El fútbol suele ser injusto y no siempre beneficia al que mejor lo hace, sin embargo, una victoria siempre son tres puntos se mire por donde se mire. Y el Atlético miró la victoria desde la perspectiva del 16 de octubre que fue cuando cosechó su última victoria en casa. Los de Milinko Pantic querían volver a ganar en el Cerro del Espino y así, consiguieron que los tres puntos se quedaran en un casa tras un choque en el que los asturianos merecieron algo más. 

En la primera mitad fue mejor el equipo luanquín pero, los locales se adelantaron antes de cumplirse la primera media hora de juego gracias a una buena internada de Kader por la banda que puso un centro medido para que Luque solo tuviera que empujarla en el minuto 11’. Tras el gol, el equipo de Pantic bajó en ritmo y en intensidad y, así, comenzaron a llegar las ocasiones de los visitantes del Marino. En el minuto 22’ Titi botaba una falta en el pico de la frontal que estaba a punto de suponer el empate de los asturianos. El Atlético, con el marcador a favor, buscaba sorprender a la contra y en acciones personales como, en el minuto 26’, cuando Pedro Martín realizó una extraordinaria jugada personal, se libró hasta de dos contrarios, se internó en el área y enganchó un gran lanzamiento que se marchó por encima del travesaño. 

El Marino lo siguió intentando hasta el descanso y, a la contra, eran los de casa los que buscaban llevar la sorpresa. Sin embargo, ninguno de los dos lo conseguía y se llegaba al descanso con la victoria por la mínima de los rojiblancos.

En la segunda mitad, fue el Marino quien llevó la iniciativa aunque sin fortuna de cara a puerta. El Atlético buscaba su segunda victoria consecutiva, que se le venía resistiendo esta temporada y, para ello, le servía con el tanto de Luque, sin embargo, José Luis Quirós no quería irse de vacío de su visita al Cerro del Espino y así, en el minuto 62’ Alex Arias no consiguió finalizar una extraordinaria jugada de Pablo por la banda que pudo suponer el empate a uno. El Atlético también pudo incrementar su ventaja sobre todo, tras una jugada de Kader por la banda a la que no llegó por muy poco Pedro Martín para hacer subir el segundo al marcador.

Al término del choque, Guillermo tenía en sus botas el empate pero, a la contra Ndoye encaraba muy rápido y hacía subir el segundo al marcador, llevando la alegría a la parroquia rojiblanca y dejando cariacontecidos a los jugadores del Marino que veían cómo se les escapaba el resultado.