero que sea competitivo y en el que puedas hacer una buena labor. 

Está la cosa difícil, hay mucha competitividad, y en esta categoría entra también gente amateur que entra en condiciones económicas inferiores, bien porque tienen otro trabajo y hay una competencia leal o desleal, que está ahí y que nos pone muy difícil desempeñar esta profesión a los que nos hemos dedicado en cuerpo y alma a ella durante muchos años.


Durante la temporada, parecía que estaba todo hecho esta temporada y que ibas a ocupar el banquillo del Zamora, pero otro asturiano, Roberto Aguirre se llevó el cargo finalmente…

Yo con el Zamora lo tenía prácticamente hecho y en cuestión de minutos el tema se disipó. Los rectores del Zamora sabrán los motivos por los cuales cuando el tema estaba completamente hecho se cambió.
 

¿A qué se dedica ahora Raúl González sin un equipo que entrenar?

Sigo la actualidad de la 2ªB, veo partidos, me mantengo informado. Visto el panorama de cómo está el fútbol, uno tiene que replantearse situaciones y ver qué va a hacer porque la situación está mal y en estas categorías intermedias hay mucha competencia para entrar en los banquillos y hay muchos entrenadores dispuestos a entrar en unas condiciones muy inferiores y con un carácter más aficionado.

Saqué el título Nacional en el año 81 y las expectativas para ser profesional eran buenas, no sólo porque uno tuvo buenas calificaciones, sino porque en aquel entonces el título nacional era muy importante, porque había números clausus y había un 70% de gente que lo sacaba. Ahora la proliferación de entrenadores es muy grande con la posibilidad de sacar el título en las territoriales y la competencia es mayor.
 

¿Qué crees que afecta más, la competitividad o la crisis?

Influye todo, los equipos miran mucho los pasos que dan a nivel de gastos y los dirigentes del fútbol todavía no acaban de valorar lo suficiente al profesional serio, no todo el mundo tiene cabida en el mercado. El fútbol hoy por hoy está muy dirigido por intermediarios, por patrocinios, por administraciones… la persona que se entrega a esto de manera independiente desde el punto de vista de trabajo pues tiene más dificultades porque tiene menos apoyos y se puede ver fuera de este mercado.

Hay muchos equipos muy afectados por la crisis, no sólo los asturianos, que están pendientes de las subvenciones de administraciones, de publicidades y de intermediarios y yo soy una persona que, aún presumiendo de saber trabajar en equipo y de saber acatar políticas de empresa, soy una persona independiente y me muevo a nivel individual.


¿Tiene representante Raúl González? 

No tengo representante, pero siempre que un representante me ofrezca trabajar pues se valorará, pero de momento nunca me he colocado en un equipo por intermediación de un representante.

De tus comienzos a ahora, el fútbol ha cambiado, sobre todo por la aparición de los representantes en el fútbol…

No sé si ha habido cambios o no, pero sí que hay más gente por el medio, siempre diré que el fútbol tiene unas ubres enormes y aguantan con casi todo. Entiendo que los profesionales vivan de esto, la gente que arriesga viva de esto, pero hay mucha gente alrededor que no arriesga nada y que saca tajada del fútbol y lo que hace es encarecer el fútbol.

Yo velaré siempre por esta profesión a la que me abracé, que me encanta y que es el fútbol. Siempre velaré por la salud del fútbol, aportando todo lo que pueda aportar. 

A estos niveles intermedios hay demasiada gente para repartirse las cuatro migajas que hay, y no siempre aportando.

 

Empezaste muy joven a entrenar… ¿cómo surgió?

Por una lesión tuve que dejar el fútbol y con 29 años empecé a entrenar a nivel profesional, aunque desde el 71 al 84 estuve dirigiendo la Escuela de fútbol del Ensidesa y posteriormente del Real Avilés Industrial. En el 81 saqué en Gerona el Nacional y cogí el primer equipo.


Estuviste principalmente en 2ªB, pero del Avilés pasaste a la Selección de Guinea Ecuatorial, un cambio exótico… 

Acepté ese reto después de algunos años de experiencia en 2ªB, porque en principio era interesante para uno por la posibilidad de seguir trabajando para la RFEF.  

Hay un protocolo del Consejo Superior de Deportes que traslada ese protocolo a la RFEF, precisaban un entrenador-seleccionador para Guinea Ecuatorial y que pudiera impartir unas charlas a los entrenadores guineanos e incluso hacer un trabajo con una posible creación de una escuela de fútbol. La RFEF pensó en mí para el puesto porque ya lo hacía aquí en España y a mí me interesó.

El contrato era en principio para 3 meses prorrogable a 2 años, siempre y cuando nos interesase a las dos partes, a la Federación Guineana y a mí. De aquella uno era muy joven y pensaba en que podía servir de lanzadera para poder seguir colaborando con la RFEF en otras funciones. Me fui a Guinea Ecuatorial, hicimos una labor durante 3 meses y se me ofreció continuar pero no accedí, porque las condiciones eran complicadas para hacer la labor que yo quería.

Fue una experiencia muy bonita, fueron 3 meses intensos de mucho trabajo y en los que conocí a mucha gente.
 

¿Por qué eran complicadas?

Estamos hablando del tercer mundo, los medios eran muy limitados. Yo quería participar en el torneo de la UDEAC, con 6 países de Centro África y después de llevar 20 sesiones de entrenamiento, haber asistido a los partidos de la 1ª División de allí y no se participó porque llegó una Orden Ministerial que decía de potenciar más las competiciones nacionales. Como por otra parte tenía esas otras dos facciones trabajando con el fútbol base y dando charlas a entrenadores, siguiendo un trabajo hecho por Antonio Moreno que también había estado dando charlas y le dí sentido a mí estancia allí con entrenamientos a la selección nacional, con el I Torneo Ceiba –un árbol representativo del país- donde participaron 1200 crios de la ciudad de Malabo, pero el trabajo competitivo a nivel internacional no llegó a hacerse.

Fue en el año 89, desde entonces la situación económica ha mejorado mucho, independientemente de que siga el mismo gobernante, Nguema.
 

¿Cuál fue la mejor temporada profesionalmente de tu carrera?

Es difícil, aquí en Avilés fui el último entrenador del Ensidesa, en una temporada que acabamos con ascenso en Aranjuez.  No se me olvidarán las 500-600 personas que fueron a Aranjuez y también el propio nacimiento del Real Avilés Industrial, que trajo un aumento de la masa social en el fútbol y en cuanto a ilusión con el equipo. 

Después de Zamora volví al Real Avilés Industrial dos temporadas y conseguimos hacer el equipo que mejor fútbol hacía, con Joaquín, Velázquez, Iñaki Marigil, Calvo, Camuel, Segundo… y algunos más que me dejo… se hizo un equipo fuerte y acabamos 2º y 4º en el grupo vasco, aunque de aquella no había promoción y sólo subía el 1º, pero el Suárez Puerta estaba lleno, con 4000-5000 personas y esa fue una etapa muy bonita. 

La etapa del Caudal fue increíble, porque salió perfecta, cogí el equipo último a falta de 13 jornadas y a base de ganarlo todo salvamos la categoría. El último partido de ese año en casa en la 99-00 fue contra el Pontevedra que ganamos 2-0 con el campo completamente lleno. Al año siguiente quedamos 9º, una temporada de Copa de Europa para el Caudal, que consiguió su mejor clasificación histórica en 2ªB. 

De ahí salí para Pontevedra que tenía unas expectativas muy importantes a nivel económico y me daban un margen de maniobra muy grande. Fue una etapa bonita, a pesar de que hubo un incidente final con un dirigente, y que consideré que era insuperable, y como tengo cierta independencia me fui con el equipo 2º clasificado a falta de tres jornadas. 

Y del Oviedo, qué puedo decir… me marché con un grandísimo recuerdo del mejor patrimonio que tiene el club, su afición. He estado en Pontevedra, Zamora, Alcorcón, Villarreal, Burgos… y nunca me he sentido tan cómodo, tan importante como entrenando al Real Oviedo en 3ª División. En el Real Oviedo hay algo que te da alas, y es la afición, en cualquier rincón de Asturias siempre hay alguien del Oviedo que te recuerda.
 

Todos los entrenadores tienen algún jugador que recuerdan con especial cariño 

Pienso que había un jugador que tenía que haber jugado a Primera División, Joaquín. En los diferentes equipos que entrené hubo equipos que llegaron arriba, en Avilés tuve a Tati, Pedro… en el Zamora tuve a Dani que ahora está en el Rayo Vallecano en 1ª, en el Pontevedra tuve a Diego Castro con 18 años. Iván Hdez. estuvo conmigo en el Alcorcón cuando salió del Atlético “B”. Velázquez también lo hizo muy bien, pero Joaquín era genial. Calvo no se salió por culpa del trabajo.

De todos me quedaría con la magia de Joaquín y que no haya jugado en Primera División, creo que el fútbol fue injusto con él.
 
 

Dada la extensión de la entrevista, la presentaremos en dos partes para facilitar su lectura.


 

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