A veces, los educadores o entrenadores nos preocupamos sólo del enfoque psicológico, es decir, el estudiar la conducta del individuo desde un punto de vista individual. Por supuesto, no podemos dar de lado a la conducta individual, pero está claro que es el punto de partida para comprender y estudiar mejor la conducta social, que es la que nos interesa desde el punto de vista de los estímulos sociales del fútbol.

A nosotros , como entrenadores, lo que nos importa dentro del conjunto es que los jugadores puedan desplegar ciertas actitudes de conducta favorables con relación a la interacción del grupo. Y decimos esto, por que sabemos que el ser humano es social, y es social por que nace, se desarrolla y vive en sociedad; y, por supuesto, el equipo de fútbol, en este caso va ser una forma de vida en la que se van a producir una serie de estímulos para el jugador y para los otros miembros del grupo.

A partir de esto podemos ver que los estímulos sociales inciden en la formación, conducta y personalidad del individuo, de ahí la importancia de que el entrenador conozca el grupo al cual se dirige y la influencia que en el individuo tiene. Por lo cual, dentro del fútbol se dan muchas circunstancias en las que el individuo entra dentro de la conflictividad individual y social como producto de sus relaciones con los demás miembros del grupo.

En conclusión, sabemos que hay individuos más o menos conflictivos dentro de un equipo de fútbol, es decir, jugadores con unas condiciones o aptitudes más o menos favorables desde el punto de vista psicosocial.

Así pues, el jugador de fútbol debe poseer estas aptitudes favorables y el entrenador debe de conocerlas, para que a la hora de una selección inicial, pueda escoger aquellos jugadores que no nos puedan plantear conflictos o rupturas dentro del grupo, aunque lógicamente, siempre hay una tendencia conflictiva dad la complejidad de las relaciones sociales, los entrenamientos, los problemas familiares, los problemas de estudios o trabajo, los problemas propios de la competición, etc.

En definitiva, lógicamente jugadores que tienen más predisposiciones más conflictivas que otros y que es necesario que el entrenador conozca, valore, actúe y tome las determinaciones para el beneficio del equipo.

Transitar interiormente por la " tripas " nos obliga a visionar una retahíla de exquisitas y jugosas reflexiones de numerosas personas ( entrenadores de diversas disciplinas, filósofos...) todas muy interesantes y estimulantes, cuyo objetivo prioritario será la adquisición de una cultura futbolística más grande y universal, que permitirá establecer una mejor idea del juego y su comprensión, pudiendo obtener con ello, a priori, una mayor y mejor dinámica del mismo.

"NO ABORDES LOS PROBLEMAS DIFÍCILES CON RECURSOS INADECUADOS"