Importantísima victoria la cosechada por los jugadores sportinguistas por 2-1 ante el Málaga CF. La jornada había sido horrible para los intereses del Sporting, ya que gran parte de sus rivales directos habían puntuado; por ello, los tres puntos eran de vital importancia. 

Debutó en Liga como titular el central Gálvez, despachando un partido serio con muy buena colocación y logrando el primer gol del choque. Se le vio muy sobrio y apenas se complicó la vida; quizás la única pega fuera la salida con el balón jugado, pero es normal que los nervios del debut propiciaran que Gálvez empleara algún que otro pelotazo en lugar de jugar la pelota de manera más sencilla. 

Volvía al lateral Damián, muy cuestionado, y respondió con un buen partido ante un rival nada fácil de cubrir como es Eliseu.

El partido comenzó con dominio aplastante del Málaga, y el Sporting encerrado atrás con dificultades para defender su meta.

La primera ocasión cayó del lado local, con una falta que botó Damián, remató Gregory y el rechace de Caballero le cayó a Novo, que, con todo a favor, mandó el balón al lateral de la red. 

Poco a poco el Sporting fue cogiéndole el pulso al partido, con Nacho Cases como motor del equipo y con un Barral peleón pero sin premio.

Oportunidades hubo pocas, hasta que en el minuto 36 una falta botada por Nacho Cases la remata Gálvez para poner el 1-0. El canterano mostraba el camino del triunfo. 

El Málaga no creaba demasiado peligro a pesar de contar con más posesión, gracias a Cazorla e Isco, dos jugadores con una calidad y unos movimientos espectaculares.

Arriba Van Nistelrooy tampoco creaba excesivos problemas a la zaga local, y Seba estaba desaparecido.

Tras el descanso el Sporting se volvió a echar atrás, lo que aprovechó el Málaga para crear ocasiones de gol. El público comenzaba a impacientarse y se escuchó alguna que otra protesta debido a que el Sporting le entregó por completo al Málaga la manija del partido.

Cazorla inquietaría a la grada con una maravillosa jugada de regates que finalizó con el de Lugo de Llanera en el suelo, pero el árbitro no señaló penalty, tampoco protestaron mucho los jugadores visitantes.

Van Nistelrooy tuvo su ocasión mano a mano con Juan Pablo, y cuando el balón se colaba llegó Gregory salvador con una segada para despejar la pelota que ya rozaba la línea. 

Preciado dio entrada a Trejo, Rivera y Bilic. El croata tuvo en sus botas la sentencia pero Caballero sacó una magnífica mano a ras de suelo.

Cuando mejor estaba el Sporting llegó el mazazo del empate: Van Nistelrooy libre de marca fusila desde la frontal a un Juan Pablo vendido.

El Molinón parecía un funeral, dos puntos que se iban en los últimos minutos. 

Canella realizó una magnífica jugada por banda que finalizó Trejo con un disparo que el meta visitante rechazó con apuros.

En el minuto 92 llegaría un gol épico, de esos que serán recordados por la explosión de júbilo en las gradas: Trejo controló un pase y el balón cogió altura, sin pensárselo dos veces el argentino lanzó un lejano misil que se coló en la portería de Caballero. 

Se pasó del funeral a la fiesta en El Molinón. La gente saltaba y botaba como loca por los tres puntos fundamentales.

Se ganó a un gran rival y con bajas importantes como Lora y Botía.

El Sporting se reengancha a la Liga y la racha negativa queda atrás por el momento. 

Todo un respiro para jugadores, técnico y por supuesto afición, que al fin y al cabo es la que sufre con el corazón.