Cuando el madridismo caía bien en Gijón

Este miércoles se cumplen 36 años de la permanencia del Sporting en Primera División, gracias a la victoria sobre el Real Madrid en la última jornada. El 25 de mayo de 1975, el Sporting estaba entre la espada y la pared, al borde del descenso y necesitaba ganar imperiosamente en la última jornada. El ya campeón Real Madrid, que se presentaba en el estadio El Molinón sin sus dos grandes figuras germanas, Gunter Netzer y Paul Breitner, no daba sensación de emplearse a fondo, como impasible ante los goles de Rafa De Diego y Quini, que significaban la permanencia del Sporting. Ni que decir tiene que donde peor parados salían aquel día, en Málaga, el mosqueo contra los blancos de Miljan Miljanic era de órdago. Y lo curioso es que un año antes, temporada 73-74, la historia era idéntica: última jornada, visita del Real Madrid, victoria local y permanencia rojiblanca.

Es evidente que el tufillo antimadridista que tan de moda se puso años después por Gijón, y que aún perdura, por entonces ni pasaba por la imaginación del más acérrimo de los sportinguistas. Los tiempos cambian que es una barbaridad. 

En la temporada 1974-1975, el Sporting también arrancaba un punto del Santiago Bernabeu. De izquierda a derecha, de pie: Castro, Pascual, Redondo, Paco Herrera, Piñel y José Manuel; agachados: Ciriaco, Megido, Quini, Fanjul y Churruca.

25-05-1975. Sporting - Real Madrid, 2-0

Sporting: Abelardo; Fabián, Redondo, José Manuel, Piñel; Ciriaco (Garzón, 89), Quini, Fanjul, Megido (Paco Herrera, 85), De Diego y Churruca.

Real Madrid: García Remón; Touriño, Benito, Rubiñán (Vitoria, 37), Camacho (Heredia, 85); Del Bosque, Pirri, Grosso; Amancio, Santillana y Roberto Martínez.

Árbitro: Oliva Velázquez

Goles: 1-0 (19), De Diego. 2-0 (64), Quini.

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 El Real Oviedo, en otro planeta

El próximo viernes se cumplen 10 años de la última victoria del Real Oviedo en la élite, 0-1 en el Nou Camp. El 27 de mayo de 2001, el Real Oviedo, gracias a un chut cruzado de Jaime Urríes, vencía en el templo de un FC Barcelona que se estaba jugando una plaza para la Liga de Campeones. De aquel partido se extraen varios apuntes que nos muestran lo que ha cambiado el panorama: la prensa catalana maldecía a los azulgranas, Luis Enrique y Guardiola eran abucheados por la grada culé, aquél por su expulsión y éste por su pésimo juego, y Xavi Hernández era descartado por decisión técnica para enfrentarse a los azules… En fin, hasta saltaba el “caso Andrés Iniesta”, porque la continuidad de la joya de la cantera, a sus 17 años, era cuestionada por algún miembro del staff técnico barcelonista, a tenor de la acumulación de ofertas que desde todas partes le llegaban a un chico que percibía 40.000 (cuarenta mil) pesetas mensuales mientras tenía una cláusula de rescisión de 500 millones.

Por cierto, un par de semanas después del famoso partido, Radomir Antic y sus chicos empataban ante el Real Madrid, pero tanto resultado mediático no serviría de nada, pues la inmediata derrota en Mallorca les condenaba al descenso. El durísimo golpe abría una sima de tan inimaginables  consecuencias que hoy día se sigue padeciendo y, lo que es peor, todavía sin fecha de caducidad.

 
Danjou (13), Joyce Moreno, Iván Ania, Unzúe (tapado) y Esteban celebran el triunfo en el Nou Camp.

27-05-2001. Barcelona - Real Oviedo, 0-1.

Barcelona: Dutruel; Reiziger (Zenden, 58), Frank De Boer, Puyol, Sergi; Overmars (Gabri, 67), Guardiola (Petit, 67), Cocu, Luis Enrique; Kluivert y Rivaldo.

Real Oviedo: Esteban; Gaspar, Danjou, Boris, Rabarivony (Martinovic, 82); Jaime, Onopko, Tomic (Amieva, 77), Iván Ania; Oli (Raúl García, 88) y Paunovic.

Árbitro: Pérez Lasa (Guipúzcoa).

Goles: 0-1 (47'), Jaime.

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Falta de respeto en el adiós de un histórico

Este domingo se cumplen 28 años de último partido disputado por el célebre Real Avilés CF. El 22 de mayo de 1983, en el campo de La Planchada, de El Astillero (Cantabria), el Real Avilés hacía acto de presencia sobre un terreno de juego por última vez, poniendo fin a 67 años de existencia. El partido, salvo por lo apuntado, no encerraba ningún interés y la derrota (2-1) tampoco estremecía a nadie, entre otras cosas porque el club ya pintaba muy poco, ante la inminente aparición del Industrial. Fue, sin duda, una despedida triste, plena de frialdad y carente no ya de cualquier acto institucional, sino del más mínimo detalle de ternura que la institución se merecía, aunque sólo fuera por la historia que inspiraba. Al regreso de El Astillero, una vez que el autobús se detenía en la calle José Cueto, junto al estadio Suárez Puerta, y los jugadores descendían por las escalerillas, ya no hubo más.

22 de mayo de 1983. Forma el último Real Avilés CF. De izquierda a derecha, de pie: Víctor Martín (secretario), Álvaro, Narciso, Zurdo, Jesús Llera (presidente), Víctor Núñez, Viña, Amador, Matabuena, Isidro Caballero, Quique Santos (auxiliar); agachados: Tomás, Luis Gabriel, Menéndez, Roberto, Quini y Ramón Rodríguez Hevia (directivo).

La última alineación la componían los siguientes hombres: Viña; Víctor Núñez, Zurdo, Amador, Roberto; Quini, Luis Gabriel (capitán y autor del gol) Menéndez; Narciso (Mariño), Álvaro (Mero) y Tomás.