El Llanes Urbania se llevó los tres puntos en un derby muy descafeinado, que se aleja ya de aquellos choques intensos en el campo, en la grada e incluso entre directivas. Partidos de los que se hablaba a un mes vista, cuyos resultados eran motivo de orgullo para unos y verguenza para otros hasta que se volviera a hablar en el terreno de juego. A día de hoy, ni una pancarta, ni un colectivo pronunciado animando a los suyos, ni mucho menos aquella tensión en las gradas con más presencia policial de la habitual en un partido de Tercera División. Por perder se ha perdido hasta la intensidad deportiva que se le supone a un encuentro entre poblaciones históricamente rivalizadas, las precarias necesidades de ambos conjuntos han llevado a olvidarse de la rivalidad geográfica para pensar en tres puntos que dejarían muy tocado a uno de los dos equipos, en este caso, al Ribadesella.

Comenzó el encuentro con cierto dominio de los locales, Dani gozó en sus botas de dos aproximaciones sin demasiado peligro, pero que hacían que los llaniscos cogieran la batuta del partido. Ambas zagas dejaron claro que su idea era la de no correr ningún riesgo, sabedores que un empate no servía, pero pensando en que la derrota hundiría a uno de los dos equipos, poniendo tierra de por medio el equipo ganador, por lo que la consigna dada por Javi Gómez y "Venecia" estaba muy clara; patada a seguir y el que pueda que baje el balón. Tras ese ligero dominio de los llaniscos, llegó un intervalo de fútbol tosco y trabado, para finalizar la primera parte con los riosellanos achuchando la portería defendida por Pablo.

La segunda parte fue una constante de interrupciones, saques de banda, baja intensidad y ambos conjuntos más ocupados de alejar el balón de su área que de irse a por la victoria. Se mascaba cierta tensión en las aproximaciones en uno u otro área pero que se quedaban en eso, en aproximaciones y miedo. Yoni para los llaniscos gozó de las mejores ocasiones y Steven y Emilio para los riosellanos. Cuando el partido transcurría directo al puerto del empate a nada llegó una falta botada por Dani Pelaez en zona del centro del campo que Yoni, ayudado por el central riosellano Río, arañó hacia la red. El Llanes se ponía por delante casi más por demérito del rival que por mérito propio. A partir de ahí los llaniscos gestionaron esa renta paralizando, aún más, el partido ante un Ribadesella que no se mostró incisivo hasta los últimos cinco minutos, en los que Jorgín en el lateral y Pablo en la portería, evitaron la igualada de los de "Venecia". Ya en el descuento Emilio vió dos tarjetas amarillas consecutivas por protestas reiteradas, así como Yoni, en el banquillo, vió la roja directa por el mismo motivo, con lo que era el propio conjunto riosellano el que mataba el partido haciendo morir de esta manera los minutos finales.

Tres puntos de oro para la salvación del conjunto llanisco, que marca distancia con el Ribadesella en esta lucha que se le pone muy cuesta arriba en esta recta final de la temporada, sobre todo a instancias de los hipotéticos descensos de Segunda División "B" que puedan arrastrar a más equipos.