El delantero langreano se fracturó la tibia en el partido de semifinales del Mundialito y se perderá entre 4 y 5 meses por lesión.

El fútbol es un apasionante deporte que nos da muchísimas alegrías y alguna que otra tristeza. Hoy es uno de esos días en que vemos la cara más dura e injusta del fútbol. 

Hoy el Barça ha pasado por encima del equipo qatarí en el Mundial de Clubes que se disputa en Japón; sin embargo, dicho partido será recordado porque Villa se fracturó la tibia. 

Corría el minuto 36 y en la disputa de un balón el de Tuilla se va frenando hasta caer al suelo, no son imágenes dramáticas ni que hieran la sensibilidad, pero Villa ya sabía lo que le pasaba. El delantero langreano tuvo que ser retirado del terreno de juego en camilla y se le ha diagnosticado una rotura de tibia, lo que conlleva 4-5 meses alejado de la competición. 

Hasta aquí la descripción de los hechos. Lo que viene después es cosa del Guaje, seguramente que el tiempo de recuperación sea menor y acorte los plazos para volver.

Ya ha dicho que espera disputar la final de la Champions en Munich y un servidor le cree. 

Desde aquí trasladar todo el ánimo del mundo a David Villa, un deportista ambicioso, ganador y sobre todo con afán de superación. Ojalá pueda, no sólo jugar la final de Munich como el dice, sino también la Euro de 2012, pues no hay otro jugador que se enfunde la zamarra nacional y marque tantos goles, goles que le han llevado a convertirse en el máximo goleador de la historia de la Selección. 

Hay quien opina que sus últimos años han sido malos, simplemente hay que mirar las cifras goleadoras -especialmente en partidos clave- y los títulos obtenidos.  

Desde estas líneas, desearle una pronta y amena recuperación, ya no sólo por asturiano, sino porque todos los españoles le necesitamos para seguir haciendo historia.